México D.F. Domingo 30 de mayo de 2004
Se basa en la captación de IED y no genera
crecimiento industrial, señala un estudio
Cuestionan investigadores de EU la viabilidad del modelo
seguido por Fox
DAVID ZUÑIGA
El gobierno de Vicente Fox le apuesta a un modelo económico
inviable, basado en la captación de inversión extranjera
directa (IED), pero que no genera un crecimiento industrial sostenible,
señalan en un estudio Kevin Gallagher y Lyuba Zarsky, investigadores
del Instituto de Desarrollo Global y Medio Ambiente de la Universidad Tufts,
de Estados Unidos.
En el documento, titulado ¿Desarrollo industrial
sustentable? Los resultados de la estrategia de integración
de México basada en la inversión extranjera directa, los
especialistas señalan que el gobierno mexicano "confunde los medios
con los fines" al privilegiar la estabilidad macroeconómica y la
entrada de capitales foráneos sobre el bienestar de la población
y el aumento de la productividad nacional.
Los investigadores señalan algunos de los grandes
fracasos de la estrategia económica basada en las exportaciones
y la atracción de capitales extranjeros: el país no ha aumentado
su capacidad de producción interna ni ha estimulado la innovación;
la industria contamina más, no ha mejorado la calidad de vida de
los mexicanos ni se ha reducido la desigualdad mediante la creación
de empleos mejor pagados en el sector manufacturero, y tampoco ha disminuido
la migración interna y hacia Estados Unidos.
El reporte, divulgado en febrero, menciona que la estrategia
mexicana logró muchas de sus metas: aumentó los flujos de
inversión extranjera directa, la productividad y las exportaciones
manufactureras, pero a costa de un persistente déficit comercial
y de una creciente dependencia de insumos importados, que ponen en duda
la viabilidad económica y financiera de este modelo a largo plazo.
Continua la estrategia de desarrollo de Ernesto Zedillo
y Carlos Salinas
En las conclusiones del estudio, Gallagher y Zarsky señalan
que el gobierno de Vicente Fox ha continuado con la estrategia de desarrollo
seguida por Ernesto Zedillo y Carlos Salinas, a pesar de que se ha demostrado
que ésta muy vulnerable a la inestabilidad financiera y la pérdida
de competitividad; además, ha creado un esquema de desarrollo que
excluye a la mayor parte de la economía nacional del sector exportador.
Asimismo, señala que el deterioro ambiental se
ha agravado debido a la falta de compromiso del gobierno con la ecología.
En cuanto a los salarios y el empleo, el modelo arroja
resultados "muy pobres" y ha agravado la desigualdad del ingreso en lugar
de reducirla.
Por lo que respecta a la degradación ambiental,
el estudio revela que entre 1985 y 1999 la erosión de las tierras
del campo aumentó 89 por ciento, los desechos sólidos generados
por los municipios crecieron 108 por ciento y la contaminación del
aire en las grandes ciudades se incrementó en 97 por ciento.
El gobierno calcula que en ese periodo las pérdidas
provocadas por la contaminación fueron mayores al crecimiento de
la economía en ese periodo. El costo de la degradación ambiental
fue de 10 por ciento del PIB, es decir, unos 36 mil millones de dólares
al año, mientras que la economía creció apenas 2.6
por ciento anual, en promedio.
En cuanto a las alternativas, los investigadores reconocen
que, dadas las tendencias de la globalización neoliberal, las reglas
sobre comercio e inversión y la cercanía con Estados Unidos,
México difícilmente podría volver a las políticas
de sustitución de importaciones. Sin embargo, como punto de arranque,
el gobierno foxista debería diseñar un modelo de desarrollo
industrial sustentable como el eje de su estrategia económica. Esto
significa que la principal meta no sea incrementar la inversión
extranjera, sino crear condiciones favorables para la inversión
y la producción de empresas nacionales. Para ello, es necesario
reducir el alto costo del financiamiento para evitar que genere presiones
inflacionarias; asimismo, se requiere diseñar instrumentos de crédito
especiales para la micro, pequeña y mediana empresa.
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