.. |
México D.F. Viernes 21 de mayo de 2004
Gilberto López y Rivas
Lecciones de Irak
El doctor Ibrahim Alloush, jordano de origen palestino y miembro de la Asociación Arabe contra el Racismo y el Sionismo, publicó recientemente un artículo titulado Diez lecciones estratégicas de la experiencia de Faluya. Representante paradigmático de la intelectualidad árabe comprometida, Alloush sufrió cárcel y la pérdida de su trabajo académico en la Universidad de Petra, Jordania, por sus posiciones políticas en contra de la sumisión de su gobierno a Estados Unidos, el proyecto genocida del sionismo en Palestina y la invasión y ocupación de Irak; contrario a los "reproductores del pensamiento único que viven la vida muelle de quienes agradan al poder establecido, para nuestras contrapartes árabes radicales mantener principios y difundir ideas tienen un elevado costo de represión y sufrimiento".
Nuestro colega plantea que la principal lección de la batalla de Faluya es que "las posibilidades del levantamiento contra el eje estadunidense-sionista -superior tecnológicamente y poseedor de la supremacía áerea- están presentes en todas las ciudades y pueblos árabes". Identifica que el éxito de la rebelión popular es el colapso previo del aparato de Estado local que frena la iniciativa de la resistencia y no la lleva hasta sus últimas consecuencias en su lucha contra los invasores. Así, "es viable que el movimiento popular lleve las riendas de las iniciativas sin que exista autoridad local. Aún más, de hecho observamos que la vida política de la calle árabe ve debilitada su fuerza cuanto más fuerte es el aparato del Estado local, ya que esa fuerza representa un peligro para la seguridad nacional. El papel del Estado local en el control de la iniciativa popular y de su desactivación tienen sus razones objetivas que van más allá incluso de la eventual voluntad de la cúpula del sistema por resistir, como ocurrió en Irak"
Esta hipótesis sobre las resistencias populares en los países árabes coincide con las experiencias de otras épocas y latitudes. Recordemos que en el proceso de resistencia de los mexicanos a la invasión y ocupación estadunidense de 1846 a 1848, las únicas victorias obtenidas fueron de las guerrillas populares, las cuales infligieron el mayor número de bajas al enemigo, mientras la clase dominante mexicana fue incapaz de dirigir una batalla exitosa y, por el contrario, cometió actos de traición y franco colaboracionismo con las tropas extranjeras, tal como ocurrió en la toma de la ciudad de México, cuyas autoridades criticaron acremente el levantamiento popular de los días 14 y 15 de septiembre de 1847.
El doctor Alloush señala que en los casos de levantamientos contra Estados Unidos que han tenido éxito se debe destacar lo siguiente: 1. Confiar en la fuerza de la calle árabe y no en los ejércitos organizados, evitando los enfrentamientos tradicionales en los que no es posible vencer la superioridad tecnológica y aérea. 2. Los combatientes son gente de la zona, de esta manera, "el árabe se convierte en un espectro político-militar que persigue al enemigo como una pesadilla." 3. Cuando el enemigo se adentra en las zonas urbanas y callejones estrechos pierde mucha de la ventaja tecnológica que le proporcionan sus avanzados instrumentos militares, destacando un objetivo muy importante para la resistencia: lograr que las pérdidas del enemigo estén por encima del límite que puede soportar. 4. El principal punto que debilita a la resistencia es la falta de organización y la débil planificación estratégica, lo cual no se presenta en la guerra de guerrillas. 5. Es preferible una descentralización de las decisiones militares, ya que el colapso del centro no lleva al colapso de las extremidades. 6. El enemigo no dispone de los medios necesarios para la guerra de guerrillas, los enfrentamientos urbanos o contra acciones suicidas, lo que lleva a respuestas represivas que radicalizan a los habitantes locales, posicionan la opinión pública en contra, aumentan el apoyo a la resistencia, generan inestabilidad de los intereses imperialistas regionales e internacionales y favorecen la pérdida de iniciativa mediática. 7. No todos los instrumentos de los que se sirve la ocupación tienen naturaleza militar, lo que explica las razones de los ataques de la resistencia a civiles, muchos de los cuales son en realidad mercenarios que en un número aproximado de 30 mil han llegado a Irak como agentes de seguridad y guardias de choque, así como otros funcionarios de corporaciones que en el contexto de Irak deben ser conscientes que son parte de una maquinaria bélica de conquista y ocupación neocoloniales. 8. El secreto del logro de la victoria es honrar las pequeñas victorias, lo que significa tomar en cuenta que: a) una lucha larga requiere una determinación firme; b) explotar los puntos débiles del enemigo; c) movilizar los efectivos humanos y materiales disponibles; d) mantener la firmeza del principio y la unidad de todas las fuerzas sobre la base de expulsar a los ocupantes; y e) el enfrentamiento contra el eje de Estados Unidos y el sionismo no puede solucionarse sino mediante la fuerza. 9. El discurso idóneo para ganarse a la opinión pública enemiga es el principio firme y claro de exigir el fin de la ocupación sin concesiones o condiciones. 10. Las diferencias doctrinales o regionales árabes aumentan las posibilidades de la derrota y debilitan la resistencia.
Este excelente material nos da una idea del pensamiento que alienta a la resistencia en Irak, de la cual es necesario extraer sus valiosas lecciones.
|