México D.F. Domingo 9 de mayo de 2004
Celebra hoy 45 años de carrera en el
Auditorio Nacional
La televisión parece espacio de merolicos: Alberto
Vázquez
ARTURO CRUZ BARCENAS
El cantante del cigarro en mano, Alberto Vázquez,
ofrecerá hoy un concierto en el Auditorio Nacional que será
el marco para celebrar sus 45 años de trayectoria y rendir homenaje
adelantado a las madres de México. Sobre su vicio de echar humo
a diestra y siniestra, aseguró que no lo deja "por consejo médico".
En
conferencia de prensa, el intérprete de El pecador y 16
toneladas -quien inició su carrera a los 18 años en el
bar Afro, junto a Celia Cruz, y participó en las legendarias caravanas
del empresario Vallejo donde visitaban tres pueblos en un día viajando
en camión- añadió que "el año pasado dejé
el cigarro 24 horas y me estaba volviendo loco. Llevo tantos años
fumando que es peligroso si lo dejo".
Fue uno de los galanes más cotizados de los años
70. Ha participado en 36 películas; entre ellas, Mi niño
Tizoc, Caín, Abel y el otro, Cuando los hijos se van y Romeo
contra Julieta. Entre las telenovelas donde ha actuado destaca Agujetas
de color de rosa, al lado de Angélica María.
Es uno de los representantes de los años dorados
del rocanrol en México, pero sus temas románticos pegaron
con tubo, tales como Tú significas todo para mí, Bambina,
bambina, Perdóname la vida, Cuando brilla la luna, Olvídalo
-de la que es letrista- y Lanza tus penas al viento.
Añadió que no ha participado en nuevas producciones
cinematográficas porque no le han gustado los papeles. "Son personajes
como de narcos, y pues no me ubico".
Para él, la época del rocanrol cumplió
su ciclo, "pero la gente la recuerda con cariño. En mi caso, el
público se enoja si no canto El pecador. Si mis nuevas canciones
no se difunden es porque no las aceptan en la radio, ni las mías,
ni las de Mijares, porque ya tenemos más de 40 años. La música
y la voz no tienen edades. Frank Sinatra era escuchado en su edad madura.
"Me da tristeza porque la gente que maneja la radio comenzaron
con nosotros, y están ahí por nosotros, pero ahora nos quitan
para ayudar a los jóvenes, pero no es cosa de apoyo, sino por la
lana,
no nos hagamos tontos. La gente se da cuenta de lo bueno y lo malo.
"Lo que estamos viviendo ahora en materia artística
es más bien vulgar, corriente. Ya no hay programas como los de antes,
para la familia, como Noches Tapatías, ni cómicos
como Los Polivoces, que entretenían. Ahora se ve pura grosería,
doble sentido. Los principios que tengo los sostengo aunque esté
cambiando el tiempo. Se ha perdido el respeto. Ya la televisión
parece espacio de merolicos; ya sólo les falta su bocina y que vendan
naranjas. Que diez boletos para ganar una camioneta. ¿Qué
es eso?" .
Preguntó: "¿En qué programa me puedo
presentar actualmente? ¿En Vida Tv? ¿Para calificar
a dos niños que salen a bailar? ¿Dónde puedo mostrarle
a la gente lo que yo hago, para que me escuchen? Así, el público
cree que no estoy haciendo nada, porque no me ven en televisión".
Lleva 45 años de trayectoria. Lamentó que
muchos de sus compañeros de hace décadas se abaraten y se
presenten en lugares de poca importancia, aunque sigan trabajando honestamente.
"Yo he cuidado eso y, afortunadamente, no he aceptado esas condiciones.
Yo jamás pensé que iba a vivir de esto, y me administro".
Fumaba y fumaba. Meditó. Dijo: "He batallado, si
me quieren para un lugar pequeño, y no me pagan lo que creo que
valgo, no voy. No cobro los millones de pesos, tampoco".
Quedó viudo el año pasado. Ya con esa condición
informó sobre su postura ante el amor y la fidelidad: "Es imposible.
En aquel entonces no -cuando era muy joven-. Estás en un hotel y
de repente te llega una galana y te toca el timbre, ¿la corres?
Ni maiz".
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