Las remesas constituyen una
creciente fuente de recursos en los países de América
Latina. Estas provienen fundamentalmente de los salarios que ganan los
trabajadores migratorios en Estados Unidos. Los recursos de las remesas
son un complemento esencial del ingreso de un número creciente
de familias.
En el conjunto de la región estos flujos
alcanzaron un monto de más de 38 mil millones de dólares
en 2003. En términos per cápita representaron en promedio
136 dólares, destacándose su relevancia en El Salvador,
República Dominicana, Guatemala, Nicaragua. En el caso de
México el monto llegó a 13 mil 266 millones de
dólares, una tercera parte del total, y representaron 131
dólares per cápita. El peso de estos recursos es
aún muy bajo relativamente en Brasil, Colombia, Venezuela y
Argentina que son de las economías grandes del subcontinente.
El costo de las transferencias de remesas desde
Estados Unidos a México se ha reducido, pero es aún muy
elevado. Para remesas de 300 dólares (se estima que en promedio
las transferencias son del orden de 280 dólares) se observa en
una muestra representativa que, además de la comisión que
cobran las empresas, derivan una ganancia extra por el tipo de cambio
que aplican en las operaciones. De tal manera que en una
operación típica, mediante, mediante el sistema de BBVA
Bancomer con el Harris Bank se reciben sólo 285 pesos en
México. Dado el volumen de las remesas que se envían al
país, este es un negocio muy apetitoso para los intermediarios,
aunque merma el ingreso efectivo de las familias receptoras §
Remesas Familiares
MILLONES DE DOLARES
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