Aclaran que no se pretende practicar la clonación humana

Se basan en creencias los opositores al Inmegen, aseveran científicos

KARINA AVILES

Al considerar 舠una verdadera afrenta nacional舡 preparar a  investigadores para 舠espacios científicos que no existen舡, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) apuntó que la oposición de algunos sectores religiosos y políticos a la libertad de investigación y al uso de células troncales se fundamenta en creencias y no en datos científicos.

Destacó que al arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, le 舠debería quedar claro舡 que no hay ningún científico en el país que pretenda practicar la clonación humana. La declaración del cardenal, quien se dijo sorprendido porque en el país 舠se repruebe la clonación de las tarjetas y no la humana舡, no es un argumento demostrativo.

En conferencia de prensa, el presidente de la AMC, Octavio Paredes; la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Rosaura Ruiz; el vicepresidente de la AMC, Juan Pedro Laclette, y el investigador nacional emérito Ricardo Tapia se congratularon por la reciente aprobación del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) sin la prohibición expresa de trabajar con células troncales extraídas de embriones humanos, investigación que tiene alta potencialidad para el tratamiento de enfermedades, pues en un futuro se podrían sustituir las células enfermas por sanas.

Reconocieron que existe el 舠riesgo舡 de que se busque echar abajo esta iniciativa por la que se creó el Inmegen. Inclusive,  Tapia dijo que sin ser experto en cuestiones jurídicas 舠la única manera en que esto se pudiera echar para atrás sería mediante el veto del Presidente舡, cuyo partido se opone la investigación con células troncales, al argumentar que se debe respetar el 舠misterio de la vida舡.

Los científicos consideraron que aún es pronto para cantar victoria, pues en México hay mucha proclividad para aprobar leyes, pero muy poca 舠para su implementación舡.

Sólo se tomó la decisión de crear el Inmegen, pero ahora hay que hacerlo funcionar, para lo cual es necesario contar con presupuesto para su organización y operación, expresó Laclette.

Paredes destacó que la prohibición de utilizar células troncales para la investigación 舠obligaba al Inmegen, a la AMC y a la comunidad científica a quedarse atrás y, como siempre, llegar tarde a la investigación de estos temas que tienen potenciales extraordinarios舡 para el tratamiento de enfermedades como el Parkinson, el Alzhaimer, la diabetes, etcétera.

Ricardo Tapia insistió en la diferencia existente entre la clonación reproductiva, que tiene como objetivo generar un organismo completo 舑cuestión a la que se opone la AMC porque no es momento de clonar seres humanos舑 y la clonación terapéutica, por la que se podrían generar nuevas células para remplazar a las que estén dañadas. Por ello, dijo, la prohibición de utilizar células troncales era 舠un atentado a la libertad de investigación舡.

Por otro lado,  Paredes indicó que es una 舠vergüenza舡 y una 舠verdadera afrenta nacional舡 preparar a jóvenes científicos sin tener los espacios para que se inserten: 舠imaginemos los enormes rencores, frustraciones, resentimientos, pérdida de oportunidades, cuando los espacios no están  creados. No hay ninguna excusa que valga... ¿a qué nos esperamos? ¿a que haya otro rescate carretero? ¿otro Fobraproa?舡, cuestionó.

En ese sentido, Rosaura Ruiz manifestó que una actividad central de la AMC será incorporar a los jóvenes a la investigación mediante la creación de nuevas plazas, pues la edad promedio de los científicos es de 50 años y dentro de 舠poco se van a jubilar de manera masiva舡.