México D.F. Martes 6 de abril de 2004
Los trabajadores no reciben los beneficios por sus aportaciones, dice
Aplicar en el ISSSTE un sistema similar al de las Afore, propone BBVA-Bancomer
VICTOR CARDOSO
El grupo financiero BBVA-Bancomer propuso aplicar un sistema similar al de las administradoras de fondos para el retiro (Afore) para resolver el problema de pensiones del ISSSTE, cuyo déficit de 1990 a 2003 pasó de 0.02 por ciento, como proporción del PIB, a 0.28 por ciento, es decir, un crecimiento de 14 veces en el periodo.
En su Informe Económico de abril, la institución financiera expone que los rendimientos nominales de las diferentes alternativas de ahorro en el país presentaron una diferencia sustancial: las sociedades de inversión de deuda de personas morales lograron un rendimiento de 5.21 por ciento en el año; las sociedades de inversión de deuda de personas físicas, 5.31 por ciento; los Certificados de la Tesorería de la federación, 6.22 por ciento; el papel comercial, 6.84 por ciento y las Siefore (Sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro) básica, 10.41 por ciento.
En el caso particular del ISSSTE, señala el estudio, cuenta con un fondo de pensiones que carece de reservas y las aportaciones corrientes de los trabajadores activos se utilizan de inmediato para el pago de pensiones.
"Un problema del sistema (de pensiones del ISSSTE) es que los trabajadores no reciben directamente los beneficios por la inversión de sus aportaciones, pues al no estar individualizadas las contribuciones al fondo, tampoco están individualizados los rendimientos", señala.
Por el contrario, precisa, al no encontrarse individualizados los recursos que aportan los trabajadores del sector público para sus pensiones, las reservas que pudieran haberse llegado a generar "fueron asignadas a otros fines, como el financiamiento de infraestructura hospitalaria y el pago de seguros de maternidad y enfermedades", dando como resultado la descapitalización.
En el análisis de BBVA-Bancomer se atribuye a dos factores la gravedad de los resultados obtenidos hasta ahora. Uno es la caída en la tasa de natalidad y otro el aumento en la esperanza de vida de la población. "Estos elementos causaron que el número de trabajadores activos respecto a jubilados disminuyera en el tiempo y aumentaran las erogaciones del fondo (de pensiones del ISSSTE) en relación con sus ingresos. Entre 1980 y 2003 el número de trabajadores activos por cada jubilado pasó de 19 a 4.4".
Ante ese panorama, dice, "la experiencia del IMSS ofrece una clave de posible solución", pues con la reforma a la Ley del Seguro Social los trabajadores tuvieron un nuevo sistema de pensiones con "amplios beneficios".
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