México D.F. Domingo 30 de mayo de 2004
La lectura en el Zócalo de Canto general,
de Pablo Neruda, primer acuerdo del organismo
Con nutrida asistencia se instala la Asamblea de la
Comunidad Cultural
Brillaron por su ausencia figuras del medio intelectual
caracterizadas por sus posturas críticas
ARTURO JIMENEZ
De manera impensada por los organizadores, más
de 150 artistas e intelectuales asistieron a la reunión fundacional,
pública y abierta de la Asamblea de la Comunidad Cultural (Ascultura),
convocada como un organismo "horizontal" y apartidista que enfrente sistemática
y propositivamente los embates gubernamentales contra la cultura.
Pese a una evidente falta de experiencia en el manejo
de reuniones colectivas y a un patio de la librería El Sótano
de Coyoacán lleno de incomodidades y de gente, la nueva organización
pudo llegar a su primer consenso: la lectura pública del Canto
general, de Pablo Neruda, quizá en el Zócalo capitalino
y quizá el domingo 13 de junio.
La mesa estuvo presidida por el poeta David Huerta, los
escritores Gerardo de la Torre, José Antonio Elo y Gerardo Unzueta,
y el especialista en artes escénicas Raúl Díaz. En
primera fila, entre los que alcanzaron silla, estaba el actor Carlos Bracho.
Por
ahí andaban también el poeta Ricardo Yáñez,
el poeta y editor Eduardo Mosches, el narrador Alberto Chimal y el guionista
de cine Javier Robles (Rojo amanecer, Los motivos de Luz),
entre otros.
Brillaron por su ausencia muchas de las muy conocidas
figuras del medio cultural caracterizadas por sus planteamientos críticos.
Incluso varios de los convocantes no estuvieron en esa primera reunión,
como los escritores Leo Eduardo Mendoza o Paco Ignacio Taibo II, de quien
se supo estaba fuera del país.
En contraparte, brillaron por su presencia escritores,
actores, cuentacuentos, bailarines, artistas plásticos, rescatadores
de tradiciones indígenas, promotores culturales, editores independientes
de libros y revistas, y trabajadores de la cultura y de los medios de comunicación.
Incluso un pintor y promotor cultural se dejó venir desde Ciudad
Juárez.
Al final, en las listas que circularon durante la reunión
para sumarse e integrarse a Ascultura, se contaron más de cien nombres.
Y si se considera que antes de la reunión los organizadores ya hablaban
de otro centenar, puede hablarse entonces de un amplio poder de convocatoria.
Embates a la cultura
La reunión comenzó con la lectura del texto
convocante, el cual circuló los días previos por Internet
y de manera parcial en cartas y notas periodísticas (La Jornada,
28 mayo, 2004).
"Es evidente que en México, desde hace unos lustros,
está en marcha un proyecto subordinado a los imperativos de la globalización
y a los grandes intereses transnacionales, que busca socavar las bases
culturales y la identidad del país", consigna el texto.
"Se han desalentado las iniciativas encaminadas a ensanchar
el acceso de los mexicanos a los bienes culturales y, por el contrario,
se han producido violentos embates contra los creadores y los recursos
del arte y la cultura de la nación."
Y menciona como ejemplos la repetida pretensión
de imponer el IVA a libros y revistas, el intento de liquidar instituciones
como el Instituto Mexicano de Cinematografía, el Centro de Capacitación
Cinematográfica y los Estudios Churubusco.
También enlista la censura "abierta o enmascarada",
la cancelación de sitios para la difusión artística
y la disminución del presupuesto destinado a la cultura, "como ocurrió
recientemente en la Secretaría de Cultura del DF". Además,
los intentos de privatizar el patrimonio cultural de México.
Participación plural
Luego comenzaron las intervenciones de los convocados.
Una integrante de la Asociación de Creadores de Arte planteó
el caso del intento de la delegación Benito Juárez de cerrar
el Centro Cultural la Pirámide.
El director de la revista Crónicas y Leyendas
de la Ciudad de México, Jermán Argueta, llamó
a hacer de Ascultura una fiesta y recordó que este domingo se realizará
una manifestación artística en la explanada del Palacio de
Bellas Artes en apoyo a los trabajadores del programa Alas y Raíces
a los Niños.
El artista plástico y promotor cultural Benjamín
Romero habló del proyecto de impulsar la secretaría de cultura
federal y criticó la labor de la del Distrito Federal por concebir
a la cultura sólo como la organización de espectáculos.
Ricardo Bautista, promotor cultural y asesor del diputado
federal perredista Inti Muñoz, leyó un texto a nombre de
ambos y de otros promotores y propuso la realización de una jornada
en protesta al "pensamiento vacuo" de los actuales gobernantes sobre la
cultura. Y dijo:
"El presupuesto destinado a la cultura ha disminuido constantemente
desde que el antiintelectualismo azul, de derechas, llegó al poder:
hoy ese presupuesto representa sólo el .07 por ciento del producto
interno bruto, cuando la UNESCO recomienda a países en desarrollo
destinar 1 por ciento del PIB."
Javier Robles, guionista de cine, dijo que mejor se hiciera
un análisis crítico del documento leído por los convocantes
y se dejara para otro momento el listado de problemas concretos. Habló
después otra decena de participantes.
La comisión organizadora planea una reunión
interna para la próxima semana a fin de consolidar la relación
con los nuevos miembros de Ascultura y precisar la fecha de la lectura
de Neruda en el Zócalo, entre otros puntos. Para mayores informes:
[email protected] y [email protected]
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