|
Antonio Medina
"La anticoncepción de emergencia y la educación
sexual son armas contra la familia", "las relaciones sexuales fuera del
matrimonio deterioran la identidad", "el lugar natural de la mujer es la
casa", "homosexuales y lesbianas son nocivos para la sociedad"; fueron
algunas de las afirmaciones que se escucharon en el III Congreso Mundial
de la Familia que se llevó a cabo a finales de marzo en la Ciudad
de México.
Convocado por organizaciones ultraconservadoras como Red
Familia de México y United Families International (UFI) de Estados
Unidos, el Congreso acogió a líderes fundamentalistas de
la iglesia católica, musulmana y judía. Asimismo, empresarios
de industrias trasnacionales, funcionarios públicos, principalmente
del gobierno federal de México y sus homólogos de Estados
Unidos. También asistieron representantes de Instituciones de Asistencia
Privada del rubro de Pro Vida.
El III Congreso Mundial de la Familia abrió con
un mensaje de dos personajes omnipresentes en el evento: el Papa Juan Pablo
II y el presidente de Estados Unidos, George Bush. Ambos coincidieron en
la defensa de la "familia natural" y del matrimonio entre un hombre y una
mujer. Instaron a que los gobiernos del mundo preserven la raza humana
a través del fortalecimiento de la familia nuclear, la cual, "es
el futuro de las naciones".
De este modo, el propósito del Congreso fue reflexionar
sobre el estado actual de la familia en los países y elaborar estrategias
para influir en los gobiernos y lograr canalizar, de esta manera, recursos
económicos que fortalezcan a la "familia natural", es decir, la
formada por papá, mamá e hijos. Todo lo que no encuadre en
ese esquema --se dijo una y otra vez, ponencia tras ponencia--, "son familias
disfuncionales que deterioran el tejido social y el desarrollo de las naciones".
El señor Jesús Hernández, presidente
del Congreso, dejó claro que ese evento no se realizó para
plantear "buenas intenciones", sino acciones concretas, entre ellas --dijo--
"se debe empezar por presionar a políticos y legisladores para que
hagan leyes que reorienten, por ejemplo, una legislación que defienda
la vida desde la concepción, y motivar a los medios de comunicación
para que difundan contenidos en pro de la familia nuclear". Dicha presión,
--agregó-- también puede ejercerse desde los grandes consorcios
comerciales que "soportan" gran parte de la economía de los países
y despliegan su publicidad en los medios.
Allan Carson, presidente de The Howard Center for Family,
Religión and Society, planteó como un fin importante incidir
en organismos internacionales como la ONU, UNICEF, OMS, OPS, etcétera,
para que ellos a su vez ejerzan presión sobre los gobiernos con
el propósito de que reorienten sus programas y políticas
públicas de educación, salud, derechos humanos y economía,
hacia el fortalecimiento de la familia, "ya que ésta es una obra
del Creador que se inscribe en la naturaleza humana y es la base de todas
las civilizaciones saludables y progresistas".
Responsabilizó del deterioro de "la familia natural"
a quienes impulsan la "ideología de género" y las estrategias
educativas que difunden la educación sexual, la planificación
familiar a través de la anticoncepción de emergencia o el
uso del condón. Culpó a este último "del desenfreno
sexual y la promiscuidad que no previene realmente los embarazos adolescentes
ni el VIH".
Carson, quien también es miembro del Instituto
para los Valores estadunidenses y hombre cercano al presidente Bush, criticó
los recientes avances legislativos en México sobre anticoncepción
de emergencia y pidió que quienes están comprometidos con
la familia natural, pugnen por la derogación de leyes que defienden
el derecho al aborto en todas sus acepciones, e incluso, por violación,
"pues con ello estarán contribuyendo a perpetuar la especie humana
y no a su aniquilación".
El divorcio, traición a Dios
El matrimonio fue tema constante durante los tres días
que duró el Congreso. Peter Spigg, director de estudios políticos
y económicos de Washington, lo definió como "la piedra angular
de la pareja, pues da alegría, madurez y seguridad espiritual al
hombre y la mujer que decidieron comprometerse en un contrato a largo plazo".
Por esa misma razón, elogió las políticas del presidente
George Bush en torno a la abstinencia sexual y de promoción del
matrimonio, que están evitando miles de embarazos adolescentes y
el contagio de enfermedades "venéreas" como el sida.
