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México D.F. Domingo 18 de abril de 2004
Comenzaron a finales de 2001 los preparativos
para invadir Irak
George W. Bush comenzó los preparativos para invadir
Irak desde finales de 2001, y a principios de 2003 estaba decidido a lanzar
la guerra contra Saddam Hussein, a pesar de que sabía que las pruebas
sobre la existencia de armas de destrucción masiva no eran concluyentes,
revela el periodista Bob Woodward en su libro Plan de ataque, lanzado
el viernes, informó el diario Washington Post.
En noviembre de 2001, 72 días después de
los atentados en Nueva York y Washington, Bush pidió a su secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld, iniciar preparativos para "proteger Estados
Unidos quitando a Hussein, si tenemos que hacerlo". A finales de ese año,
el presidente reunió a su gabinete de guerra en su rancho de Crawford,
Texas, para discutir la situación en Afganistán y planificar
una posible invasión a Irak.
En esas primeras consultas, el subsecretario de Defensa,
Paul Wolfowitz, propuso enviar una misión militar para asegurar
los campos petroleros y luego "esperar que la oposición derrocara
a Hussein", asegura Woodward. Cuando se discutían los diferentes
escenarios para debilitar a Hussein, el vicepresidente Dick Cheney era
el principal defensor de la solución militar, revela el libro.
Fue a partir del verano de 2002 que comenzaron las diferencias
entre Cheney y el secretario de Estado, Colin Powell. El vicepresidente
favorecía una intervención unilateral en Irak, mientras que
Powell defendía la participación de Naciones Unidas.
En una reunión en la Casa Blanca, Bush presionó
a Powell para que se sumara a la causa de la guerra. "¿Estás
conmigo en esto? Creo que la tengo que hacer", le dijo Bush a su canciller.
Para principios de 2003 Bush estaba convencido de que
el jefe de inspectores de armas masivas en Irak, Hans Blix, a quien calificaba
de "mentiroso", no estaba aportando elementos que permitieran justificar
la intervención. Sin embargo, el director de la CIA, George Tenet,
presentó a Bush pruebas que consideraba suficientes para probar
la legalidad de la guerra. "¿Es todo lo que tenemos?", habría
preguntado Bush a Tenet, cuenta Woodward, quien en su libro entrevistó
a 75 personas, incluidos Bush y Rumsfeld.
Woodward y Carl Bernstein cobraron fama mundial en 1974
al revelar el escándalo Watergate, que provocó la
caída de otro presidente republicano, Richard Nixon, al dar a conocer
que éste espiaba a sus opositores demócratas.
DE LA REDACCION
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