México D.F. Miércoles 28 de abril de 2004
Desde 1991 han denunciado la construcción
deficiente de los edificios que habitan
René y Dolores nos olvidaron: vecinos
de la unidad Nueva Tenochtitlán
La UPNT, de Bejarano y Padierna, se deslindó
de la construcción fraudulenta, señalan
BERTHA TERESA RAMIREZ
Sin que hasta el momento nadie se haga responsable de
la construcción fraudulenta de la unidad habitacional de la Unión
Popular Nueva Tenochtitlán (UPNT), ubicada en Tláhuac, es
incierto el futuro del único patrimonio de 180 familias que hace
10 años adquirieron un crédito del Fondo Nacional de Habitación
Popular (Fonahpo) por medio de esa organización, a cuya cabeza estaban
René Bejarano y su esposa, Dolores Padierna.
Aunque
los vecinos consideran que podría solucionarse el problema estructural
que presentan los edificios, luego de un estudio, la UPNT -que ya desapareció-
siempre se negó a asumir su responsabilidad. Mientras, de la Constructora
del Centro, que llevó a cabo la edificación, desde septiembre
de 1996, cuando entregó la unidad, jamás volvieron a saber
de ella.
El director del Instituto de la Vivienda (Invi), David
Cervantes, señaló que ese organismo analiza la posibilidad
de llegar a un acuerdo con Fonhapo en busca de "una salida" al problema;
explicó que, de llegar a un arreglo con esa institución,
los condóminos tendrían dos opciones: renunciar a sus viviendas
para que el Invi esté en posibilidad de otorgarles un nuevo crédito
-pues no pueden ser sujetos de dos créditos de instituciones públicas-,
o analizar la viabilidad de rehabilitar los inmuebles.
Indicó que en cualquier caso, los afectados tendrían
que contar con la autorización del Fonhapo, "que tendría
que determinar qué hace con su crédito y cuál sería
el apoyo que podría dar a las familias".
Sin embargo, Ligia Santoyo Aguilera, responsable de Atención
a Grupos Sociales del Fonhapo, deslindó a esa institución
de responsabilidad; precisó que el organismo es una entidad exclusivamente
financiera, que sólo está facultada para otorgar créditos,
y son las asociaciones civiles o cooperativas -en este caso la UPNT- las
que tienen la responsabilidad de contratar a quien lleva a cabo la construcción
de los inmuebles.
La funcionaria indicó que actualmente el único
compromiso del Fonhapo con la asociación civil UPNT, en el caso
de la unidad habitacional de Tláhuac, "es en lo que se relaciona
con una línea de crédito para la edificación de viviendas,
en su momento lograr que lleguen a obtener una escrituración individual
y recuperar el crédito otorgado".
Se niegan a dejar sus viviendas
Desde agosto de 2001, los vecinos del conjunto habitacional
declararon a este diario que las estructuras de los edificios están
dañadas. Casi tres años después la situación
no ha cambiado para 93 familias, que han decidido no abandonar los inmuebles,
pese al temor de que sus casas se vengan abajo.
El resto de las familias (87) se incorporaron al Programa
Emergente para la Prevención de Riesgos Meteorológicos, en
2001, por medio de un convenio que suscribieron con René Bejarano
y el entonces delegado de Tláhuac, Francisco Martínez Rojo,
mediante el cual el Invi les entrega un apoyo mensual de tres mil pesos,
para renta.
Entre otros compromisos que asumió el Invi, también
se incluía el de otorgar a cada familia que aceptara la reubicación
un crédito por 130 mil pesos, para la compra de vivienda nueva en
proyectos en desarrollo en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez,
Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.
A las puertas de su domicilio José Manuel Pasión
dijo que varios vecinos decidieron no dejar sus departamentos y no aceptaron
el acuerdo porque consideran que la UPNT debía solucionar el problema.
Recuerda que prácticamente desde que les entregaron las viviendas
se comenzaron a notar las fallas, pero "a pesar de que exigíamos
a nuestros líderes que buscaran a la Constructora del Centro para
que arreglara los problemas, ellos nada hicieron".
Frente a una pared que luce resanada para ocultar las
profundas cuarteaduras, recuerda que para obtener su departamento tuvieron
que apoyar "a Dolores y a René en todas las marchas y mítines
que organizaban" para impulsar las candidaturas de muchos perredistas que
"después de que se encumbraron se olvidaron de nosotros".
En declaraciones a este diario hace cuatro años,
Amelia Ortega Zúñiga, entonces presidenta de la mesa directiva
vecinal, señaló que, de acuerdo con los estudios técnicos
realizados, se encuentran en riesgo pues "los edificios no son aptos para
soportar cinco niveles", sin contar los tinacos y los tanques de gas que
se ubican en las azoteas.
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