México D.F. Martes 1 de junio de 2004
Rechazan gobernadores de AN la reprimenda presidencial
Dimite Calderón; injusta descalificación
de Fox, dice
No los reprimiré, había ofrecido el mandatario
a precandidatos en 2003
DE LA REDACCION
La disputa por la ''sucesión presidencial'' ya
está en marcha en todos los partidos, expresó un sonriente
Vicente Fox la mañana del 17 de julio del año pasado. No
se detuvo ahí. Habló de las aspiraciones de los integrantes
de su gabinete a sucederlo. Les ofreció: ''Ni los reprimiré
ni les apachurraré la cabeza para meterlos debajo de la mesa y que
ahí se den de patadas''.
Hoy, casi 11 meses después de aquellas promesas,
su secretario de Energía, Felipe Calderón, renunció
al cargo una vez que el Presidente le reprochó acremente haber sido
objeto de manifestaciones de apoyo de militantes del Partido Acción
Nacional (PAN) en Jalisco, encabezadas por el gobernador Francisco Ramírez
Acuña. Al respecto, Fox dijo que el acto en el que fue destapado
Calderón fue ''más que imprudente'' y estuvo ''fuera de lugar
y fuera de tiempo''.
Esta situación desató una de las más
graves crisis entre el Presidente y su partido, Acción Nacional,
cuyas relaciones han distado de ser tersas. Sobre el blanquiazul,
Fox dijo a La Jornada, apenas tres días después de
haber sido electo, también en julio pero de 2000: ''Lo veo como
el libro Abrázalos y déjalos ir: ya me formó,
ya me dio ideología, ahora me tiene que dejar ir, pues al final
quien gobierna es Vicente Fox, no el PAN; el que la riega es Vicente Fox,
no el PAN; el que tiene los aciertos es Vicente Fox, no el PAN''.
La comida-mitin
Todo comenzó el viernes pasado, en Guadalajara,
en el contexto de la tercera cumbre de jefes de Estado y de gobierno de
la Unión Europea, América Latina y el Caribe, cuando se hicieron
circular en el centro de prensa invitaciones a todo color para una comida-mitin
en la que ''miles'' de panistas jaliscienses ''lanzarían'' a la
carrera presidencial al secretario de Energía.
En las invitaciones se incluía la semblanza de
Calderón. Enumeraban sus cargos partidistas, entre ellos la presidencia
de Acción Nacional, de 1996 a 1999, y resaltaban sus virtudes como
''líder de opinión'' nato.
Acompañaba la invitación un croquis para
llegar al rancho La Palma, en el municipio de Atlajomulco de Zúñiga,
propiedad de Abraham González, uno de los más importantes
productores lecheros de la región, quien ocupa la Secretaría
de Administración del gobierno de Ramírez
Acuña. Ese mismo viernes, la Presidencia externó
su malestar aduciendo que Calderón y sus simpatizantes aprovecharon
que los medios cubrían profusamente el foro para hacerse propaganda.
Al mismo tiempo, Calderón trataba, tibiamente, de desmarcarse.
El sábado, a bordo de autobuses con mantas que
rezaban ''Felipe para presidente'', miles de panistas -unos 3 mil, según
crónicas- acudieron a La Palma. Ahí, en encendido discurso,
el gobernador Ramírez Acuña alabó las virtudes del
funcionario y lo destapó para la grande.
''No tenía conciencia cabal de la magnitud del
acto -dijo un sorprendido Calderón-, tendré más cuidado
en el futuro porque esto se está complicando.'' Sus palabras no
pudieron ser más acertadas. Al día siguiente, aprovechando
la conferencia conjunta que ofreció con el presidente de Colombia,
Alvaro Uribe, Fox externó su enojo. Adjetivó: (el acto) ''fue
más que imprudente, y lo digo tanto por el secretario como por el
gobernador y su equipo".
Los titulares de los periódicos de ayer lunes desplegaron
el regaño presidencial. Por eso, desde temprano, en entrevistas
radiofónicas, el gobernador de Jalisco soltó la primera respuesta
a Fox: ''¿Imprudente? De ninguna manera, porque fue una reunión
a la que los panistas invitamos a Felipe, porque consideramos que es el
hombre que reúne las cualidades para continuar con el esfuerzo que
ha venido haciendo el presidente Fox''.
Y para que no quedaran dudas, Ramírez Acuña
señaló que a él nadie le llama la atención:
''Al gobernador de Jalisco los únicos que lo pueden regañar
son los jaliscienses''. Expresó que el presidente Fox ''pudiera''
estar mal informado y sostuvo que no le consultó la realización
del acto en apoyo a Calderón ''porque ese tipo de eventos los platico
con el presidente estatal de mi partido; es a él a quien recurrimos'',
deslindó.
A lo largo del día se conocieron expresiones muy
fuertes en torno al reproche presidencial. El senador panista Felipe de
Jesús Vicencio convino en que ''el comentario del Presidente no
es una censura al adelantamiento de un proceso electoral, sino una expresión
de sus preferencias personales'', mientras que el dirigente del PRD, Leonel
Godoy, fue al grano: ''Espero que el presidente Fox actúe de manera
pareja con todos los integrantes del gabinete -incluyendo a su esposa,
Marta Sahagún- que utilicen recursos públicos para promover
su candidatura''.
Otros gobernadores también panistas, como el de
Querétaro, Francisco Garrido Patrón, expresaron que no son
empleados del presidente Fox y, por lo tanto, tienen libertad de expresarse.
A su vez, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, consideró
que si bien ''no es momento de hacer campañas sino de ponerse a
trabajar'', aclaró que ''en el PAN la elección de candidatos
a la Presidencia es asunto del partido, no del Presidente''.
Intercambio epistolar
Más tarde, alrededor de las 15 horas, la Secretaría
de Energía emitió un escueto comunicado en el que Calderón
pone sobre la mesa su renuncia y lamenta profundamente ''la descalificación
de la que he sido objeto'', la cual califica de ''injusta y desmedida''.
Antes de hacer pública su decisión, Calderón Hinojosa
se reunió con Fox en Los Pinos.
Tres horas después, la Presidencia de la República
hizo saber que Fox Quesada aceptaba la dimisión y reiteraba su compromiso
de ''velar porque todos los miembros del gabinete ciñan su desempeño
exclusivamente a las tareas que corresponde a los cargos que tienen bajo
su responsabilidad''.
Así las cosas, muy lejos quedaron las promesas
presidenciales hechas a los miembros de su gabinete aquel 17 de julio del
año pasado: ''Ni los reprimiré ni les apachurraré
la cabeza para meterlos debajo de la mesa y que ahí se den de patadas''.
|