México D.F. Lunes 31 de mayo de 2004
Construyen un "crimen pasional" para ocultar
posibles nexos de autoridades con narcos
Doble crimen revela homofobia y abusos a la libertad
de expresión en Tamaulipas
En lo que va del gobierno de Yarrington 27 periodistas
han sido atacados y cinco asesinados
JENARO VILLAMIL
La madrugada del 19 de marzo pasado el periodista Roberto
Mora García, director editorial del periódico El Mañana
de Nuevo Laredo, fue asesinado a las puertas de su domicilio. Su cuerpo
presentaba 26 puñaladas. Una semana después la policía
detuvo al presunto asesino material, un joven de 23 años, Mario
Medina Vázquez, ciudadano estadunidense, y a su presunto cómplice,
Hiram Oliveros Ortiz, de 28 años, su pareja sentimental. Los torturaron
para que se declararan culpables del homicidio. No contaron con la asistencia
legal ni consular debida. Se les aisló y posteriormente se les encarceló.
El 13 de mayo a las 18:20 horas Mario Medina fue asesinado
en el Cereso II . Su cuerpo presentaba 88 lesiones de arma punzocortante
e indicios de abuso sexual. Su presunto asesino, Roberto Herrera González,
alias El Pitufo, declaró primero que lo apuñaló
por una riña en el campo de futbol, según declaró
a El Mañana, y después afirmó que Mario Medina
lo "acosaba" sexualmente. Los familiares y amigos temen por la vida de
Hiram Oliveros, que permanece preso.
El
doble crimen de Roberto Mora García y de Mario Medina causó
ya la renuncia del procurador de Justicia de Tamaulipas, Francisco Cayuela
Villarreal, denuncias por el papel cómplice de la comisión
estatal de derechos humanos, y ha generado una crisis severa con la embajada
de Estados Unidos, la cual el 7 de abril emitió una nota diplomática,
denunciando la tortura contra Medina para inculparse del crimen del periodista.
Después del asesinato de Medina, el cónsul Michael Yoder
reprochó a las autoridades de Tamaulipas el incumplimiento de las
medidas de seguridad demandadas para la integridad de su conciudadano.
Sin embargo, lo más grave ha sido la indolencia
de las autoridades y el cúmulo de pruebas que revelan, a decir de
integrantes de la Comisión en Memoria de Roberto Mora García
y del periódico El Mañana, que se trata de la construcción
de un "crimen pasional" con claros tintes de homofobia y con infinidad
de "puntos oscuros" para desviar la atención hacia las pistas que
puedan involucrar a autoridades vinculadas con el narcotráfico,
denunciadas por Mora García durante los poco más de tres
años que dirigió el periódico tamaulipeco.
El consulado de Estados Unidos expresó su extrañeza
por la conexión que las autoridades trataron de establecer entre
la homosexualidad y el crimen. Yoder afirmó ante la Comisión
en Memoria: "No estamos contentos con los actos de las autoridades para
presentar esta información al público y tengo que preguntar
por qué, de qué puede servirles. ¿Qué relación
hay entre su orientación sexual y la implicación de su culpabilidad?"
Este domingo 30 de mayo, la Comisión en Memoria
-integrada por el Pen Club México, el Centro de Estudios Fronterizos
y de Promoción de los Derechos Humanos, Periodistas Frente a la
Corrupción, el Centro de Periodismo y Etica Pública y Libertad
de Información México (Limac)- presentó un detallado
informe de 35 cuartillas en el que relatan los resultados de su visita
a Tamaulipas, entre el 22 y el 24 de abril.
Construcción de un crimen
El informe detalla algunas de las irregularidades y flagrantes
violaciones a los derechos humanos que se han sucedido en ambos crímenes.
Entre los puntos más destacados están los siguientes:
1. La detención de Mario Medina Vázquez
e Hiram Oliveros Ortiz "fue arbitraria, porque no existía el caso
urgente invocado por el Ministerio Público".
2. Existen pruebas y denuncias de que Mario Medina fue
"torturado y amenazado de muerte -mencionó que fue llevado a las
cercanías de la plaza de toros-, mientras que Hiram denunció
incomunicación y tortura sicológica para forzarlo a inculpar
a Raúl Eduardo Coss García como responsable del asesinato
del periodista". Finalmente, la comisión estima que Coss García
fue la "coartada" para inculpar a Mario Medina y a Hiram Oliveros en un
crimen orientado hacia los celos del primero por una presunta relación
entre Hiram y el periodista asesinado.
3. Se documentan incongruencias entre la hora en que los
acusados Mario Medina e Hiram Oliveros rindieron su declaración
y las acciones que llevó a cabo la procuraduría para detener
a Raúl Eduardo Coss García.
