México D.F. Domingo 23 de mayo de 2004
Requiere reconsiderar objetivos no cumplidos de las políticas industrial y social
Agotado, el modelo maquilador: experta
FABIOLA MARTINEZ
La crisis actual en la industria maquiladora de exportación demuestra que este proyecto -basado en exenciones fiscales, costos salariales bajos y escasa responsabilidad social- "está agotado como alternativa de desarrollo económico", advirtió Cirila Quintero Ramírez, doctora en sociología por El Colegio de México e investigadora titular de El Colegio de la Frontera Norte.
En el análisis titulado "ƑCrisis o fin del modelo maquilador en México?" señala que continuar con ese modelo (asentado en nuestro país desde 1965) sólo conduciría a "una mayor precarización de espacios". Ante ello, la única alternativa es el avance hacia el trabajo calificado, modificar los apoyos gubernamentales y no descuidar las áreas de comercialización en la frontera con Estados Unidos. Es decir, preservar a la maquila en la frontera, aunque ahora con actividades más calificadas y mejor pagadas.
Y es que "la crisis también muestra que el desplazamiento hacia el sur (de las plantas) incentivado por estas concesiones dura sólo mientras las ventajas comparativas permanecen, pero en cuanto las condiciones fiscales o los salarios se incrementan, las empresas se marchan hacia otros espacios, como es el caso de la maquila textil", precisó.
La crisis en la maquila se agudizó del año 2000 al 2003, lapso en el que se perdieron cerca de 210 mil empleos y cerraron 357 plantas; los sectores más afectados hasta noviembre de 2002 fueron el electrónico, con una pérdida de plazas de 30.6 por ciento, el de los textiles con 21 por ciento y el de autopartes con 8.9 por ciento. Para 2003, el sector que continuaba con pérdida imparable de empleos era el textil, seguido de autopartes y electrónica.
Por ello la autora hace énfasis en la ocupación de calidad, toda vez que el personal técnico en este tipo de plantas continúa en el rango de 11.8 por ciento, apenas tres puntos más que el registrado al final de los años 70. Las localidades que cuentan con más personal especializado son Ciudad Juárez y Tijuana, con 12 y 11 por ciento, respectivamente.
"Masculinización" de la plantilla laboral
Es decir, de una plantilla total cercana al millón de ocupados en la maquila, 78.8 son obreros generales. En cuanto a la composición por género, esta industria también ha modificado su patrón de comportamiento. De ser una industria empleadora fundamentalmente de mujeres, con poco más de 80 por ciento en los años 80, ha transcurrido a una "masculinización" de su fuerza laboral, toda vez que hasta el año pasado -último dato oficial disponible- 54.3 por ciento de la mano de obra no calificada eran varones y 45.7 eran mujeres.
El ensayo de Quintero Ramírez está incluido en la obra Imperialismo, crisis de las instituciones y resistencia social (México, 2004, Editorial Itaca), coordinado por los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Ana Alicia Solís de Alba, Max Ortega, Abelardo Mariña y Nina Torres, misma que será presentada el próximo jueves.
Como integrante del Sistema Nacional de Investigadores y autora de diversos libros en torno al mercado laboral en las maquiladoras, Quintero deja en claro que la forma en que se solucione la crisis referida será determinante no sólo para este sector sino para el futuro laboral e industrial del país.
En principio aclara que la extinción de esta industria en México "parece poco viable", debido al apoyo gubernamental vigente y la posibilidad de extenderse al centro y sur del país; es decir, a pesar de sus limitaciones, la maquila se ha convertido en el eje de una industrialización precaria que ha dado origen a un sistema caracterizado por el retroceso de las condiciones laborales y de organización de los trabajadores.
No obstante, plantea la tesis de que existe una profunda crisis en un alto porcentaje de las maquiladoras que han crecido a la sombra de la protección gubernamental, por lo que es necesario solucionar este aspecto, "no sólo para mantener la competitividad de la industria sino para rencauzar el rumbo industrial y laboral del país".
Lo anterior porque la inserción en un sistema internacional ha propiciado que la maquila no se haya "enlazado" a la industria nacional. Al inicio de la presente década, esta industria sólo utilizaba 8.7 por ciento de insumos nacionales; el resto continúa como importación de sus respectivas matrices.
Al final de su análisis, la especialista describe dos escenarios posibles para el futuro de la maquila: uno, basado en la continuidad de los apoyos tradicionales (que asegura una mayor precarización laboral), y el otro, sustentado en la reconsideración de objetivos no cumplidos de las políticas industrial y social que permita reconstruir un equilibrio en la competitividad de las empresas.
|