México D.F. Jueves 13 de mayo de 2004
Son centellas, no ovnis: científicos
Puso trabas la Sedena a expertos para dar acceso al material
que facilitó a Televisa
LAURA POY
Los supuestos objetos voladores no identificados (ovnis)
videograbados desde la nave Merlín C de la Fuerza Aérea
Mexicana podrían ser, para la ciencia, algo todavía más
impactante que la "fantasiosa" presencia de extraterrestres. Todo parece
indicar que la cámara del avión mexicano captó uno
de los fenómenos atmosféricos más raros y, por lo
mismo, fascinantes: las centellas.
Conocidas
desde la antigüedad por marineros y estudiosos como luces que "bailan
en el cielo", y consideradas por el imaginario popular como señales
claras de la existencia de las "brujas", las centellas han sido poco estudiadas
y, por lo mismo, escasea la información sobre ellas. Por eso, cuando
científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) observaron las imágenes por televisión se quedaron
"maravillados".
De inmediato se comunicaron a la Secretaría de
la Defensa Nacional (Sedena) para pedir información precisa sobre
la frecuencia de los radares, la altura y velocidad con las que viajaba
la nave militar, y datos acerca de la rapidez con la que se movían
las esferas luminosas. Sólo obtuvieron una respuesta: "la información
que ustedes solicitan es clasificada".
No lo fue para el periodista de Televisa Jaime Maussán,
a quien el titular de la Sedena, Clemente Ricardo Vega García, decidió
darle el video. El general explicó en una entrevista en el programa
radiofónico de Carlos Loret de Mola que "no veía la utilidad
de que se quedara eso grabado ahí, guardado, (y) tomé la
decisión de que se le diera a una gente que ha estado trabajando
toda su vida con esto para que hiciera buen uso de ella. Por eso se le
dio a Maussán".
La comunidad científica está molesta, le
insistió Loret:
"Nosotros
no sabíamos quiénes eran (los científicos). No los
conocemos." Luego ofreció: "yo no tengo ningún inconveniente
en que vean este material. Está disponible si es que desean analizarlo".
Claro que lo desean. Así lo manifestaron con entusiasmo
a La Jornada los doctores Rafael Navarro González, único
especialista mexicano que participa en el proyecto de la Administración
Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) de
exploración de Marte y autor de textos científicos sobre
la materia, y Julio Herrera Velázquez, ambos investigadores del
Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
Su interés radica en que "nunca se habían
observado centellas en esas condiciones". Aseguraron que han sido poco
estudiadas por científicos y las describieron como "descargas eléctricas
autocontenidas dentro de un gas ionizado conocido como plasma, que puede
circular constantemente y se produce cuando la atmosfera está, precisamente,
electrificada. Por eso se crean esferas en las que circula la energía".
Hay muy poca documentación y pruebas científicas
sobre las centellas -insistieron- y desentrañar el fenómeno
representaría un avance fundamental para la construcción
de reactores generadores de energía nuclear, entre otras aplicaciones.
La importancia de las imágenes obtenidas en el
cielo de Campeche la noche del pasado 5 de marzo radica, para los expertos
en química de los relámpagos, física del plasma y
fusión nuclear, en que las contadas observaciones de centellas que
se han registrado hasta la fecha se han hecho a poca altitud y durante
periodos muy breves: microsegundos.
En este caso, expusieron, duraron más de lo común,
debido quizás a que no chocan con ningún obstáculo
que disipe su energía. Manifestaron que su estudio enriquecerá
de manera invaluable el conocimiento científico.
Aunque
el secretario Vega le aseguró a Loret que prohibió que se
hablara de ovnis o platillos voladores, "porque se presta a choteo", lo
cierto es que las imágenes de "las luces que bailan en el cielo"
han sido presentadas a la opinión pública precisamente como
indicios de vida extraterrestre.
Las agencias de noticias han hecho circular por todo el
mundo la información de esta presunta irrupción de 11 ovnis
en cielo mexicano. Lo cual, en muchos casos, se ha prestado a mofa.
Sobre el particular, Navarro y Herrera sostuvieron que
ningún científico serio descarta la posibilidad de vida inteligente
en algún planeta del universo, pero que lo detectado en Campeche
no apunta a ello. En todo caso, explicaron, harían falta decenas
de estudios muy consistentes para poder sostener una afirmación
de ese tamaño.
Navarro contó que en la NASA, por ejemplo, nunca
se ha cejado en el objetivo de encontrar dicha vida. Para ello, continuamente,
envía "mensajes" -a través de códigos científicos
que se han ido sofisticando- para ver si obtiene alguna respuesta. Hasta
el momento no la ha habido.
Lamentaron que hasta el momento la Sedena no haya tenido
ningún acercamiento con las instituciones académicas y científicas
del país: "fue el propio Maussán quien se acercó a
los geofísicos -uno de los tantos campos del conocimiento que tendrían
que intervenir para desentrañar el fenómeno- para que lo
asesoraran".
En la antigüedad, la superstición y la ignorancia
convirtieron a las centellas en "brujas". Hoy, con argumento de película
de Hollywood, se propaga la idea de que nuestros cielos son explorados
por platillos voladores. Sin embargo, podríamos estar frente a un
fenómeno, las centellas, cuyo desentrañamiento significaría
un avance fundamental para el conocimiento científico.
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