México D.F. Martes 13 de abril de 2004
La obra de Cecilia Lemus se estrenará
el jueves en El Granero
Versión para adultos de Hansel y Gretel
impugna la pérdida de valores humanos
Hoy se hace un teatro complaciente y sin reflexión,
critica la dramaturga y directora
La familia recurre a la frivolidad y la hipocresía
para esconder su crueldad, advierte
CARLOS PAUL
Los simbolismos y los arquetipos del célebre cuento
de hadas Hansel y Gretel, son retomados por Cecilia Lemus.
La dramaturga y directora propone una versión para
adultos que, de manera ''grotesca y descarnada'', cuestiona la pérdida
de valores en la familia y la sociedad, el poco amor a la vida, el abandono,
las violaciones de los hijos en el ámbito familiar, la autoridad
patriarcal que destruye, así como a las madres castrantes.
La obra, con la que la autora obtuvo el Premio Nacional
de Dramaturgia 2003, que otorgan los institutos Nacional de Bellas Artes
y el de Cultura de Baja California, busca ''provocar y reflexionar sobre
nuestros actos conscientes o inconscientes".
Para la creadora escénica ''en la actualidad se
hace un teatro muy complaciente, sin un sentido de reflexión que
años atrás lo caracterizaba.
''Hoy -prosigue la dramaturga- vale la pena ser anormal,
mala hierba, no deseado y apestado, antes que deslenguarse lamiendo mosqueados
merengues."
Hacer teatro-rito
La puesta en escena ''no es un capricho de la imaginación
por contar acontecimientos morbosos, es tan sólo un fragmento insignificante
de la historia de la familia a finales del siglo XX y principios del XXI,
institución que al cobijo de la frívola e hipócrita
sociedad esconde su crueldad'', afirma Lemus.
''Para comprobarlo -explica- basta con colocar la mirada
en las instituciones siquiátricas o en las calles de nuestra mugrienta
ciudad, cuna de mediocres parásitos conformistas.
''Mediante un aparentemente bello cuento de hadas, en
esta versión libre de Hansel y Gretel mostramos la realidad
al desnudo sin complacencias, como a veces lo piensa el ser humano, pero
que no se atreve a decirlas, que las oculta, diciendo: 'no pasa nada'.
''Haciendo uso de la farsa, con un estilo grotesco y descarnado,
cada uno de los apuntes estéticos que se presentan en el montaje
-señala la dramaturga- no son el resultado de una ocurrencia o de
un capricho amistoso, pan de cada día que se expone en los escenarios,
vidrios que el público ignorante califica de diamantes; sino una
creación con base en un profundo estudio."
En esta obra se presentan a Hansel y Gretel ya adultos,
años después de su enfrentamiento con la bruja del bosque,
a quien vuelven a encontrar, pero ahora bajo la apariencia de una noble
doctora tibetana, que seduce a Gretel para lograr que los dos hermanos
conozcan el amor y se liberen de todo aquello que traumatizó su
vida en el pasado.
''Aquí la bruja, por ser quien es, adopta varias
personalidades. Arquetípicamente representa no sólo a la
madre castrante, sino la fuerza femenina con su poderosa energía
creadora, que busca la trascendencia del ser.
''El leñador, quien es poseído por una deidad
masculina, representa también la autoridad patriarcal, que devora,
destruye y que pone límite a todo.
''Hansel y Gretel simbolizan al ser humano, la materia
prima desde el punto de vista alquímico, que debe ser transformada
para liberarla y de esa manera poder trascender.
''Lo que me interesa -dice Lemus- es hacer teatro-rito,
el cual se realiza retomado mitos o cuentos de hadas."
Crecimiento espiritual
En la puesta en escena, dramatúrgicamente hablando,
''se ve y sucede lo que piensan cada uno de los personajes".
Sin embargo, ''hay mucho del lenguaje simbólico,
mediante el cual se aprecia cómo los hermanos se despojan de todo
aquello que los atormentó".
Por ejemplo, comenta Lemus, ''mediante la calcinación
alquímica, cuando la bruja mete a Hansel al horno, al quemarlo lo
transforma en cenizas, de las cuales renace como un ave Fénix, a
manera de mariposa, trascendiendo su condición y ubicándose
como ser superior".
La propuesta de este trabajo, concluye la creadora escénica,
''es que entremos en un proceso de crecimiento espiritual, en el que nos
despojemos de todas esas impurezas que nos convierten en seres oscuros.
''Para ello, como diría María Zambrano,
tenemos que comenzar tomando conciencia de quiénes somos, quiénes
nos rodean y qué papel jugamos cada uno dentro de la sociedad".
En Hansel y Gretel (Atlas de la familia en el siglo
XXI) el elenco esta formado por: Miguel Angel Gabriel (Hansel), Xóchilt
López (Gretel), Florencia España (La bruja) y Desiderio Däxuni
(El leñador), la música es original de Víctor Hugo
España, la escenografía de Cecilia Lemus y coreografía
de Antonio Cue.
Las percusiones interpretadas en vivo, que acompañan
a la acción, corren a cargo de Cristian David, Aurora Nemegyei y
Monserrat Rivera.
El estreno de Hansel y Gretel, obra de la dramaturga
Cecilia Lemus, será este jueves a las 20 horas en el teatro El Granero,
del Centro Cultural del Bosque, que se localiza en avenida Paseo de la
Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional.
Escenas del montaje de la obra de Cecilia Lemus reconocida
con el Premio Nacional de Dramaturgia 2003, que otorgan los institutos
Nacional de Bellas Artes y Cultural de Baja California. La dramaturga retoma
los simbolismos y arquetipos del célebre cuento de hadas, desde
una perspectiva ''grotesca y descarnada'' que inclusive alcanza a la figura
de las madres castrantes FOTOS FERNANDO MOGUEL
|