México D.F. Domingo 9 de mayo de 2004
Abstrac-acciones bio-técnicas, exposición
de Tatiana Montoya en la galería Artieri
''Hacer conciencia me mueve a pintar''
JORGE CABALLERO
''Tenemos que recuperar el equilibrio con la naturaleza.
Se está haciendo un uso indiscriminado de la biotecnología,
de la ingeniería genética, lo que al cabo de 50 o 100 años
puede tener consecuencias catastróficas", considera la pintora y
escultora de origen colombiano Tatiana Montoya, cuyo trabajo pictórico
abstracto no le impide abordar temas como el progresivo deterioro del planeta.
''Creo
que como especie estamos dejando a un lado las prioridades. Los que habitamos
la tierra en el siglo XXI tenemos que velar por que se conserve lo que
ha sido nuestro sustento por milenios: el agua, el aire y la naturaleza.
El mundo tecnológico nos está rebasando. La ingeniería
genética, para bien o para mal, está cambiando radicalmente
el paisaje natural", advierte. Su exposición individual Abstrac-acciones
bio-técnicas se muestra en la galería Artieri (Estocolmo
27, Zona Rosa).
Para Montoya, la pintura abstracta, realizada a base de
complejas reacciones químicas, en las que utiliza la hoja de oro
y plata, polvos metálicos de cobre y aluminio, así como distintos
procesos de oxidación, es una especie de alquimia en la cual busca
no sólo la transformación de la materia, sino también
de su propio espíritu. El resultado: una obra que invita a la contemplación
y también a la reflexión.
El franco deterioro de nuestro medio ambiente, aunado
a la posibilidad de alterar el orden de la naturaleza mediante la ingeniería
genética, llevó a Montoya a crear esta serie de obras "como
un llamado de atención sobre las manipulaciones biotecnológicas
con fines puramente económicos, dejando de lado sus alcances sociales.
No tenemos la menor idea de cuáles van a ser las consecuencias a
largo plazo".
La pintora explica: ''debido a la globalización
no podemos pensar que el uso de semillas trasgénicas se está
dando en los países industrializados; estas semillas ya se están
usando en todo el mundo. Es un proceso irreversible. Sin embargo, los resultados
se comenzarán a ver en décadas''.
La superficie pictórica, considera la artista,
es una extensión de su piel, de su organismo, pero también
es una metáfora de la superficie terrestre, donde es posible observar
canales subterráneos y estratos geológicos.
Con la exposición Abstrac-acciones bio-técnicas,
señala, ''lo que pretendo es hacer un comentario sobre el tiempo
que me ha tocado vivir; las sociedades tienen el arte que corresponde a
su época. Para mí es importante la parte artística
de mi trabajo, pero también la posición ética frente
al mundo en el que estoy viviendo. Mi motor, lo que me mueve a pintar,
es hacer una conciencia".
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