Más de 20% de la población enfrenta esta vertiente del problema, sostiene análisis

En cuatro años disminuirá a la mitad la pobreza alimentaria, prevé Sedeso

Las crisis económicas, principales valladares para los avances en la materia, advierte

CAROLINA GOMEZ MENA

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), durante los últimos siete años se ha experimentado una ''reducción'' de la pobreza en sus vertientes alimentaria, patrimonial y de capacidades -categorías de clasificación oficial del fenómeno-, y prevé que de continuar las condiciones actuales de "estabilidad económica y reducción de la desigualdad", hacia 2008 la pobreza alimentaria habrá disminuido a la mitad de su valor actual, situándose en "11.2 por ciento del total de la población", mientras la de capacidades llegaría a "15 por ciento y la de patrimonio se ubicaría en 39 por ciento".

Lo anterior se establece en el documento Es posible un México con menor pobreza y desigualdad, elaborado por Miguel Székely, subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Sedeso, quien plantea que no sería ilusorio pensar que en una década más la pobreza empezará a ceder en el país. No obstante, alerta que en diversos periodos de la historia reciente de México se han experimentado avances en la materia, los cuales luego se han perdido por crisis económicas, que han originado "puntos de quiebre", que estancaron y en ocasiones favorecieron el avance de la pobreza, tal como la crisis de 1982, que estancó el abatimiento de la pobreza, y la de 1995, que elevó los tres tipos de pobreza.

Székely hace un recuento de la cantidad de pobres en las tres categorías mencionadas en un periodo comprendido entre 1950 a 2002, con base en el incremento poblacional experimentado en el país de ese año a la actualidad. Establece que mientras a mediados de la centuria pasada (cuando México contaba con 27 millones de habitantes) los pobres alimentarios sumaban 16.7 millones, es decir, representaban aproximadamente 61 por ciento de la población, 52 años después (con 103 millones de habitantes), éstos suman 20.9 millones, es decir, representan 20.3 por ciento de la población. Y aunque el resultado final es satisfactorio, los vaivenes durante las poco más de cinco décadas han hecho oscilar el número de pobres.

El año pasado el comité técnico de Medición de la Pobreza en México llegó a la conclusión de que 53.7 por ciento de la población (en este porcentaje están incluidas las tres clasificaciones de pobreza) se encontraba en situación precaria.

El funcionario sostiene, con base en la metodología sugerida por el comité, que entre ''1996 y 2002 los niveles de pobreza en México se redujeron de manera importante". En este lapso la pobreza alimentaria se redujo 45 por ciento, al pasar de 37.1 a 20.3 por ciento de la población total.

Sin embargo, advierte que para los sectores en pobreza extrema será más difícil salir de esta situación, y expone que si el incremento del ingreso del 10 por ciento más pobre de la población se da a una tasa similar a la observada en los países asiáticos durante las últimas décadas (a casi 5 por ciento), a este sector le tomaría ''72 años llegar al nivel de riqueza que tenía en el año 2000 el 10 por ciento más rico del país'', mientras que si el crecimiento del ingreso sólo alcanzara 3 por ciento -''lo cual está más cerca de las tasas registradas en México durante los años de mayor crecimiento''- esta tarea demandaría ''118 años''. Aunque es demasiado optimista pensar que este sector pueda llegar a tales niveles de bienestar, sí es posible que las generaciones futuras salgan de la pobreza extrema, más aún con la inminencia del bono demográfico, esto es, la disminución de la población dependiente económicamente y el aumento de la población activa.

Sobre esto, Székely exhorta a utilizar las "ventajas" del bono, como han hecho los países asiáticos, y puntualiza que en 2003 el promedio de edad de la población nacional fue de 27 años, lo que ''ubica al país en el umbral del ciclo de transformación demográfica; en el punto en que se detona el potencial'', pues se reduce la tasa de dependencia. En 1970 dicha tasa era de ''1.1, es decir, había 1.1 personas menores de 15 años o mayores de 64. En 2000 la tasa era de 0.7 y hacia 2020 será de 0.6".