México D.F. Miércoles 21 de abril de 2004
El presupuesto ejercido en el rubro es de 5.8%
del PIB, el más bajo en América Latina
Es muy poco lo que se destina al gasto en salud, admite
Julio Frenk
El promedio en el continente corresponde a 6.9, mientras
Costa Rica y Colombia le asignan 9
El gobierno sólo aporta 42 por ciento, pues el
resto proviene del bolsillo de las familias, asegura
CAROLINA GOMEZ MENA
México invierte muy poco en el gasto al sector
salud, apenas 5.8 por ciento del producto interno bruto (PIB), reconoció
Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), al detallar
que países como Costa Rica y Colombia destinan aproximadamente 9
por ciento del PIB a este rubro, mientras el promedio en América
Latina es de 6.9.
Asimismo
"menos de la mitad, 42 por ciento" de la mencionada proporción,
es de origen público, pues poco más de "55 por ciento del
gasto total en este rubro es gasto de bolsillo de las familias", lamentó
Frenk al resaltar que "México es el único entre los países
grandes de América Latina en que hay una presencia muy pequeña
de los seguros privados; son sólo 3 por ciento del financiamiento
total".
Al inaugurar la Conferencia Internacional sobre Innovaciones
en el Financiamiento de la Salud, el funcionario hizo hincapié en
que tanto las aportaciones del Estado como las de los seguros privados
auscultados por el gobierno deben incrementar la participación para
evitar que sean las familias las que utilicen sus recursos para sufragar
los gastos en salud.
De acuerdo con la Ssa, "dos millones de familias incurren
en gastos catastróficos de salud, lo que representa en promedio
más de 30 por ciento del ingreso familiar disponible, y eso pone
en riesgo la satisfacción de otras necesidades vitales".
Pero también empuja "a otro millón y medio
de familias por debajo de la línea de la pobreza".
Según Frenk Mora, la reforma financiera al sistema
de salud que propone la Ssa va encaminada a evitar estas situaciones de
"indigencia médica", pero descartó que la idea sea convertir
al gobierno en administrador de la salud, y dejar que la inversión
en el rubro la hagan los privados.
"El financiamiento a la salud es una responsabilidad pública.
En todos los con economías avanzadas la salud se financia fundamentalmente
con cuentas públicas, esto es justamente la reforma que impulsa
el Presidente y que se inscribe muy bien en las tendencias mundiales".
Justamente fue Vicente Fox el encargado de inaugurar dicha
reunión, en la que resaltó que con el seguro popular, el
brazo operativo de la reforma sanitaria en el país, "cortamos
de tajo el círculo vicioso pobreza-enfermedad-pobreza y hacemos
realidad la justicia financiera".
Según Fox, con este esquema las familias tienen
"garantizada la atención a la salud sin empobrecerse", y recordó
que actualmente 700 mil familias están inscritas en él, pero
al concluir su administración serán 5 millones las familias
afiliadas.
En su discurso afirmó que el seguro popular es
un "eficaz promotor, no sólo de la salud, sino también de
la equidad y del desarrollo social", por lo cual aseguró que "en
México no hay ciudadanos de primera ni de segunda; la salud es hoy
un derecho, no un privilegio", expuso ante representantes de Latinoamérica,
Europa y Asia.
No obstante, esto no impresiona a representantes de otras
latitudes, pues un ejemplo cercano de gran inversión en ese rubro
es Estados Unidos, que destina 13.9 por ciento del PIB a salud y Uruguay,
que designa 10.9 por ciento, mientras México, con el porcentaje
indicado, apenas destina 356 dólares por habitante al año.
César Gaviria Trujillo, secretario general de la
Organización de Estados Americanos, tras elogiar lo logrado por
la denominada Ley 100 de Colombia, que de acuerdo con los ponentes democratizó
el sistema de salud, y es el punto de referencia del seguro popular mexicano,
recomendó a los latinoamericanos "abandonar el camino de la sobresimplificación"
y "reconocer que en nuestros problemas no hay soluciones mágicas".
Agregó que tanto el "estatismo" como el "proteccionismo,
el mercado libre, la apertura, la globalización, son fórmulas
o recetas que nunca explican nuestros principales problemas ni nuestros
transitorios éxitos o nuestros frecuentes fracasos".
Gaviria ensalzó los esfuerzos por compartir experiencias
en financiamiento de salud, mientras Diego Palacio Betancurt, ministro
de Protección Social de Colombia, resaltó que, antes de la
Ley 100, su país sólo destinaba 3.5 por ciento del PIB a
salud, en tanto hoy le dedica 9.3 por ciento.
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