Una infección
silenciosa
La aparición del VIH/sida revolucionó
las prácticas sexuales en el mundo. El estigma al que se le ha asociado
lo colocó rápidamente como la más grave consecuencia
del sexo sin protección. Y aunque ha acaparado la atención,
existe otro virus silencioso, el VPH o virus del papiloma humano, al que
se relaciona con varios tipos de cáncer y que por la vía
sexual se extiende rápidamente entre la población.
Rocío Sánchez
El virus del papiloma humano (VPH) o papilomavirus
es la más común de las infecciones de transmisión
sexual (ITS) y también es incurable. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), sólo en 1995 se presentaron 30 millones
de casos nuevos en el mundo. En México, el Instituto Nacional de
Salud Pública (INSP) ha investigado grupos donde entre 35 y 40 por
ciento de los varones portan el VPH, según reveló a Letra
S el doctor Eduardo Lazcano Ponce, director del área de Epidemiología.
Se calcula que 60 por ciento de las personas sexualmente activas han estado
en contacto con este virus. La mayor incidencia de la infección
se encuentra en las y los adolescentes.
El VPH ataca la piel y las mucosas. Se conocen 100 tipos
del virus que se identifican por números; 30 de ellos se transmiten
por contacto sexual e infectan la zona genital aunque no haya contacto
de fluidos, ya que pueden traspasarse de piel a piel. Se encuentran generalmente
en el pene y escroto en los varones, en la vagina y vulva en las mujeres,
y en ambos sexos en el pubis, región perianal, boca o faringe.
Las mujeres, las más afectadas
El papilomavirus causa alerta en la salud de las mujeres
porque está directamente relacionado con el cáncer cérvico-uterino,
la primera causa de muerte femenina en nuestro país. En este caso,
la detección oportuna se realiza con estudios de papanicolau y colposcopía
una vez al año. Ambos exámenes buscan lesiones que indican
la presencia del VPH en el cuello del útero.
Cuando una mujer adquiere el virus puede desarrollar una
infección aguda que luego de un tiempo desaparece o una infección
crónica que lleve a lesiones que pueden derivar en cáncer.
Muchas de las infecciones son transitorias, pero entre 5 y 15 por ciento
de las mujeres estaría en riesgo de desarrollar cáncer.
Y aunque las mujeres son las más perjudicadas,
los hombres no están exentos de riesgos, pues "el varón es
depósito y transmisor del papilomavirus", nos informa el doctor
Celso Pérez Rostro, investigador de la Escuela Superior de Medicina
del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en entrevista con Letra
S. No obstante, la gran mayoría de los hombres infectados desconoce
su situación. En parte porque muchos de los tipos de virus no acarrean
síntomas, pero algunos sí provocan lesiones visibles que
pueden ser fácilmente reconocibles. Su tiempo de incubación
varía entre tres semanas y dos años, así que se puede
vivir con la infección durante mucho tiempo sin notarlo.
Los síntomas del papilomavirus son los condilomas:
verrugas que inician siendo pequeñas y aumentan de número
o tamaño hasta derivar en racimos o formas parecidas a una coliflor.
En algunos casos no crecen mucho y desaparecen en unos meses, lo que no
significa que la infección haya cedido, pues el virus permanece
en la zona afectada.
En los hombres, los condilomas se presentan en el glande
y el prepucio como pequeñas protuberancias blancas y lisas. Si se
encuentran en el escroto o cerca del ano son como racimos. Generalmente
son húmedos y no provocan ardor ni comezón. Igualmente, pueden
aparecer lesiones dentro de la uretra que no se detectan a menos que existan
molestias o sangrado al orinar, pero raramente se presentan.
Detectar a tiempo
Según Lazcano Ponce, es difícil detectar
la presencia del VPH en el hombre si no hay condilomas, pues no existe
un procedimiento estándar de cómo tomar muestras y en qué
parte de los genitales. Por esto, la autoexploración es la herramienta
más práctica.
Por su parte, el doctor Pérez Rostro recomienda
un estudio periódico de penoscopía que consiste en introducir
un endoscopio (una pequeña cámara) a través de la
uretra para comprobar si hay úlceras. "Se recomienda un estudio
anual debido a la velocidad con que crecen los tumores, lo que también
depende del riesgo de cáncer del virus encontrado. Por esto es importante
que, una vez detectado el VPH, se determine de qué tipo es, análisis
que realizamos en la clínica de atención al público
en el IPN."
Aunque no existe cura para la infección por VPH,
las lesiones se pueden sanar. Las úlceras de las mucosas se eliminan
con criocirugía (congelamiento para destruir el tejido), cirugía
láser, electrocirugía (corte con un instrumento de alambre
caliente) o cirugía convencional. Los condilomas se quitan con los
mismos procedimientos o con medicamentos que se aplican directamente en
las verrugas. En ambos casos las lesiones pueden reaparecer.
Aunque se hayan curado las lesiones visibles, es importante
el control de la infección con visitas periódicas al médico
para que, de existir riesgo de desarrollar cáncer, se detecte a
tiempo.
Los límites del látex
La protección contra el VPH depende del lugar donde
esté la infección. El condón sólo ofrece alto
grado de protección cuando el virus se localiza en las áreas
que cubre. El condón femenino, por su mayor tamaño, podría
brindar un poco más de seguridad.
Un estudio sobre la efectividad del condón contra
ITS, difundido por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas
de Estados Unidos, reveló que su uso correcto y constante redujo
entre 30 y 52 por ciento la transmisión del VPH hacia los hombres
y 30 por ciento hacia las mujeres. Se observó una reducción
más rotunda en los síntomas del virus, como los condilomas
en los hombres y las úlceras cervicales en las mujeres. Por ello,
para ésta y otras ITS, siempre es más seguro usar condón
que tener un contacto desprotegido.
En muchos casos, señaló Lazcano Ponce, la
higiene cotidiana de los genitales ayuda a mantener alejada la infección,
pues en los varones el virus se deposita principalmente en la piel. "Además,
hay que tener un uso consistente del condón y ante cualquier evidencia
de verrugas, acudir al médico. Pero en ausencia de condilomas, que
es el principal síntoma en los hombres, no se puede hacer nada.
Y ese es el principal peligro porque estamos ante una infección
silenciosa", advirtió el investigador del INSP, dependencia que
actualmente investiga una vacuna contra algunos tipos del virus. |