MEXICO Y MERCOSUR, OBJETOS OPUESTOS | 3 de mayo de 2004 | |
La noticia de que México quiere ser miembro pleno de Mercosur, unión aduanera compuesta por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, causó sorpresa en el bloque sudamericano. El 15 de abril, desde Montevideo, Uruguay, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, anunció las intenciones de su gobierno para integrarse como miembro pleno en el Mercado Común del Sur (Mercosur). Pese a las declaraciones del vicecanciller argentino, Martín Redrado, quien en nombre de la unión aduanera dio la bienvenida a la iniciativa mexicana, hay serias dudas sobre si eso será posible. Según analistas, la mayor traba a una integración real estriba en las disímiles políticas comerciales entre México y el Mercosur. Mientras México está integrado plenamente con la economía más competitiva del mundo, Estados Unidos, el Mercosur sigue en gran medida protegido y cerrado al resto del mundo. Además, analistas señalan que los mexicanos han mostrado poco interés en el pasado por abrir su sector agrícola a las importaciones, donde el Mercosur es más competitivo. De hecho, tal sector queda mayormente exento de sus compromisos con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). "Sin una apertura agrícola, el incentivo económico para el Mercosur de integrarse con México es casi nulo", afirma Jorge Campbell, ex secretario argentino de Relaciones Económicas Internacionales durante la presidencia de Carlos Menem. "Lo único que queda al Mercosur es competir con las maquiladoras contra la economía más fuerte del mundo." La apertura económica de México tras su incorporación al TLCAN ha dejado al país con aranceles muy debajo de los del Mercosur, que rondan entre 13-15 por ciento por productos extra zona. Por tal motivo, ser miembro asociado, como son hoy Chile, Bolivia y Perú, es lo mejor a que puede aspirar México, expresan analistas. Como tal, recibiría preferencias arancelarias en su comercio con los otros miembros, pero a la vez mantendría su independencia arancelaria con los demás países fuera del bloque. Actualmente el único acuerdo que México tiene con el Mercosur, además de pactos bilaterales con Uruguay y Brasil, es un tratado sobre automotores que representa la mayoría del comercio actual. Con ese tratado el intercambio comercial con arancel cero aumentará hasta 210 mil vehículos en 2006. Más allá de los intereses con México, la prioridad del Mercosur hoy día es otra. Tras el fracaso de Estados Unidos por generar apoyo para el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que unificaría la política arancelaria de los países del hemisferio occidental, todos los esfuerzos del bloque están puestos en lograr un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). Según funcionarios brasileños y argentinos, la disposición de la UE para aumentar los cupos para exportaciones agrícolas del Mercosur hace factible que un acuerdo sea firmado antes de octubre. Otra prioridad del Mercosur es ampliar el comercio con el otro gran bloque de América del Sur: la Comunidad Andina (Can), compuesta por Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Actualmente el comercio entre ambos ronda 5 mil 800 millones de dólares, con un fuerte superávit en favor de los países del Cono Sur. Aunque la idea de un acuerdo Can-Mercosur ha existido desde hace más de cinco años, la confluencia política de Brasil y Argentina durante los gobiernos de Luis Inacio Lula da Silva y Néstor Kirchner, respectivamente, ha dado un nuevo impulso. Los dos países desean expandir su liderazgo en Sudamérica, uniendo el continente bajo el paraguas del Mercosur. Tal acuerdo no sólo serviría para generar oportunidades de negocio, sino también como contrapartida a una renovada puja integracionista de Estados Unidos. Pero para el Mercosur avanzar en esa o cualquier negociación hace falta primero consolidarse como bloque. Pese a las buenas intenciones de Kirchner y Lula, la integración argentina y brasileña padece varios puntos de conflicto que traban una integración macroeconómica más plena. Casi semanalmente surgen problemas sectoriales entre los países, que copan de la atención de los medios y requieren la intervención de los más altos funcionarios del gobierno para resolverse. "La institucionalización y ordenamiento jurídico del Mercosur es la patada inicial para que el bloque pueda proyectarse a escala internacional", señala Jorge Horcio Lavope, profesor de derecho de integración en la Universidad de Buenos Aires § Los cancilleres de México, Luis Ernesto Derbez, y
de Argentina, Rafael Bielsa |