México D.F. Sábado 17 de abril de 2004
Rinde frutos el programa de desintoxicación
de reclusos
Despedirán a 180 custodios que resultaron positivos
en el antidoping
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Próximamente serán despedidos 180 custodios
de la Dirección General de Prevención y Readaptación
Social, al haber resultado positivos en la prueba antidoping, informó
el subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Martí Batres
Guadarrama.
Al
encabezar la ceremonia de egreso de la tercera generación del programa
de desintoxicación para internos con problemas de adicción,
en el Reclusorio Norte, el funcionario informó que después
del tiempo que se suspendieron los exámenes para detectar el uso
de sustancias tóxicas entre custodios, debido a la falta de reactivos,
al reanudarse, de los cerca de 3 mil celadores, 180 resultaron positivos.
A diferencia de administraciones anteriores, en las que
los custodios eran sometidos a programas de rehabilitación, ahora,
advirtió Batres, "no puede haber custodios que tengan alguna dependencia".
El funcionario aseguró que ha disminuido el ingreso
de drogas a los penales capitalinos, pero sigue siendo elevado el promedio
de internos que tienen problemas de adicción, principalmente a mariguana,
cocaína y solventes: alrededor de 20 por ciento, es decir, unos
5 mil 200 de los 25 mil 948 recluidos hasta ayer.
Por lo que hace al programa de desintoxicación
de internos, explicó que en nueve meses han sido rehabilitados 150
reclusos y en la más reciente convocatoria se inscribieron 120.
El programa fue desarrollado por un técnico penitenciario
del mismo reclusorio, a partir de una beca de capacitación en la
empresa Oceánica. Durante los tres meses que dura el tratamiento
los internos son aislados en una zona especial y sólo reciben visitas
familiares los sábados y domingos, mientras que el resto de la semana
realizan actividades de índole sicosocial, médica y ocupacional.
Una vez que termina la terapia se les da seguimiento conductual para prevenir
recaídas, mediante dos sesiones por semana.
Ante los internos que terminaron su terapia, Batres reconoció
que si para algunas personas resulta difícil dejar el cigarro, una
droga más fuerte implica un esfuerzo mucho mayor.
"Afuera nos preguntan mucho qué se hace ante el
problema de las drogas, y nosotros señalamos que no sólo
es una cuestión de represión, pues no resulta eficaz; la
parte más importante es la humana, y por eso este programa es exitoso.
Es comprender a la gente, no atacarla, estigmatizarla, ridiculizarla o
golpearla, porque la lucha no es contra la persona que tiene el problema,
sino contra la droga", señaló.
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