México D.F. Domingo 18 de abril de 2004
Del 3 al 10 de abril, la semana más costosa
en vidas para los invasores
Cambia en Estados Unidos la imagen de la guerra con
la llegada de soldados caídos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 17 de abril. Los días más
sangrientos para los estadunidenses en Irak desde que comenzó la
guerra han cambiado la percepción pública del conflicto,
y esta semana, por primera vez, los medios estadunidenses mostraron la
llegada de cadáveres de sus soldados caídos en Irak.
En
la primera quincena de abril murieron más soldados que el total
en cualquier mes desde que arribaron las fuerzas invasoras a Irak. Por
cierto, ha sido el saldo de caídos en batalla más alto para
las tropas de Estados Unidos desde la guerra de Vietnam: la semana del
3 al 10 de abril fue la más costosa en vidas humanas para las fuerzas
estadunidenses, con 64 muertos.
La insurrección iraquí ha generado problemas
al gobierno de George W. Bush, lo que ha provocado dudas en amplios sectores
sobre el manejo de la invasión y ocupación, y la falta de
una clara estrategia para una salida del conflicto.
Pero en estos últimos días lo más
notable fue el cambio de la imagen de esta guerra. El lunes, el New
York Times y el Washington Post publicaron en sus primeras planas,
por primera vez desde el comienzo del conflicto, la llegada a Estados Unidos
de ataúdes de soldados muertos en Irak.
Hasta ahora ningún medio masivo había ofrecido
una sola imagen de las bolsas con cadáveres de soldados repatriados
al país.
El jueves, el Times ocupó una página
en-tera para publicar nombres, fotos, lugares de origen y edad de los 64
militares muertos en una sola semana en Irak.
CBS, CNN y otras cadenas de televisión han mostrado
escenas que hasta ahora se desechaban, como la de un soldado estadunidense
abriendo la compuerta de su tanque, del que salió manchado de sangre.
Escenas de sepelios, el llanto de las familias y ceremonias
religiosas fúnebres son ahora comunes en los medios masivos.
No es que no se supiera de muertos o heridos a lo largo
de más de un año de guerra. De hecho, han muerto 689 (junto
con unos 10 mil iraquíes); lo que ha cambiado es la imagen, y con
ello la óptica con la que los medios y, por ende, el público
observan la guerra al otro lado del mundo.
Pero no son sólo las imágenes de los soldados,
sino también las de los iraquíes lo que ha cambiado. La semana
pasada, el Times publicó la foto de un niño de dos
años cuyo brazo y pierna habían sido destruidas. Otra foto
mostraba un auto destrozado frente a un retén estadunidense, cuyos
dos ocupantes habían sido acribillados.
Cuando este tipo de imágenes eran trasmitidas por
medios árabes, como Al Jazeera, Washington las calificaba de propaganda.
El cambio hacia las imágenes de la guerra, particularmente las trasmitidas
por la televisión, son más poderosas que cualquier palabra
escrita o declarada -las de soldados muertos junto con las del luto de
las familias aquí-, y son muy peligrosas para los políticos
en Washington.
"Una vez que uno ocupa Bagdad, no está claro qué
se haría allí. No está claro qué tipo de gobierno
instalaría en lugar del que estaba ahí", comentó uno
de los críticos que abogaban por la invasión y ocupación
de Irak, en la primera guerra del golfo.
Agregó: "¿Qué tanta credibilidad
tendría ese gobierno si es establecido por los militares estadunidenses
cuando estén ahí?", y concluyó: "Creo que tener a
las fuerzas es-tadunidenses insertadas en una guerra civil en Irak cabe
en la definición de un atolladero, y no tenemos absolutamente ningún
de-seo de empantanarnos de esa forma".
Estas fueron las palabras del actual vicepresidente, Dick
Cheney, en 1991, cuando se desempeñaba como secretario de Defensa
del ex presidente George Bush padre.
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