Aseguró con particular vehemencia que "una pareja
casada está destinada a tener una vida más larga y feliz.
Son personas más productivas en su trabajo y tienen una estabilidad
emocional notable, a diferencia de aquellas personas que viven vidas adversas
(sic) como las solteras, divorciadas o que están viviendo en concubinato."
Los hijos producto de un matrimonio --agregó--
son regularmente más propensos a la felicidad, están alejados
de las drogas y tienen un rendimiento escolar notable. La sexualidad en
el matrimonio --finalizó--, "es la expresión de amor que
tiene por objeto la procreación de los niños, pero siempre
en el espacio que da la mayor seguridad: el matrimonio, ambiente óptimo
para que los niños se desarrollen sanamente".
Para evitar que los matrimonios se desintegren, el premio
Nobel de Economía 1992, Gary Becker, propuso para los gobiernos
comprometidos con el verdadero desarrollo humano, social y económico,
que establezcan contratos matrimoniales con candados que limiten las cláusulas
del divorcio, pues éste es una traición, no solamente entre
las personas que integran la pareja, sino también a la "voluntad
de Dios". Opinó que gran parte de la desestabilización del
núcleo familiar se debe a la independencia financiera que han alcanzado
las mujeres en los países desarrollados y en vías de desarrollo,
lo que conlleva a un menor número de hijos, "aunque en familias
disfuncionales".
El también académico de la Universidad de
Chicago, planteó la necesidad de que los gobiernos apoyen la unión
familiar a través de la creación de esquemas que permitan
a la mujer permanecer en su casa, "cuando menos, los primeros cinco años
de crianza de los bebés".
La tesis del economista fue reforzada por el cardenal
colombiano Alfonso Pérez Trujillo, Presidente del Consejo Pontificio
para la Familia, quien remató diciendo que el divorcio es inadmisible
en cualquiera de sus formas, incluso cuando hay violencia doméstica.
El discurso contradictorio del gobierno
Agrupados en la Red Las Familias Somos..., organizaciones
civiles que defienden los derechos sexuales y reproductivos, se pronunciaron
junto con un grupo de académicos e intelectuales, en contra de la
intromisión de sectores fundamentalistas en las políticas
públicas sobre población, educación y salud de las
mujeres.
Señalaron que el Congreso afecta la laicidad del
Estado mexicano al dar cabida a líderes religiosos y fundamentalistas
de todo el mundo que "pretenden imponer una agenda en las políticas
de México, bajo la estrategia de la coerción de grupos empresariales
nacionales e internacionales, líderes de iglesias como la católica
y grupos ultraconservadores como Pro Vida".
Las ONG criticaron al gobierno del presidente Vicente
Fox por haber avalado con la presencia de funcionarios federales como Carlos
Abascal Carranza, secretario del Trabajo y Ana Teresa Aranda, presidenta
nacional del DIF, posiciones discriminatorias como la de "fomentar la perspectiva
de familia natural y no familias diversas", o "revertir el deterioro de
la moral social laica hacia una moral religiosa" o considerar que "la homosexualidad
es contraria a la naturaleza y dignidad humana, que ataca las instituciones
básicas de la sociedad como son la familia y el matrimonio", posturas
todas contradictorias a las leyes mexicanas.
Aseguraron que el discurso de ambos funcionarios fue "mimetizado"
con el de los congresistas, como el referente a las familias diversas,
del cual Ana Teresa Aranda, respondió a Letra S: "A mi me
invitaron al III Congreso Mundial de la Familia, no al tercer congreso
de la Ley de Sociedades de Convivencia". Agregó que "eso" --las
Sociedades de Convivencia-- no existe ante el organismo que encabeza. Ya
de manera matizada y por la presión de otros medios, explicó:
"el tema de las relaciones conformadas por personas del mismo sexo no se
pueden ignorar. En México aún contamos con un instituto legal
que permita definir a la familia con determinadas características,
por lo que debemos sujetarnos a ese esquema que marca la ley."
Entrevistado por Letra S, el doctor José
Aguilar Gil, presidente de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex), cuestionó
la participación del DIF en el Congreso, al cual su titular no sólo
fue como expositora, sino que se entiende patrocinó el mismo evento
al incluir su logotipo en la invitación y en el programa.
Calificó como "absurdas" las declaraciones vertidas
por Ana Teresa Aranda, respecto a que "la pobreza económica de las
familias se termina en la medida en que sus integrantes crecen espiritualmente".
