Líos en el caso Ponce

Aparecen nuevas evidencias contra José Espina

LUMBRERA CHICO

Poco a poco, la situación jurídica del ex delegado en Benito Juárez y actual coordinador de la bancada del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, José Espina von Roerich, se torna más y más delicada. De acuerdo con el juicio de amparo interpuesto el 27 de noviembre del año anterior por Alfonso Ponce Martínez, hermano del matador valenciano Enrique Ponce, para apelar de la suspensión de un año que le impuso la Benito Juárez, prohibiéndole torear en la Monumental Plaza México, han aparecido nuevas irregularidades que inculpan indirectamente a Espina.

Según los autos de dicho juicio de amparo, los siguientes funcionarios a las órdenes de Espina, José Luis Herrera, ex director jurídico; Humberto Morales Zermeño, ex director de gobierno, y Adrián Pulido Raso, ex notificador oficial, podrían haber incurrido en el delito de falsedad en información proporcionada a la autoridad, el cual provoca graves sanciones. Estos tres personajes declararon en el curso del proceso que "no notificaron oportunamente a Enrique Ponce" de la suspensión que le impuso la Benito Juárez a raíz del fraude cometido por el diestro Ibérico en contra de los espectadores asistentes a la corrida del 57 aniversario, argucia que validó el juez del caso, Humberto Suárez Camacho, para declarar que era improcedente la sanción contra el torero.

Sin embargo, el entonces titular de la Asociación Mexicana de Matadores de Toros y novillos, Luis Corona, reconoció en declaraciones publicadas por varios medios informativos que sí había recibido la notificación del castigo de la Benito Juárez pero que no se la comunicó a Ponce porque "no consideré que tuviera ninguna importancia".

Ahora, la Comisión Taurina del Distrito Federal, presidida por el videoasta Carlos Mendoza, está demandando la revisión del juicio de amparo y cuenta con pruebas documentales para demostrar que la sentencia absolutoria del juez Suárez Camacho está basada en falsos testimonios de los señores Herrera, Morales Zermeño y Pulido Raso, todos ellos considerados como hombres de la mayor confianza de Espina von Roerich.

Nadie sabe en qué terminará este enredo, cuya existencia agrava de cualquier modo la situación del ex delegado panista, a quien por otra parte el Gobierno del Distrito Federal podría encauzar penalmente por la comisión del delito de fraude, con un monto aproximado a 40 millones de pesos -delito grave en la capital del país- en complicidad con el cacique de Mixcoac, Rafael Herrerías Olea.

Mientras tanto, los aficionados taurinos del país aguardan con ansiedad la actuación de Eulalio López, El Zotoluco, en la plaza de Las Ventas de Madrid. Pero en el ínterin no hablan sino del éxito que Enrique Espinoza, El Cuate obtuvo en la modesta pero siempre digna plaza mexiquense de La Florecita.