México D.F. Miércoles 26 de mayo de 2004
Son únicos en su tipo, señalan
científicos de la UNAM que hicieron el hallazgo
Descubren nuevo ecosistema y volcanes que emanan chapopote
Están a más de 3 mil metros de profundidad
en la planicie abisal del Golfo de México
Afirman que también se detectaron petróleo,
carbonatos y metano cristalizado y gaseoso
KARINA AVILES
Científicos
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron
un nuevo tipo de ecosistema y volcanes marinos de los que emana chapopote
-de los cuales, hasta hoy, no se tenía registro en el mundo-, que
subsisten junto con recursos energéticos como el petróleo
a más de 3 mil metros de profundidad en el Golfo de México,
lo cual representa para el país un potencial de explotación
de grandes magnitudes.
El hallazgo, que significa un importante paso para la
ciencia mexicana y cobra relevancia a escala nacional, fue realizado por
Elva Escobar Briones y Paul Blanchon, investigadores del Instituto de Ciencias
del Mar y Limnología, así como por Carlos Mortera, investigador
del Instituto de Geofísica, durante una expedición en la
que encontraron estos sitios únicos, localizados en la planicie
abisal del Golfo de México, en la bahía de Campeche.
La exploración se llevó a cabo a finales
del año pasado. Los científicos realizaban estudios de ciencia
básica y también trataban de explicarse por qué hay
manchas de aceite en la superficie del mar.
Ante la carencia de los equipos sofisticados que se utilizan
para hacer estudios a grandes profundidades y los elevados costos de una
investigación de tal envergadura, buscaron una asociación
académica con científicos de las universidades Bremen-Geomar,
de Alemania, y de Texas A&M, Estados Unidos.
De hecho, el buque que utilizaron para la expedición
es un RV Sonne alemán. Las respuestas a sus preguntas llegaron después.
En las profundidades descubrieron "recursos energéticos y formas
de vida que no se conocían hasta el momento", señala la corresponsable
académica del proyecto, Elva Escobar Briones.
La doctora afirma que la principal relevancia del estudio
redica "en el hallazgo de una nueva geología, volcanes de asfalto
y de un nuevo tipo de ecosistema biológico que subsiste asociado
con chapopote, junto con los cuales se encuentra en el subsuelo marino
metano cristalizado, metano gaseoso, petróleo y carbonatos".
De ahí que otro aspecto relevante es el social
y económico, pues ahora se sabe que México tiene otros sitios
con potencial de explotación de recursos energéticos como
los antes citados, añade.
Sin embargo, el director del Instituto de Geofísica,
Jaime Urrutia, explica que la explotación comercial de estos recursos,
a más de 3 mil metros de profundidad, conlleva grandes retos, sobre
todo cuando los yacimientos actualmente explorados en el país tienen
una profundidad de alrededor de 100 metros. De acuerdo con distintos estudios,
será en 20 o 30 años cuando se podrá realizar una
explotación comercial, apunta.
Carlos Mortera explica que los volcanes encontrados en
el fondo marino -de los cuales no se tenía ningún antecedente
en alguna otra parte del mundo, lo que lo convierte en una importante contribución
a la ciencia- tienen una altura de 100 a 800 metros y un diámetro
de 200 metros hasta un kilómetro.
De las fracturas, producto de las bajas temperaturas,
se han registrado varias emanaciones de asfalto, y en forma asociada crecen
bacterias y organismos que se alimentan de ellas, como los gusanos de tubo
y almejas, así como equinodermos, crustáceos y peces.
Por otro lado, Elva Escobar señala que en las muestras
recolectadas se encontraron carbonatos, de los que escurre petróleo
líquido; metano gaseoso y cristalizado, así como el sedimento
conocido como mousse.
En cuanto al hallazgo biológico explica que se
descubrió la presencia de una comunidad de organismos, que incluye
cangrejos, gusanos de tubo y diversas especies de mejillones, "habitando
los sitios donde se encuentran compuestos tóxicos originados por
el flujo de chapopote que conforma estos volcanes".
Estos organismos, junto con tapetes de bacterias, son
un modelo excelente de estudio para comprender mecanismos metabólicos,
celulares y moleculares que viven a presiones hidrostáticas elevadas,
bajas temperaturas, poco alimento y una estrecha asociación con
sistemas altamente tóxicos, añade.
Los científicos expresaron la necesidad de que
la Secretaría de Energía, Petróleos Mexicanos y el
Instituto Mexicano del Petróleo -instancias que ya están
enteradas del hallazgo- colaboren con recursos económicos, técnicos
y humanos en las investigaciones.
Así, establece Escobar, sabrán con qué
recursos cuenta el país y cómo utilizarlos y explotarlos
de manera sustentable. Por ello, agrega, se analizará el potencial
de éstos para ser explotados, con el propósito de determinar
el posible beneficio económico de la nación.
Las muestras recolectadas -rocas, petróleo y organismos-
se estudiarán en México en diversos laboratorios de los institutos
de investigación de la UNAM, en colaboración con investigadores
de Alemania y Estados Unidos.
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