Incumplió pago de 33 mdd

Iusacell, al borde de la quiebra; enfrenta varias demandas

VICTOR CARDOSO

La más antigua empresa de telefonía móvil en el país, Iusacell, no pudo cumplir el pago de 33.2 millones de dólares de intereses de su deuda, con lo que quedó en los supuestos establecidos en la Ley de Concursos Mercantiles para una declaratoria de quiebra.

La empresa -cuyos orígenes datan de 1940, cuando Alejo Peralta obtuvo una concesión de radiotelefonía- inició operaciones en telefonía celular en 1989, y en julio del año pasado fue adquirida por el presidente de Televisión Azteca y Grupo Elektra, el empresario Ricardo Salinas Pliego, en sólo 10 millones de dólares.

La situación financiera de Iusacell cumple 17 meses de constante deterioro y llegó a un punto en el que, según cifras propias, el pasivo circulante excede al activo circulante en más de 9.7 mil millones de pesos; registra pérdidas acumuladas por más de 8.2 mil millones, que representan dos terceras partes de su capital, y enfrenta demandas legales de acreedores y accionistas minoritarios.

Hasta el despacho Pricewaterhouse, que este mes presentó la conclusión de una auditoría externa, dictaminó que esos resultados son "causa de disolución" de la empresa, la cual podría ser solicitada a los tribunales por cualquier interesado. Además, "estas circunstancias, entre otras, generan dudas sustanciales acerca de la habilidad de la compañía para continuar operando como negocio en marcha".

Liderazgo nunca alcanzado

A pesar de haber sido la primera en incursionar en el mercado de telefonía inalámbrica en México, Iusacell nunca logró alcanzar el siempre ansiado liderazgo, pese a alianzas, cambios de propiedad y avances tecnológicos.

Su error fue haberse endeudado, en 1999, con un crédito por 350 millones de dólares pagaderos a siete años, a una tasa de 14.25 por ciento, y más adelante otro préstamo por 266 millones de dólares, con vencimiento entre 2004 y 2006, y un bono de 150 millones que venció este año. En total, 766 millones de dólares, cuyos intereses representaron para la empresa, según declaraciones de directivos, "un elemento insostenible".

Esto llevó a la telefónica a que, hace exactamente un año, dejara de pagar 25 millones de dólares de intereses de su emisión de bonos por 350 millones de dólares. Siguió a principios de este año una demanda presentada por accionistas minoritarios ante un tribunal de Nueva York, en la que exigen el pago inmediato del principal y los intereses devengados a la fecha, y en abril pasado pidieron "que se declare una medida precautoria que impida a Iusacell Celular vender, transferir o gravar de cualquier forma sus activos en cuanto no se obtenga una resolución judicial que favorezca a dichos acreedores para obtener el cumplimiento forzoso del contrato respectivo".

Incluso en su más reciente reporte financiero al primer trimestre de 2004, se reconoce que "el grupo ha incurrido en actos de incumplimiento (unos directos y otros cruzados) en algunos de los contratos de deuda que tiene celebrados", lo que le da a los acreedores "la facultad de exigir el pago inmediato del principal y los intereses devengados bajo dichos contratos de deuda".