México D.F. Miércoles 21 de abril de 2004
En un concierto surgen alegría y tristeza
únicas, se da una comunicación hormonal, expresa
El canto es el torbellino y el gran remanso para Jeanette
Macari
El 29 de abril comenzará en El Bataclán
una gira con su espectáculo Las que me sé
ARTURO CRUZ BARCENAS
El
canto "es el gran torbellino y el gran remanso" para Jeanette Macari, cantante
y actriz egresada del Conservatorio Nacional de Música y de la Guildhall
School of Music and Drama, de Londres, Reino Unido, quien considera que
un concierto posibilita una alegría o tristeza únicas, "y
una comunicación hormonal".
El 29 de abril comenzará una gira por diversos
lugares del Distrito Federal, que empezará en el Bataclán
de La Bodega, en la Condesa, con su espectáculo Las que me sé.
En entrevista en su casa de Coyoacán, la artista
que se ha caracterizado por desarrollar una gran variedad de papeles de
ópera y teatro musical, genéricamente de cabaret, expresó:
"Con los años he entendido que la física y las vibraciones
tienen mucho que ver con lo que hago, para que se dé la empatía.
"El canto permite sentir esa empatía con gran intensidad.
El canto es todo lo que no se permite en la vida cotidiana", precisó.
Macari empezó a cantar a mediados de los años
70 en el dueto Ars Nova, al lado de su hermano Eblen, donde trabajaron
una fusión de música española antigua, canción
celta y latinoamericana, más las composiciones de Eblen.
Para Jeanette, la canción ha perdido el misticismo
por la comercialización. "Un halago fue lo que alguien me dijo alguna
vez: que yo hago de una canción una pequeña ópera."
Hacer eso, de una canción una pequeña ópera,
"es contar una historia de principio a fin. Es que viva y muera todo en
una canción. No es enseñar tu voz bonita, sino tener una
secuencia dramática. Quien escribe canciones es un genio, pues es
capaz de decir muchas cosas en tres minutos.
"Sí se ha perdido mucho en el sentido de las canciones.
Pocos saben hacerlas, como Silvio Rodríguez, Armando Manzanero,
pero la oleada hace cancioncitas, baladitas, tonadas con palabras, que,
no obstante, compite con la calidad de unos cuantos.
"Hay temas que están oscurecidos por este oleaje
de basura, pero no se pierden."
Enfoque profundamente teatral
Desde 1985, el enfoque del trabajo musical de Jeanette
es profundamente teatral. Colaboró con directores como Juan Ibáñez
(Siempre es hoy) y Jesusa Rodríguez (Atracciones Fénix)
y, como una vía alterna a la ópera, genera sus propios espectáculos,
como Hojas secas, Flor del vicio, Réquiem para
un gángster, El bolero de la Tosca y el más reciente,
Las que me sé. Funde el espíritu del music hall
y el cabaret europeo de los treinta, la ópera tradicional, el ambiente
de Broadway, la herencia bolerística y la revista musical mexicana.
En ese 1985, debutó en el Palacio de Bellas Artes
y ha cantado principalmente bajo la batuta de Enrique Patrón de
Rueda, Fernando Lozano, Enrique Diemecke, Guillermo Salvador y Francisco
Servín. Entre otras obras, destacan Madame Butterfly, La
vida breve, Los siete pecados capitales y Carmen. Pero
siempre se escuchan los ecos de su admiración por Kurt Weill.
"Estoy en el circuito exterior, no en el show business.
Mientras más gente te escucha más posibilidades tienes de
moverte, de tener acceso a los teatros. Juan Ibáñez me decía:
'¡la taquilla!', cuando yo le quería cobrar más. Me
señalaba que la taquilla era la ópera Carmen, no fulanito
de tal. El ser taquillero es una gran ventaja. Sí, se trata de tener
algo que ver con la taquilla, aunque sea en el circuito exterior, porque
también ya está muy peleado.
"Hace 15 o 10 años existía el alternativo,
pero ahora no entiendo qué es eso. Debemos cambiar la mentalidad
para poder entrar en circuitos no comerciales, pero que tengan taquilla.
El problema es que esa taquilla está abarrotada con cosas fáciles
y seguras. Hay cosas maravillosas, pero la tendencia que veo es que al
dueño de teatro, al representante, al mánager, al empresario,
le gusta irse por lo seguro.
"En este mundo, el mío, existen líneas que
hay que seguir, pero ya nos están invadiendo. ¿Dónde
vamos a quedar los exteriores? Yo he estado en La Planta de Luz, pero ahí
también aparece Hernaldo Zúñiga. ¿A qué
circuito pertenece? Lo cantan las Pandora, y no es que esté mal.
Ya no es tampoco el gran prejuicio de hace 20 años, cuando se creía
que aparecer en la tele era rebajar el trabajo. Yo me he ubicado hasta
en el circuito ultraexterior.
"Con Las que me sé logré una gran
empatía".
La química es a pesar de uno
-Hay artistas, cantantes, que para conectarse con el público
cambian de estilo...
-¡Eso es tanto como si para conectarte con un amante
cambias tu color de lápiz de labios! O si haces un gesto pensando
que le va a gustar más. La conexión química que se
tiene con un amante es a pesar de ti. Es porque estás haciendo lo
que tu cuerpo necesita hacer. Lo mismo pasa en el espectáculo. Si
no quieres agradar, sino que simplemente haces lo que tienes que hacer,
buscas la química.
-¿Cuándo cantas hay una comunicación
hormonal?
-Absolutamente. Quien no lo hace es porque es antivital,
pero eso es porque ya está muy estúpido, imbécil,
pendejo. Estos envíos hormonales son porque se dan los olores, la
mirada, el timbre de voz.
"Hay un gran miedo a sentir el amor, el anhelo, el riesgo
permanente que es la vida, toda esta corriente de que hay que estar bien,
de que hay que ser positivos. Yo no sé qué es estar bien.
Lo que veo es que la naturaleza está chueca y la gente se olvida
de lo que está hecha. Tenemos una desesperación por estar
bien que provoca un miedo a sentir.
"Pero si subes a un escenario y avientas lo que tienes,
la gente siente. En un escenario se transmite el poder del movimiento de
un brazo. Por eso sigo cantando, porque sigo descubriendo que ahí
está mi parte humana, donde la percibo con más claridad.
Ahí y cuando me enamoro."
-¿Te preocupa envejecer?
-¡Pero por supuesto! Quisiera que no me atormentara.
Acepto lo de la edad. Pero eso no quiere decir que no me preocupe el tiempo,
aunque me preocuparía más perder mi alegría.
"En esta etapa de mi vida, luego de haber trabajado con
la ópera, enamorada del impresionismo, busco tener continuidad,
mantener mis producciones. Pienso vender mis propuestas en el exterior.
Estaré en Puerta de las Américas, con Regina Orozco. Mi cabaret
es contemporáneo."
-Hay cantantes que se meten a cantar arias, por ejemplo,
pero se nota inmediatamente que no saben cantar eso...
--Sí. Pero no son. Con la ópera, una cosa
es tener agudos y graves, una extensión vocal, pero se necesita
no sólo la respiración, sino el cuerpo de la voz. Quien se
mete debe asumir que debe ser en homenaje a, en recuerdo de, un refrito
de, porque la ópera es otra cosa.
Jeanette se presentará con el contrabajista Agustín
Bernal. La gira abarca el 7 de mayo, en la Planta de Luz; 14 y 28 de mayo,
La Bodega; 5 de junio, Puerta de las Américas (Lunario); 19 de junio,
La Bodega, y 3 de julio, Planta de Luz.
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