4. El "hallazgo más relevante", a juicio de la
comisión, es la opinión expresada por expertos forenses consultados
de que el arma con la que presuntamente fue asesinado Roberto Mora García
"no coincide con la descrita en la autopsia de la propia Procuraduría
de Justicia en Tamaulipas". En el informe se subraya que el cuchillo encontrado
en la barra de la cocina del departamento de Mario Medina e Hiram Oliveros
no coincide con el arma descrita en la autopsia del periodista, identificada
como "una navaja de doble filo, mientras que el cuchillo presentado por
la procuraduría es de un solo filo".
5. Existen graves errores en la autopsia del periodista
Mora García. Por ejemplo, solamente se describen dos direcciones
de las múltiples heridas, lo cual resulta incompleto para dictaminar
la mecánica y la dinámica de las lesiones.
6. La comisión establece que durante los interrogatorios
en los que Mario Medina aceptó ser el asesino material, "el detenido
no contó con una defensa adecuada por su abogado, Hugo Barrera Garza".
No sólo eso. El abogado "emitió comentarios despectivos en
torno a las preferencias sexuales de sus clientes". Barrera Garza, además,
estuvo en un claro conflicto de intereses, ya que, además de defender
a los implicados, era abogado de Raúl Eduardo Coss García
y tiene un cargo remunerado en el municipio de Nuevo Laredo.
En el informe, la comisión subraya que "existen
evidencias de que la procuraduría de Tamaulipas filtró y
proporcionó a los medios información orientada a divulgar
y señalar la homosexualidad de Mario Medina Vázquez y e Hiram
Oliveros Ortiz.
"A esta comisión se le externaron comentarios que
podrían implicar dudas sobre Roberto Mora, sin presentar evidencias
concluyentes y aludiendo a documentos que, fuera de contexto, podrían
ser interpretados de múltiples maneras.
"La comisión estima que con estas filtraciones
pareció evidente el objetivo de influir en la percepción
de la opinión pública, la cual, al catalogar el hecho como
crimen circunstancial por motivos pasionales entre homosexuales, podría
abstenerse de hacer cuestionamientos de otro tipo."
Durante la rueda de prensa en la que se presentó
el informe, Alan García, integrante de la comisión que visitó
Nuevo Laredo, confirmó que por lo menos a dos trabajadores de El
Mañana los citaron a declarar aludiendo a sus preferencias sexuales.
Leonarda Reyes indicó que "el ambiente homofóbico
se construyó en torno al caso". Incluso, en comentarios entre taxistas
y ciudadanos de Nuevo Laredo el asunto se reduce a un "crimen entre homosexuales".
La homofobia en torno a los dos homicidios pretende reducir
ambos casos a asuntos "pasionales" y, como en otros casos de crímenes
de odio, como los feminicidios de Ciudad Juárez, corresponsabilizar
a las víctimas de su propio destino trágico y no investigar
otras líneas.
Del informe de la comisión se desprende que no
existe vínculo claro entre el periodista asesinado y la pareja detenida,
salvo el hecho de que eran vecinos de departamentos en la calle Guanajuato
3890, colonia Jardín.
Crímenes de periodistas en Tamaulipas
La comisión documenta que en Tamulipas "existe
un control de los medios de comunicación mediante cuotas de publicidad
y pagos a reporteros". Durante los últimos cinco años del
gobierno de Tomás Yarrington Ruvalcaba, el Centro de Estudios Fronterizos
y de Promoción de los Derechos Humanos ha documentado 27 casos de
ataques contra periodistas, incluyendo el asesinato de cinco informadores,
entre ellos Roberto Mora García. Los cuatro crímenes anteriores
han quedado impunes.
"En los 27 casos no están incluidos los abusos
de las corporaciones policiacas federales ni de las fuerzas militares,
los que han aumentado sensiblemente en los últimos años",
señala el reporte.
En Tamulipas, la mayor presencia delictiva se le atribuye
al cártel del Golfo y a los Zetas; esta última
organización actúa de manera coordinada con el cártel
y es dirigida por desertores de elite del Ejército Mexicano.
En su página web, El Mañana
ha sostenido que el homicidio de su director editorial "hiere profundamente
el ejercicio del periodismo independiente en Nuevo Laredo, Tamaulipas,
y en el país entero".
Durante los casi cuatro años al frente de este
periódico, propiedad de la familia Déandar, Mora García
firmó una columna con el seudónimo de El Puente. Allí
denunció insistentemente la relación entre los cuerpos policiacos
y el narcotráfico, entre el municipio y el crimen organizado.
Sin embargo, las autoridades tamaulipecas no han investigado
ninguna de las líneas que podrían derivarse de las denuncias
del periodista. Ernesto Villanueva, director de Limac, y María Elena
Ruiz, del Pen Club, subrayaron que mientras no se indague sobre otras causas,
el crimen seguirá siendo un grave atentado a la libertad de expresión.
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