México D.F. Sábado 17 de abril de 2004
La institución dependiente de la SEP
debatirá en mayo la modificación de su estatus jurídico
Requiere la Pedagógica Nacional mayor margen
de acción: rectora
Autonomía o descentralización, las opciones
a discutir La comunidad, sin claridad sobre el sentido de la reforma;
persiste la idea de que el Estado debe formar a los educadores, admite
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
A partir de mayo la Universidad Pedagógica Nacional
(UPN) comenzará un debate para reformar su estatus jurídico,
ya sea para convertirse en órgano descentralizado de la Secretaría
de Educación Pública (SEP), o ir más allá y
alcanzar la autonomía, explicó Marcela Santillán,
rectora de la institución.
Tras
un año de haber anunciado el plan de reforma normativa, Santillán
sostuvo que ahora sí se iniciará la discusión, y consideró
que la autonomía no tiene inconvenientes, salvo que se repita la
historia del Instituto Politécnico Nacional y la iniciativa de Ley
Orgánica quede congelada en la Cámara de Diputados.
La UPN está por cumplir 26 años de operación.
Desde entonces ha funcionado como órgano desconcentrado de la SEP
-equivalente a una dirección-, lo que le ha impedido nombrar a sus
rectores -facultad que recae en el titular de la SEP- y acceder con facilidad
al financiamiento externo.
Santillán señaló en entrevista que
la UPN atraviesa por un momento en que puede plantearse el tema, porque
se acabó el mito de que ''si nos íbamos a la autonomía,
entonces ya no podíamos seguir trabajando en educación básica",
y descartó que la discusión derive en una huelga, porque
los motivos de inconformidad siempre han sido laborales.
Indicó que la SEP, en particular el subsecretario
de Educación Superior e Investigación Científica,
Julio Rubio Oca, no se ha manifestado al respecto, pero en alguna ocasión
le comentó que cualquiera de las dos opciones, la reformulación
del decreto o la autonomía, ''no son procesos sencillos''.
Listo, el terreno para el debate
La rectora hizo un recuento sobre el proceso de reforma
que se inició hace tres años, y dijo que dejaron para el
final los cambios normativos, porque implican "todo un señor reto"
que puede llevarse otros tres años, pero del que debe haber una
definición más clara en agosto próximo.
Explicó que en días pasados se nombró
a los coordinadores que conducirán la discusión y muy seguramente
en mayo se hará un primer foro que permita debatir sobre las bondades
de la reforma, en el que, aseguró, se promoverá la amplia
participación de la comunidad y de especialistas en la materia.
La rectora número 13 en más de dos décadas
de historia de la UPN -que se ha caracterizado por los vaivenes de funcionarios-
refirió que la institución está mejor preparada para
emprender la reforma normativa, una vez que el año pasado se dedicó
a transformar la estructura académica, que en esencia consistió
en crear la figura de profesor-investigador.
Señaló que para la universidad es indispensable
la reforma normativa, en cualquiera de sus formas, para que pueda acceder
a recursos externos y mejorar así la calidad de la investigación,
porque el dinero que asigna la Federación es "muy poco". Para este
año el presupuesto ascenderá a 404 millones de pesos, de
los cuales 4 son para investigación, más otra cifra similar
que obtiene de entidades del exterior.
Sobre la opinión de la comunidad ante la posibilidad
de la autonomía, dijo que no hay un convencimiento total, porque
muchos piensan que puede ocurrir como en el Politécnico, que planteó
la iniciativa de ley y los diputados no resolvieron nada.
Por eso no descartan la alternativa de solicitar simplemente
una modificación al decreto de creación y convertirse en
órgano descentralizado, lo que "nos daría muchas posibilidades
de movimiento".
Insistió en que no hay mucha claridad en la comunidad
universitaria sobre el camino que debe seguir la institución, y
atribuyó esa indefinición a que en el país "todavía
persiste la idea de que la formación de docentes tiene que estar
totalmente controlada por el Estado".
Explicó que si bien últimamente la universidad
se ha concentrado menos en la formación de docentes de primaria,
que fue su principal tarea cuando comenzó a funcionar, ahora está
colaborando en la preparación de maestros de prescolar y nunca ha
dejado la tarea de formación de profesores para educación
indígena.
-¿Qué desventajas podría tener la
autonomía?
-No le veo ninguna. Antes parecía reñido
el principio de pertenecer a educación superior y ser una escuela
de educación muy interesada en educación básica. Creo
que ese mito ya se acabó.
La UPN, refirió, necesita tener mayor margen de
maniobra; por ejemplo, contar con un consejo directivo que vigile cuál
es el perfil de quienes ocupan los puestos directivos en la institución.
Ahora, dijo, la rectoría tiene la facultad de nombrar a los coordinadores.
''No me digan que eso es un proceso universitario''.
Aseguró que la ventaja es que la institución
ha consolidado su proyecto académico: "no digo que esté en
su máxima expresión, pero ya podemos hablar de que tenemos
55 académicos con doctorado, 25 de ellos miembros del Sistema Nacional
de Investigadores".
Además de los constantes cambios de rectores y
de las huelgas, la UPN ha tenido problemas con la calidad de sus investigadores,
como lo demostró un estudio que en 1994 realizó un equipo
coordinado por Pablo Latapí.
Aunque reconoció muchas bondades en la autonomía,
dijo que la discusión no va a ser fácil. Indicó que
en estos tres años ha evitado abrir un debate, precisamente porque
podría provocar la polarización de la comunidad, debido a
que entre los académicos existe una "fuerte mezcla" de universitarios
y normalistas.
''Esta mezcla hace que algunos vean en la autonomía
algo natural, pero quien ha sido formado por el Estado y piensa que es
éste el que debe seguir rigiendo este espacio de acercamiento a
la educación básica ve con preocupación que eso nos
pueda alejar de la educación básica", refirió.
El difícil financiamiento
Sobre la alternativa de convertir a la UPN en órgano
desconcentrado, dijo que serviría sobre todo para que la institución
recibiera apoyos financieros externos y no tuviera que devolver los fondos
no usados al término del año fiscal.
Indicó que en los años recientes han recibido
recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de la Ford
y de la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación
Científica, pero lo han hecho con muchas dificultades.
''Hoy es un lío tener financiamiento. Si nosotros
producimos un libro no nos conviene venderlo, porque el dinero que entra
pasa directamente a la administración central", explicó.
En torno a la reforma académica, dijo que lo más
importante fue la creación de la figura de profesor-investigador,
para evitar la división entre unos y otros, lo que "provocaba mucha
tensión dentro de la universidad".
Refirió que con esta nuevo estatus, el profesor
con menos experiencia tiene oportunidad de aplicar de manera innovadora
el conocimiento y en un futuro hacer tareas de investigación. Todo
ello se hizo porque "si el profesor no aplica conocimiento nuevo, la docencia
se va deteriorando, y al final de 15 años lo que tenemos es un profesor
reiterativo", añadió Santillán.
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