México D.F. Sábado 17 de abril de 2004
Apocalipshtick reúne crónicas del DF contadas con la peculiar ironía del escritor
Monsiváis adelanta en Argentina pasajes de libro en ciernes
GEORGINA SALDIERNA ENVIADA
Buenos Aires, 16 de abril. Para no aburrir con cosas muy serias, Carlos Monsiváis dio a conocer en esta ciudad pasajes de su próximo libro, Apocalipstick, durante su participación en la 30 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que este viernes estuvo dedicada a México.
Se trata de crónicas de la ciudad de México narradas con el peculiar estilo irónico y puntilloso del autor.
La lectura de algunos fragmentos del libro en preparación provocaron estruendosas carcajadas en un público que ocupó la totalidad del aforo de la sala Victoria Ocampo.
De visita por esta ciudad, donde ayer fue reconocido por el gobierno argentino por sus aportes a la cultura, Monsivaís ofreció una ágil lectura de sus crónicas, que lo mismo hablan de testimonios fervorosos, como el de la Virgen de la estación Hidalgo del Metro, que de los temores que anidan los prolíficos padres de antaño.
''Trato de ser más narrativo, de divertirme más'' con este libro, señaló el escritor, quien, sin embargo, dijo desconocer cuando comenzará a circular: ''primero tendría que terminarlo".
La idea del libro es presentar a modo de fragmentos lo que ocurre en la ciudad de México, explicó el narrador, quien hoy contó entre su auditorio al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, y su pequeña comitiva, de gira por este país para promover la adhesión de México al Mercosur.
Conocedor de la circunstancia editorial en el mundo, Carlos Monsivaís señaló en breve entrevista que el papel de países como Colombia, México o Argentina no es determinante en las letras, porque se lee poquísimo, aunque sí permiten la continuidad del espíritu humanista, que es indispensable.
Sobre escritores noveles como Juan Villoro, destacó que captan muy bien el pulso de la sociedad, además de que sus crónicas del futbol son extraordinarias. Sin embargo, nuevos lectores no los capta nadie, concluyó.
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