MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Vuelta en U a privatizaciones

Anuncia Argentina creación de empresa estatal de petróleo y energía
Achaca crisis a trasnacionales

ALGUNOS PIENSAN QUE es la respuesta gubernamental a las prácticas oligopólicas de las trasnacionales energéticas que operan en el país; otros, que es "una vuelta en U" en lo que a privatizaciones se refiere y los más que es el primer ataque en una batalla que va para largo.

EL HECHO ES que en medio de la crisis energética que agobia a los argentinos y a sus vecinos, el gobierno de aquel país anunció la creación de una empresa estatal de petróleo y energía que permitiría la participación minoritaria de capital privado (alrededor de un tercio de las acciones) y el incremento de la carga fiscal para las exportaciones de hidrocarburos realizadas por las trasnacionales beneficiarias de la política privatizadora de Carlos Saúl Menem, especialmente Repsol YFP.

EL PRESIDENTE NESTOR Kirchner, quien responsabiliza de la crisis energética a dichas trasnacionales, anunció que en unos días más enviará al Congreso argentino el proyecto oficial para la puesta en marcha de dicho consorcio estatal, con la siguiente propuesta de participación accionaria: gobierno federal, 53 por ciento; gobiernos provinciales, 12 por ciento y capital privado, 35 por ciento, con la posibilidad de que a este último segmento se incorporen consorcios como Petróleos de Venezuela y Petrobras.

EL GOBIERNO ARGENTINO ha señalado que el propósito de la nueva paraestatal será el de "participar en el mercado de combustibles con el fin de asegurar la disponibilidad y precios de los productos del sector energético y recomponer el nivel de reservas, producción y abastecimiento de gas y generación compatible con la demanda. Se establecerá rápidamente un plan de inversión decenal para exploración y explotación de hidrocarburos que podrá satisfacer la demanda", renglón este último totalmente abandonado por las trasnacionales.

KIRCHNER RESPONSABILIZA A las empresas energéticas privadas por la crisis en el sector, toda vez que desde 1998 internamente no invirtieron los comprometido durante el periodo privatizador, amén de que el mercado ha sido estructurado por ellas de acuerdo con prácticas oligopólicas, poniendo en peligro el abasto de energéticos en esa nación y sus compromisos con países vecinos, de manera especial Chile y Uruguay.

PARA ECHAR A ANDAR la nueva empresa estatal, el gobierno argentino calcula invertir alrededor de 4 mil millones de dólares a lo largo del próximo quinquenio, recursos que obtendría del incremento (5 puntos porcentuales) en las retenciones fiscales a las exportaciones petroleras y de gas licuado (15 puntos)

DE ACUERDO CON un estudio de la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales (FLACSO), en Argentina 85 por ciento de la extracción de gas es controlado por las trasnacionales Repsol YPF, Total, Petrobras y Panamerican. La primera, de matriz española, tiene participación en Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Petrobras en Transportadora de Gas del Sur (TGS).

ESTA CADENA CRUZA las fronteras argentinas. El gasoducto de 30 kilómetros que une Tarija, en Bolivia, con Campos Durán, en Salta, Argentina, es recuperado por Repsol YPF, empresa que extrae gas en los dos países. La importación de gas boliviano a Argentina es más una operación intraempresa que un intercambio comercial. Repsol es una de las mayores exportadoras de gas a las centrales térmicas chilenas.

EL SECTOR GASIFERO argentino fue eximido del régimen de retenciones a las exportaciones, independientemente de que las trasnacionales que lo constituyen sólo reportan alrededor de 30 por ciento de las ganancias obtenidas en aquel país por concepto de exportaciones, mientras que el restante 70 por ciento nunca ingresa a aquel país cono sureño. Ello explicaría las restricciones al consumo interno de gas, ya que este oligopolio ha incrementado sustancialmente las exportaciones. En el periodo 1998-2003 la producción creció 36 por ciento, pero las exportaciones aumentaron 12 veces.

SE HA DOCUMENTADO, también, que las empresas que conforman este oligopolio no expandieron las redes de distribución para el consumo interno en los términos que estaban obligadas y que concentraron sus inversiones en el desarrollo de los gasoductos operativos para el negocio exportador. Construyeron siete ductos hacia Chile, uno a Brasil y otro a Uruguay, mientras que el kilometraje añadido a la red para el transporte interno fue de cero, apunta FLACSO.

DE ACUERDO CON información estadística oficial, por la venta de las empresas eléctricas, petroleras, gaseras y petroquímicas propiedad del Estado, el gobierno de Carlos Saúl Menem obtuvo alrededor de 7 mil 300 millones de dólares; hoy las trasnacionales que participan en el sector reportan utilidades cercanas a 5 mil millones anuales y los argentinos sufren los embates y chantajes del capital foráneo que controla y explota esa riqueza: Repsol YPF, Techint (ambas ya instaladas en la cuenca de Burgos, en México, con sendos "contratos de servicios múltiples"), Endesa CEI Citicorp Holdings, Grupo Pérez Companc, Macri, Roggio y Loma Negra, todos involucrados en la distribución y generación de energía eléctrica, gas y petróleo. Antes de instituirse como nuevos dueños de la energía en Argentina, que ahora controlan, fueron los principales contratistas gubernamentales en dicho renglón.

LO MEJOR DEL caso es que con la privatización del sector energético argentino, Carlos Saúl Menem prometía tarifas a la baja y abasto sobrado y permanente. Ha sucedido exactamente lo contrario y las "razones financieras y de rentabilidad" son las únicas rutas por las que transitan las trasnacionales. Cualquier similitud con el caso mexicano -especialmente el bancario- no es pura coincidencia.

MIENTRAS SE PONE en marcha la nueva empresa estatal de energía en Argentina, el gobierno de Hugo Chávez cumplió con lo acordado con el de Kirchner, y ayer el buque venezolano General Zamora arribó al puerto de Buenos Aires con el primer cargamento de hidrocarburos (50 mil toneladas) con el fin de atemperar la crisis energética en Argentina.

Las rebanadas del pastel:

EL INEGI REPORTO que en el primer trimestre de 2004 la actividad industrial en el país se incrementó 3.2 por ciento respecto del mismo periodo de 2003, mientras que en marzo el avance fue de 6.4 por ciento en términos reales.

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