México D.F. Viernes 7 de mayo de 2004
La iniciativa incluye a países que antes
"apoyaron a Fidel Castro" y ahora lo critican
Anuncia Bush nuevas medidas y estrategias contra Cuba
"No estamos esperando que llegue la libertad; estamos
trabajando por ella": presidente de EU
La ayuda a anticastristas sube de 7 millones a 36 millones
de dólares en los próximos dos años
Por presiones de Miami, descarta reducir remesas de
dinero de cubanos a familiares en la isla
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 6 de mayo. El presidente
George W. Bush anunció hoy una nueva estrategia para promover un
cambio de régimen en Cuba, instar a otros gobiernos a aislarlo y
financiar esfuerzos de las organizaciones no gubernamentales (ONG) aquí
y en otros países para descalificar al gobierno cubano y apoyar
a las fuerzas de oposición de la isla.
Decorado
con la retórica anticastrista tradicional y presentado como propuesta
para promover el fin del régimen de Fidel Castro y preparar una
"transición" en Cuba, el documento ofrece poco nuevo en iniciativas
concretas, y su anuncio en esta coyuntura no disfraza un propósito
electoral dirigido más a Miami que a La Habana.
Las iniciativas incluyen ampliar el financiamiento de
actividades anticastristas de 7 millones a 36 millones de dólares
en los próximos dos años, la limitación de viajes
de cubanoestadunidenses a la isla a uno cada tres años (en lugar
de uno al año) y 18 millones de dólares para financiar medidas
con el fin de mejorar la recepción de Radio y TV Martí en
Cuba al trasmitir frecuencias desde aviones.
Sin embargo, el mandatario decidió descartar una
recomendación de la comisión oficial que elaboró la
propuesta de reducir las remesas que pueden enviar los cubanoestadunidenses
a Cuba, al parecer por presiones de esa comunidad en Miami.
La justificación de siempre
"No estamos esperando que llegue la libertad a Cuba, estamos
trabajando por ese día de la libertad ", declaró Bush durante
la ceremonia realizada en la Casa Blanca, donde recibió las recomendaciones
de una comisión gubernamental para intensificar las presiones contra
el régimen presidido por Fidel Castro.
"Está en el interés del pueblo cubano ser
liberado de la tiranía", dijo el mandatario.
Al explicar detalles de la nueva estrategia, el secretario
asistente de Estado, Roger Noriega, declaró que "llamamos a nuestros
vecinos latinoamericanos a sumarse a este esfuerzo basado en nuestros principios
compartidos de libertad y respeto a la dignidad humana".
La estrategia se enfoca de manera extensa sobre países
"que en su momento apoyaron a Castro" y que ahora "han comenzado a pronunciarse
públicamente contra los abusos del régimen".
La estrategia propone algunos objetivos: "Elevar los esfuerzos
directos con gobiernos de terceros países dispuestos a aplicar una
política firme y dinámica para, (1) apoyar a la sociedad
civil cubana, incluida la oposición, y (2) preparar marcos normativos
para ayudar a Cuba después de la dictadura".
Además, establece que Estados Unidos buscará
"apoyar las labores de las ONG en determinados terceros países para
poner de relieve los abusos de los derechos humanos en Cuba, como parte
de un amplio esfuerzo para disuadir las visitas turísticas y reforzar
la atención sobre las penalidades que sufre el pueblo cubano, incluidos
los presos políticos y la sociedad civil".
Muchas de estas políticas ya están implementadas
y, de hecho, el gobierno estadunidense ha otorgado fondos que han sido
empleados en México y otros países por ONG dedicadas a criticar
los abusos de los derechos humanos en Cuba, y cabildear con legisladores
en México y otros países para que se pronuncien contra Cuba.
Cuando se le preguntó si consideraba que la reciente
crisis en la relación bilateral entre México y Cuba podría
apoyar esta nueva política, Noriega respondió: "Las medidas
tomadas por México no están de ninguna manera relacionadas
con este informe. Fueron tomadas para defender su dignidad, y aceptamos
esa explicación y le tenemos simpatía".
La transición política
En torno a las propuestas del informe sobre la transición
política poscastrista en Cuba, Noriega, en reunión con los
medios después de que Bush anunciara la nueva estrategia, dijo que
el objetivo no era dictar el futuro inmediato de Cuba.
"Los programas y las iniciativas propuestas dibujadas
en este informe no intentan ser una receta sobre cómo debería
organizarse una Cuba libre o qué políticas buscaría
promover. Esas decisiones pertenecen al pueblo cubano o estarán
con el pueblo cubano al ser expresadas por un gobierno libre y soberano",
afirmó Noriega.
Pero la definición de libertad en Cuba será,
al parecer, establecida primero en Washington y no por el pueblo cubano.
La estrategia anunciada hoy por Bush destaca una serie de condiciones para
la transición política cubana.
Establece que Estados Unidos trabajará activamente
para evitar que "cualquier miembro" del régimen cubano participe
en un futuro gobierno, en particular Raúl Castro. También
prevé el desmantelamiento político-jurídico del Estado
actual, además de nueva Constitución y estructura de poderes.
El informe de 500 páginas también establece
una serie de medidas que tendría que implementar Cuba para ser calificada
de "democrática" por la Casa Blanca.
Una Cuba "libre y democrática", según Bush,
deberá establecer una "economía de libre mercado", invitar
al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, descartar controles
de precios de energía y otros bienes básicos y aceptar la
inversión extranjera.
Con estas condiciones, al pueblo cubano se le permitiría
establecer partidos políticos múltiples y ejercer el voto
en "elecciones libres".
Noriega subrayó que "la gente que continúa
haciendo negocios o viajando a Cuba está prolongando la miseria
del pueblo cubano".
Otras medidas que impulsará el gobierno incluyen
mantener el financiamiento de programas de la AFL-CIO para denunciar abusos
de derechos laborales en la isla, y explorar nuevas medidas que aprieten
las sanciones de la ley Helms-Burton, para disuadir la inversión
privada en la isla.
Estrategia "integral"
La importancia de este documento, insistió Noriega,
es que por primera vez Washington promueve una "estrategia integral" para
acabar con el régimen de Castro.
Pero muchos detalles sobre cómo implementar la
estrategia, admitieron hoy algunos funcionarios, se determinará
en el futuro. Responsables del Departamento de Estado no pueden especificar
de dónde obtendrían los fondos para estas medidas ni establecen
la fecha para instituirlas.
La comisión encargada de elaborar las recomendaciones
presentadas y respaldadas hoy por Bush fue encabezada por el secretario
de Estado, Colin Powell, pero versiones indican que él y algunos
subordinados no están del todo convencidos de su contenido, ni de
la piedra angular de la política estadunidense hacia Cuba, el embargo.
Por ejemplo, el jefe de asesores de Powell, Larry Wilkerson,
declaró a la revista GQ que los embargos no funcionan y "no
ha funcionado en Cuba durante 40 años". La política actual
hacia la isla es "la más tonta del mundo, una locura".
Claro, para otros no se trata de una política dirigida
contra Cuba, sino hacia Miami. Incluso Robert Menéndez, representante
demócrata cubanoestadunidense y feroz anticastrista, comentó
esta semana que la iniciativa presentada por la Casa Blanca tiene sólo
el propósito de complacer al electorado del exilio cubano.
Señaló que anunciar estas recomendaciones,
"virtualmente en vísperas de la elección, es tan políticamente
transparente que sería chistoso si no fuera por la gente que se
pudre dentro de Cuba".
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