México D.F. Miércoles 28 de abril de 2004
Las pruebas se realizan en el Centro Juvenil de Santa Martha Acatitla
Examinan a ocho jóvenes presuntos delincuentes para determinar su edad
Medida luego de la muerte de un interno por golpes, quien al parecer era menor de 18 años
SUSANA GONZALEZ G.
A raíz de que un indígena mazateco menor de edad fue internado en el Reclusorio Oriente a principios de año, y murió poco después, tras haber sido golpeado por otros dos presos, la Dirección General de Prevención y Readaptación Social (DGPRS) del gobierno capitalino dispuso enviar al Centro Juvenil de Santa Martha Acatitla a los presuntos delincuentes sobre los que exista duda sobre su edad, hasta que ésta sea determinada.
A la fecha, ocho jóvenes se encuentran en esa situación, y se les aplican diversos estudios (óseos y de dentadura, entre otros) para determinar su edad, puesto que carecen de documentos oficiales, manifestó Margarita Malo, directora de Derechos Humanos de la DGPRS.
La funcionaria mencionó que otros 11 internos fueron sometidos a dichas pruebas y únicamente en un caso se determinó que era menor de edad, por lo que de inmediato fue remitido al Comisionado de Menores del Consejo Tutelar, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Esas medidas se derivaron de la muerte de Felipe García Mejía, ocurrida el 17 de enero de este año en el hospital de Xoco, donde fue llevado después de haber sido golpeado por Guillermo García López, El Mudo, y Juan Carlos Sánchez Ortiz, La Borrega, con quienes tuvo una disputa por su chamarra.
Felipe ingresó el 3 de enero al Reclusorio Oriente, junto con su hermano mayor, Eduardo, y otros dos jóvenes, todos acusados de robo en pandilla. Los hermanos García Mejía, indígenas mazatecos provenientes de Oaxaca, trabajaban de diableros en la Central de Abasto. Al momento de ser detenidos, Felipe mintió sobre su edad para no ser separado de su hermano y porque pensó que aumentarse los años lo beneficiaría, cuando lo más común es que los jóvenes que delinquen digan ser menores de edad.
Margarita Malo explicó que los jóvenes todavía no habían sido seleccionados para ser enviados a determinada área del penal, porque su proceso apenas se iniciaba. Así, permanecieron en la zona 4 del área de ingreso y ahí fue donde ocurrió el pleito de Felipe con los otros dos internos. Las autoridades no saben aún cuántos años tenía realmente Felipe, pues no llevaba consigo ningún documento de identificación.
Otro problema que enfrenta la DGPRS es que los reclusorios Norte y Oriente no cuentan con áreas especiales para remitir a los jóvenes, por lo que, a partir del caso referido, de manera precautoria se determinó enviarlos al nuevo penal juvenil.
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