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19 de abril de 2004


CAMBIOS

Sentados a su mesa de siempre en el lugar de siempre, con las tazas humeantes frente a ellos, Federico y Benjamín, eternos conspiradores de café, se enfrascan esta mañana en un tema de actualidad.

--B* Los cambios no tienen que ver con el gabinete económico, de lo que te hablo, Federico, es del peso y el dólar. En las últimas semanas ha habido rumores de que nuestro peso, tan fuerte como su nombre de pila, podría perder algo del valor que ha mantenido con tanto esfuerzo.

--F* Pues sí, mira que en el Templo de 5 de Mayo se han empeñado en que no se vaya el precio de los verdes mucho más allá de los 11 pesos. "Estabilidad de los precios de la economía" es el lema de moda y se mantiene con disciplina espartana, con cortos y más cortos, además de un estricto control fiscal.

--B* Oye, yo encontré en un volumen viejo de los Anales de la Banca Descentrada, de fines de los años setenta, un estudio sobre el papel de la estabilidad en la política económica. Dice ahí, luego de muchas fórmulas que parecen como un manual de alguna instalación electrónica, que esa es una condición necesaria para impulsar el crecimiento de la economía y crear empleos permanentes y bien remunerados.

--F* Aquí entre nosotros esto suena un poco raro, pues si algo se ha logrado aquí es la estabilidad, aunque no ha habido ya en tres años crecimiento y más empleos. Pero nadie se ocupa de explicar esta discrepancia entre las teorías y las medidas administrativas que se toman y su efecto en esta economía. ¿Será que la expansión vendrá como un premio divino por ser tan persistentes con el control de los precios? Si es así, pues a rezar.

--B* La estabilidad tan apreciada tiene una de sus anclas en el tipo de cambio pues, como sabes, es uno de los que se llaman "precios clave" de la economía. En condiciones de una apertura casi total de los movimientos de mercancías y de capitales incide de manera muy relevante en la inflación. Ahora el tipo de cambio es flexible, lo que quiere decir que el valor del peso frente al dólar se determina por la oferta y la demanda y sin intervención del banco central.

--F* Eso está muy claro, según parece. La oferta de dólares está respaldada por grandes reservas internacionales de casi 60 mil millones de dólares. Pero también ayuda el estancamiento productivo pues la demanda de importaciones es menor. Fíjate, entonces, que buena parte de la estabilidad reciente tiene que ver con el hecho de que la economía no crece. Esto es lo que los expertos en lógica llamarían un dilema: cómo salir del estancamiento productivo manteniendo la estabilidad de los precios, empezando por el mismo tipo de cambio. Yo la veo muy difícil.

--B* Será que esto de la flexibilidad y la no intervención en el mercado cambiario sí está funcionando.

--F* Pero Benjamín, ¿realmente nadie interviene en el mercado para incidir sobre el valor del peso? Es difícil de entender que un "precio clave" se deja a la libre determinación del mercado. Hay formas indirectas de afectar ese valor, como los famosos cortos, la manera en que se fijan las tasas de interés y hasta la severa restricción del crédito de los bancos.

--B* Viejo tú de veras que no crees en nada. Mira existe una Comisión de cambios que según la ley del Banco de México conduce la política cambiaria. Es un órgano colegiado con tres representantes de la Secretaría de Hacienda y otros tres del Banco de México. La presidencia la lleva el secretario de Hacienda. Así que fíjate que en última instancia la determinación de la política sobre el tipo de cambio la tiene el Poder Ejecutivo y no el banco central. Unos dicen que esto debe ser así pues se divide la responsabilidad entre la gestión monetaria y cambiaria. Pero, dicen otros, que se limita la autonomía que la Constitución otorga al Banco de México para controlar la inflación. Los puristas de la banca central quieren tener el control de la política cambiaria, otros prefieren la situación actual pues piensan que la autonomía puede ir demasiado lejos e ir contra los programas de crecimiento del gobierno.

--F* La complicación no es solo técnica, Benjamín, tiene que ver con el modo en que se ejerce el poder político y las atribuciones de una entidad del Estado con carácter autónomo frente al Ejecutivo. La ley no establece siquiera que el Banco de México deba rendir cuentas, aunque autonomía no es igual que independencia del resto de las instituciones del país.

--B* Pero la Comisión de cambios regula la cantidad de dólares de la reserva que se inyectan en el mercado; anuncia de modo anticipado los montos que estarán disponibles y los periodos en que se venderán. Eso da mayor certidumbre y evita fluctuaciones grandes en el valor del dólar.

--F* Todo esto es muy conmovedor, Benjamín: el libre mercado, los mecanismos de regulación preanunciada y las autoridades que actúan sin intervenir y así controlan a los grandes operadores con dólares. Pero dime qué pasa el día que sólo Citibank sale a comprar cantidades grandes de dólares y con ello es capaz de mover casi al gusto el tipo de cambio. En Banco de México y en Hacienda aceptan como una fatalidad del destino que ningún banco central del mundo es capaz de contener a los especuladores y en México la resistencia es bastante débil §



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