México D.F. Viernes 21 de mayo de 2004
Ponen barricadas ante la amenaza de invasión
por pobladores de Xalatlaco
Comuneros del Ajusco, dispuestos a "defender" el paraje
Agua Grande
Este viernes entrarán al predio en disputa, advierten
los campesinos del estado de México
JOSEFINA QUINTERO E ISRAEL DAVILA REPORTERA Y CORRESPONSAL
Comuneros del municipio de Xalatlaco, estado de México,
y de San Miguel y Santo Tomás Ajusco, de la delegación Tlalpan,
Distrito Federal, responsabilizaron a las autoridades federales, capitalinas
y mexiquenses de un eventual enfrentamiento entre ambas partes, que se
disputan la posesión de mil 509 hectáreas del paraje Agua
Grande.
En los pueblos de San Miguel y Santo Tomás Ajusco
ayer sonaron las campanas para convocar a la comunidad a prepararse para
defender su tierra. La amenaza de una invasión por parte de los
habitantes de Xalatlaco alertó a las comuneros del DF, quienes advirtieron
que si la autoridad no resguarda el paraje y permite la entrada de los
campesinos mexiquenses, habrá un enfrentamiento.
La tolerancia de los pobladores del Ajusco ha sido evidente,
señaló José Guadalupe Romero, presidente del comisariado
de bienes comunales. "Nosotros no hemos invadido, ni hemos respondido a
las provocaciones, porque creemos en el estado de derecho. La ley ha favorecido
a nuestra comunidad, sin embargo la actitud impasible de las autoridades,
que aún no resuelven el conflicto agrario, hace que la situación
se agrave".
El
enfrentamiento entre comuneros de Xalatlaco y cuerpos de seguridad, el
pasado miércoles, tensó el ambiente en la zona. Desde muy
temprano, los habitantes del Ajusco se reunieron en el paraje La Cantimplora,
donde organizaron un recorrido al predio en disputa para verificar la presencia
de los efectivos policiacos.
Durante todo el día, en esa zona limítrofe
entre el Distrito Federal y el estado de México se vivió
un clima de tensión. Los comuneros del Ajusco bloquearon con barricadas
la carretera que comunica a ambas localidades, en demanda de la permanencia
de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con el informe de las autoridades locales,
emitido al mediodía, 200 elementos de la Policía Federal
Preventiva (PFP) y 400 de la Secretaría de Seguridad Pública
capitalina vigilaban el paraje.
Agua Grande es parte de las mil 509 hectáreas que
se encuentran en litigio en el Tribunal Unitario Agrario desde 1941. Las
comunidades de Xalatlaco y San Miguel y Santo Tomás Ajusco reclaman
la posesión de esa tierra. Sin embargo, en la resolución
del juicio con expediente 23/TUA24/97, del 19 de abril de 1999, se determinó
que la posesión de las tierras correspondía a dichas comunidades
del Distrito Federal. La resolución fue rechazada por los comuneros
de Xalatlaco, quienes presentaron un recurso de amparo, el cual les fue
otorgado para efectos de suspender la ejecución de la sentencia,
pero el juez cuarto itinerante lo sobreseyó, con el argumento de
que la comunidad mexiquense no tiene interés jurídico.
Después, los inconformes interpusieron el recurso
de revisión RA692/2003, en el segundo tribunal colegiado de distrito
en materia administrativa del DF, con fecha del 29 de abril. Esa instancia
dispuso que el asunto se turne a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
para que dicte la resolución, pero aún no se pronuncia al
respecto.
Los comuneros del Ajusco acusaron al gobierno del estado
de México de solapar "las arbitrariedades de Xalatlaco", cuyos pobladores
"están siendo incitados por el abogado Rafael Ruvanova, quien ante
la falta de razón jurídica quiere apoderarse ilegalmente
de nuestras tierras".
De su lado, los labriegos mexiquenses recriminaron al
alcalde de la localidad, Ariel Cervantes Pliego, su falta de apoyo al movimiento
en defensa de la tierra, más tarde lo obligaron a sumarse a la lucha
y, de manera conjunta, lanzaron un ultimátum a las autoridades capitalinas
y federales para que, en un plazo de 24 horas, replieguen sus cuerpos de
seguridad hasta el paraje La Cantimplora y así dejen libres las
mil 509 hectáreas para poder fertilizar la tierra para la presente
temporada de siembra.
Liberan a detenidos
Doce horas después de la trifulca con elementos
de la PFP, granaderos e integrantes de la policía montada del Distrito
Federal, los ocho comuneros de Xalatlaco que fueron detenidos recuperaron
su libertad bajo las reservas de la ley; sin embargo, el agente del Ministerio
Público 23 de Tlalpan continúa la integración de la
averiguación previa por delitos contra el ambiente, lesiones y daño
al patrimonio del Distrito Federal.
Alrededor de las 9 de la mañana un contingente
de 50 pobladores de Xalatlaco esperó al alcalde justo en la entrada
del palacio municipal y le recriminó la falta de solidaridad con
el movimiento. En respuesta, el edil soltó: "que les pongan en su
madre", pero más tarde se retractó y aceptó dialogar
con los comuneros, tras recibir instrucciones del secretario general de
Gobierno, Manuel Cadena, quien a su vez dialogaba con Santiago Creel en
la Secretaría de Gobernación.
Durante cuatro horas, los dirigentes del Comité
de Vigilancia de Bienes Comunales de Xalatlaco se encerraron en el palacio
municipal, donde los labriegos mexiquenses presionaron a las autoridades
municipales para emitir un ultimátum conjunto.
En el documento, los labriegos y las autoridades del municipio
acusan a la PFP, así como a los granaderos y a la policía
montada del Distrito Federal, de no atender un mandato judicial, otorgado
por la juez tercera de distrito en materia administrativa el 16 de octubre
del 2002, cuando se les concedió el amparo en el que se establece
que no se prive a la comunidad de este municipio de la propiedad y posesión
del predio de Agua Grande.
Acusaron a los cuerpos de seguridad capitalinos de invadir
la soberanía estatal al haber ingresado en territorio mexiquense
para reprimirlos y detener "arbitrariamente" a ocho personas de la comunidad.
"Por tanto, el ayuntamiento y los comuneros de Xalatlaco
declaramos un frente común, concediendo a las autoridades federales
y del Distrito Federal un término no mayor a 24 horas, a efecto
de que las corporaciones policiacas se replieguen hacia el paraje de La
Cantimplora, evitando con esto un enfrentamiento que pueda tener graves
consecuencias; de no ser así, estamos dispuestos a sacrificar nuestra
vida e integridad personal en defensa de los derechos comunales", advierten.
Además, anunciaron que este viernes se organizarán
en grupos para ir a la zona en conflicto a fertilizar más de 40
hectáreas para la siembra de la presente temporada, y advirtieron
que si encuentran a policías dentro del predio de mil 509 hectáreas
en litigio o a pobladores del Ajusco, "tendrán que asumir las consecuencias".
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