México D.F. Jueves 15 de abril de 2004
En el 47 aniversario de la muerte del actor
y cantante lanzan colección de 10 películas en DVD
La devoción a Pedro Infante volverá a
reunir a miles en el Panteón Jardín
Señoras, niños, familiares, amigos, motociclistas
de la SSP y hasta clones de Pepe el Toro llegarán desde la madrugada
para rendir tributo a su ídolo Ganó el Oso de Plata en
Berlín por Tizoc
JORGE CABALLERO
Hoy, hace 47 años se escuchó la voz del
locutor Manuel Bernal por la XEW: "Boletín, boletín.. el
cantante Pedro Infante falleció esta mañana en un accidente
de aviación". El máximo ídolo popular de México,
reconocido mundialmente por poseer un estilo único para cantar y
actuar, será recordado una vez más desde esta madrugada en
el Panteón Jardín, donde, como rito anual, se realizará
la tradicional ceremonia.
Imitadores,
señoras, niños, familiares y amigos organizan una sui
generis celebración en el lugar donde hace 47 años se
arremolinaron multitudes. A lo largo del día llegan a honrar su
memoria clones a lo Pepe el Toro, a lo Martín Corona o a lo Pedro
Chávez, y hasta el equipo de motociclistas de la Secretaría
de Seguridad Pública se une para rendir tributo, para llorar y recordar
con sinnúmero de manifestaciones a ese carismático artista.
Aunque sin duda el hilo conductor son sus canciones.
"Fue una gente sencilla, afectuosa; un hombre simpático,
generoso, buen hijo, buen hermano... ¡era mal marido! Como actor
tenía un ángel especial. No era muy alto ni tenía
mucho cabello, pero la gente lo adoraba", comentó hace dos años
en estas páginas la actriz Silvia Pinal, compañera de Infante
en algunos filmes.
Nadie sabe dónde radica el hechizo de la devoción
que levanta la persona de Pedro Infante a casi cinco décadas de
su muerte, pero cada año, como El Santo y la Virgen de Guadalupe,
emblemas de identidad nacional, es festejado y recordado en sus aniversarios.
A casi 50 años la gente no se harta de ver sus películas,
escuchar sus canciones y atesorar anécdotas y relatos del protagonista
de Nosotros los pobres y Tizoc.
Trilogía que no podía faltar
Para honrar su memoria, en este aniversario entrará
en circulación el paquete Lo mejor de Pedro Infante, con
10 películas (en formato DVD región 1 y 4) de las cintas
que hizo con el cinerrealizador Ismael Rodríguez, quien hace dos
años declaró a La Jornada: "Además de las películas
y la música compartí con Pedro otras cosas... nos enamorábamos
de las mismas mujeres". La colección costará sobre mil pesos
y estuvo a cargo de Películas Rodríguez y Quality Films.
Sobresale la trilogía Nosotros los pobres,
Ustedes los ricos y Pepe el Toro. También están:
Los tres García, La oveja negra, A toda máquina,
No desearás la mujer de tu hijo, Qué te ha dado
esa mujer, Los tres huastecos y Vuelven los García.
Todos los filmes han sido restaurados, limpiados en imagen
y sonido. Cuentan con muchos extras, como un detrás de cámaras
y, en el caso específico de Los tres huastecos, un making
off; Rodríguez lo inventó antes de que las películas
en formato digital lo tuvieran. Tienen además canciones y tres formatos
de audio. Para las personas con problemas de la vista o auditivos las cintas
contienen subtítulos en español, además de inglés,
francés y portugués. Sólo les faltó incluir
un cuadernillo explicativo, porque siempre hace falta; es básico
en cualquier colección.
Para poner en circulación estos filmes Películas
Rodríguez tuvo que reconstruir un equipo cinematográfico
(cámaras, copiadoras, proyectores) de los años 40, que consiguieron
en deshuesaderos de México y Los Angeles, a fin de restaurarlos
y pasarlos a formato digital.
Saldrán a la venta 20 mil copias y existe el proyecto
de lanzar en DVD más películas de Ismael Rodríguez;
continuarán con las que hizo con Emilio El Indio Fernández.
Pedro Infante, aquel carpintero de Guamúchil, baterista
y bolerista de Culiacán, se convirtió en ídolo y símbolo
de muchas generaciones, al grado de que muchos imitaron sus maneras, desde
escupir hasta lograr la idolatría de las mujeres; fue el creador
del bolero ranchero, representante de la canción romántica
mexicana, entre otros géneros, por ser el mayor vendedor de discos
de su época (y uno de los mayores contemporáneos), además
de ser el más taquillero después de Cantinflas.
Cuando comenzó su carrera artística Pedro
Infante interpretaba canciones en estaciones de radio; su favorita, dicen
los estudiosos, era Nocturnal, de José Sabre Marroquín.
Su manera de cantar lo caracterizaba, pero fueron sus películas
las que lograron colocarlo como uno de los máximos ídolos/iconos
que hayan pisado nuestro país. Los especialistas dicen que su éxito
radicó en su sencillez natural y en haber formado mancuerna con
Ismael Rodríguez en el cine y con Manuel Esperón en la música.
"Hijo, qué bonita voz tienes", le decía
su madre
Pedro Infante fue el tercer hijo del matrimonio formado
por Delfino Infante García, músico que tocaba el contrabajo
en una banda, y Refugio Cruz, su madre. El dominio público rescata
la plática que tuvo Pedro Infante con su madre, a quien dedicó
unas canciones: "Hijo, qué bonita voz tienes", a lo cual él
respondió: "Mamá, ¡si viera qué tristeza me
da ver que somos pobres! ¡Si viera cómo me duele ver a papá
luchando por nosotros y cargando el contrabajo tan pesado!"
En la década de los años 50 Pedro Infante
ya era una de las estrellas más importantes de la industria del
cine mexicano; gozaba de fama, había amasado una fortuna considerable
y tenía el cariño de las mujeres, su mayor debilidad.
En 1956 ganó el Ariel que otorga la Academia Mexicana
de Artes y Ciencias Cinematográficas por su trabajo en La vida
no vale nada, el único largometraje en el que fue dirigido por
Emilio El Indio Fernández. De manera póstuma obtuvo
el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín, dos años
después, por su interpretación de Tizoc en la película
homónima.
Pedro murió en 1957, en un accidente aéreo;
grabó 360 canciones y sus 61 películas son trasmitidas constantemente
por la televisión, con lo cual se amplía su radio de influencia
entre las nuevas generaciones.
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