Aguilar Gil, quien habló a nombre de 12 organizaciones
civiles agrupadas en la Red Las Familias Somos... señaló
que el Congreso careció de rigor científico pues los conferencistas
mezclaron argumentos teológicos.
Silvia Solís, de la Red por los Derechos Sexuales
y Reproductivos, lamentó que funcionarios del gobierno federal,
como Carlos Abascal o Ana Teresa Aranda, pongan por encima sus creencias
personales y no se conduzcan como funcionarios públicos, pues tienen
la obligación de respetar la vigencia del Estado laico.
En ese sentido, la columnista de La Jornada y especialista
en educación sexual Gabriela Rodríguez, entrevistada por
Letra
S, contrastó las posturas de esos funcionarios federales con
el pronunciamiento del secretario de Gobernación, Santiago Creel,
durante la celebración del 30 aniversario del Conapo, que se llevó
a cabo el 30 de marzo, a la par del Congreso conservador. Creel Miranda
"reconoció que los programas de población que ha llevado
a cabo México han sido buenos y se comprometió a darles continuidad",
expresó la especialista.
En la ceremonia de aniversario del Conapo, su directora,
Elena Zúñiga y Roberto Tapia Conyer, subsecretario de Planeación
y Promoción de la Secretaría de Salud, hicieron planteamientos
en los que se comprometieron a fortalecer las políticas públicas
a favor de la equidad de género y la salud reproductiva en el país,
además de continuar promoviendo el uso del condón, la información
y el acceso a la anticoncepción de emergencia, así como garantizar
el abasto de métodos anticonceptivos.
Los homosexuales, desestabilizadores sociales
Uno de los principales ejes del Congreso de Familias fue
la homofobia. En reiteradas participaciones se identificó al movimiento
en favor del "homosexualismo" como uno de los enemigos principales de "la
familia natural".
Peter Sprigg, quien ha trabajado de manera cercana con
el gobierno de George Bush en la elaboración de programas sociales
dirigidos a adolescentes, consideró "peligroso" que algunas naciones
del mundo estén dando reconocimiento legal a las uniones entre personas
del mismo sexo, por considerar que son "nocivas y destruyen la familia
nuclear".
El congresista, ovacionado en repetidas ocasiones por
los más de 2 mil participantes, puso en duda la decisión
de la Asociación Psiquiátrica Americana que en 1973 determinó
que la homosexualidad no es una enfermedad. "No fue en virtud de nuevas
pruebas científicas, sino como parte de una decisión política
resultado de la intimidación de los activistas homosexuales", argumentó.
Sprigg explicó que los grupos pro gays han vendido
la idea de que esa conducta (la homosexual) es normal, pero, agregó,
los homosexuales "son desestabilizadores sociales por excelencia y al obtener
privilegios, como el del matrimonio, le quitan derechos al matrimonio tradicional".
Al respecto, María Aurora Mota, integrante de la
organización Oasis, Centro de la Diversidad Sexual de Monterrey
Nuevo León, aseguró que los congresistas violaron la ley
antidiscriminación al expresar su rechazo y repudio a los homosexuales,
pero, por desgracia, --agregó-- "el mismo gobierno federal está
avalando la discriminación del sector gay al compartir con ellos
el mismo panel". Por ello, instó al gobierno federal a no ceder
a la presión de países fundamentalistas como Estados Unidos,
el bloque musulmán y el Estado Vaticano, quienes lograron que Brasil
retirara su propuesta ante Naciones Unidas para que ese organismo internacional
reconociera la orientación sexual como un derecho humano.
Llamado a defender conquistas
Los integrantes de la red Las Familias Somos... hicieron
un llamado al gobierno de Vicente Fox a defender las políticas públicas
que garantizan el derecho de las personas a ejercer su sexualidad, cualquiera
que esta sea; y dar protección a todos los tipos de familia. Asimismo,
pidieron que el gobierno federal se deslinde de los planteamientos que
derivaron de dicho Congreso, pues al suscribirlos, "el gobierno mexicano
no estaría siendo congruente con las leyes antidiscriminatorias
o con las políticas públicas que lleva a cabo desde instituciones
como el Conapo, Inmujeres, Sedesol, Ssa, SEP, y el Consejo Nacional Contra
la Discriminación, el cual fue propuesto por el propio Presidente
Vicente Fox". |