México D.F. Viernes 16 de abril de 2004
Comenzará en su ciudad natal la celebración
del centenario de la escritora
Resplandece el legado intelectual de la filósofa
María Zambrano
Dan a conocer inéditos y reditan algunas de sus
obras clásicas La revista Metapolítica, en México,
dedica número monográfico a la autora de Hacia un saber
sobre el alma
PABLO ESPINOSA
Un congreso internacional en su ciudad natal abrirá
este lunes la celebración -fiesta de ideas a partir de la obra de
una gran pensadora- del centenario de María Zambrano (Vélez,
Málaga, 1904-Madrid, 1991).
En la capital española, el Círculo de Bellas
Artes recogerá varias conferencias de estudiosos de Zambrano, al
igual que diversas lecturas de algunos de los textos de la filósofa
andaluza.
La autora de varias obras clásicas de la filosofía
y la literatura occidentales nació el 22 de abril de hace cien años
y al cumplirse el siglo brotan como flores en el campo las ediciones en
los estantes, anaqueles y mesas de novedades de las librerías del
mundo.
Pensamiento vivo
En México la celebración ocurrirá
en diversos ámbitos con distintas voces. Entre tales festejos destaca
la aparición en librerías de un número monográfico
de la revista Metapolítica, con el título María
Zambrano entre nosotros (1904-2004).
Esa
entrega contiene textos, entre otros, de César Cansino, Aimer Granados
García, Manuel Sánchez Cuesta, Agapito Maestre, Antolín
Sánchez Cuervo, Vicente Miró y Ramón Xirau.
Se incluyen escritos también de José Lezama
Lima (de quien reproducimos, con autorización de Editorial Jus,
el poema que dedicó a su amiga); Eliseo Diego, E.M. Cioran y una
carta de Octavio Paz, además de prosas de la homenajeada.
El pensamiento de María Zambrano, anota Cansino,
está más vivo que nunca.
''Su legado intelectual resplandece si se contrasta con
la filosofía académica dominante en el mundo, pero sobre
todo con la pobre escolástica filosófica que se practica
por doquier en Hispanoamérica.
''Respecto del racionalismo idealista alemán -agrega
el especialista- María, la filósofa de la razón poética,
encontró una vía alterna, la cual merodeó con pasión
y esperanza hasta el final. Si la filosofía es amor por el conocimiento,
entonces es vida, es experiencia vivida."
Dos acicates del escritor
El centenario de Zambrano es ocasión de estudio,
polémica, relecturas. Las editoriales reditan algunas de sus obras
clásicas y dan a conocer inéditos, como es el caso de la
obra De Aurora (Tabla rasa), publicada originalmente en 1986 y de
nuevo presentada, en fecha reciente, en el Círculo de Bellas Artes
madrileño.
Esa obra marcó un punto clave en la trayectoria
de la filósofa. Entre otras cosas significó el despegue de
una nueva etapa, que se inició rotundamente en 1977 con Claros
del bosque, caracterizada por la crítica de la cultura occidental
que renuncia a los sentidos y por un camino alternativo que no abandona
la visión poética.
Profundiza entonces su concepto del ''logos'' mediante
la experiencia y ahonda su posición, que enarbola la palabra como
manifestación del ''símbolo".
En palabras de María Zambrano, tomadas de Hacia
un saber sobre el alma (Madrid, Alianza 2000, y reproducidas en el
número en circulación de la revista Metapolítica):
''descubrir el secreto y comunicarlo, son los dos acicates que mueven al
escritor".
Y explica: ''El secreto se revela al escritor mientras
lo escribe y no si lo habla. El hablar sólo dice secretos en el
éxtasis, fuera de tiempo, en la poesía.
''La poesía es secreto hablado que necesita escribirse
para fijarse, pero no para reproducirse. El poeta dice con su voz la poesía,
el poeta tiene siempre voz, canta, o llora su secreto.
''El poeta habla, reteniendo su decir, midiendo y creando
en el decir con su voz, las palabras. Se rescata de ellas sin hacerlas
enmudecer, sin reducirlas al solo mundo visible, sin borrarlas del sonido.
Pero el escritor
lo graba, lo fija ya sin voz, y porque su soledad es otra
que la del poeta."
La presencia decisiva de Zambrano ha recibido su puntual
definición de las mejores manos. E.M. Cioran, entre esas manos,
puso su magra/opulenta elocuencia en estos términos:
''María Zambrano forma parte de esos seres que
lamentamos ver demasiado raramente, pero en los cuales no dejamos de pensar
y que quisiéramos comprender o por lo menos adivinar. Un fuego interior
que se oculta, un ardor que se disimula bajo una resignación irónica:
todo en María Zambrano desemboca en otra cosa, implica un matiz
de más allá, todo." (La cita procede de Ejercicios de
admiración y otros textos, Tusquets 1995, reproducida por Metapolítica).
Entre las obras más amadas de María Zambrano
se encuentran Dos fragmentos sobre el amor, que escribió
en 1982 quien fue discípula de Ortega y Gasset, autor precisamente
del clásico Estudios sobre el amor, redactado en 1941.
Otras obras maestras de Zambrano en librerías:
Filosofía y poesía (1939), Hacia un saber sobre
el alma (1950), El hombre y lo divino (1955), El reposo de
la luz (1986), Para una historia de la piedad (1989), Los
sueños y el tiempo (1998).
Igual que Margo Glantz sobre Sor Juana cuando, en ese
ejercicio superior y sonriente de la inteligencia que se conoce como ironía,
se refiere al afán y al amor de la joven Juana Inés por obtener
conocimiento como una misión de vida, Cioran sonríe con la
joven Zambrano así: ''Desde el momento en que una mujer se consagra
a la filosofía, se vuelve presuntuosa y agresiva, y reacciona como
una advenediza. Arrogante y sin embargo insegura, visiblemente extrañada,
no se encuentra, a todas luces, en su elemento. ¿Cómo es
posible que el malestar que inspiraría no se experimente nunca en
presencia de María Zambrano? Con frecuencia me lo he preguntado
y creo poseer una respuesta: María Zambrano no ha vendido su alma
a la Idea, ha protegido su esencia única colocando la experiencia
de lo Insoluble por encima de la reflexión sobre él; ha dado,
en suma, un paso más allá de la filosofía".
Hoy el mundo celebra y sigue los pasos de esa joven alma
filósofa a cien años de su nacimiento.
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