México D.F. Martes 1 de junio de 2004
En lo que resta del sexenio las empresas tabacaleras
aportarán unos $4 mil millones
Irá al seguro popular un peso por cada cajetilla
de cigarros vendida
Los recursos se invertirán en el fondo de protección
contra gastos catastróficos en salud
Anuncia Fox el acuerdo para tratar de evitar el consumo
entre la población adolescente
CAROLINA GOMEZ Y ROSA E. VARGAS
A
pesar de que una de las prioridades sanitarias es desalentar el consumo
de tabaco en el país, el gobierno federal será ahora uno
de los beneficiarios de las altas ventas de la industria del ramo, pues
a partir del primero de agosto, y hasta el final de la actual administración,
estas empresas deberán aportar un peso por cajetilla de cigarros
vendida al financiamiento del fondo de protección contra gastos
catastróficos en salud, estructura integral del seguro popular,
con lo cual se espera generar alrededor de 4 mil millones de pesos en lo
que resta del sexenio, anunció el presidente Vicente Fox Quesada.
Cabe destacar que no se especificó si este acuerdo
impedirá el alza de precios del tabaco por algún tiempo determinado,
para que no sea el consumidor quien acabe aportando los recursos para el
fondo gubernamental, ni se explicó de manera convincente por qué
razón este mecanismo de recaudación no se destinará
en exclusiva a atender las enfermedades y neoplasias producidas por la
inhalación del humo del tabaco, sino que se empleará para
costear el principal brazo operativo del seguro popular.
El Presidente dio a conocer que el 28 de mayo pasado México
se convirtió en el primer país de América en ratificar
el Convenio Marco para el Control de Tabaco, instrumento promovido por
la Organización Mundial de la Salud para disminuir la incidencia
del tabaquismo.
Al encabezar la ceremonia conmemorativa del Día
Mundial sin Tabaco, en la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario,
acompañado por el representante en México de la Organización
Panamericana de la Salud, Joaquín Molina Leza; el senador Ernesto
Gil Elorduy, vicepresidente de la Comisión Permanente del Congreso
de la Unión, y los secretarios de Educación y de Salud, Reyes
Tamez y Julio Frenk Mora, respectivamente, indicó que durante su
gobierno se ha impulsado una política "fiscal saludable, al elevar
los impuestos para desalentar el consumo (de tabaco) sin generar incentivos
al contrabando".
Por su parte, el secretario de Salud (Ssa) informó
que una encuesta aplicada en 2003 por el Instituto Nacional de Salud Pública
respecto a tabaco y juventud, en la que se entrevistó a 19 mil 500
estudiantes de entre 13 y 15 años, en 225 escuelas secundarias de
diez estados, reveló que los adolescentes se encuentran en un alto
grado de indefensión ante el peligro del tabaco.
De acuerdo con los resultados, "la mitad de los estudiantes
ha probado el cigarro alguna vez en su vida; uno de cada cinco fuma actualmente,
ello sin que existan diferencias entre hombres y mujeres, y la gran mayoría
piensa que es fácil dejar de fumar, pero el tiempo ya les irá
enseñando la dura realidad", advirtió Frenk Mora.
Esta encuesta también apunta que "46 por ciento
de los estudiantes convive con fumadores", por lo que están expuestos
en forma involuntaria al humo del cigarro.
El funcionario comentó que tras un intenso proceso
de negociación con la industria tabacalera se logró el nuevo
acuerdo, el cual no sólo prevé aportaciones por cada cigarro
vendido (que ascienden en promedio a 0.025 centavos), sino también
aumentar nuevamente el tamaño de las leyendas precautorias en las
cajetillas, las cuales crecerán de 25 a 50 por ciento. De manera
paralela se seguirá con el aumento gradual de impuestos negociado
en el paquete fiscal de 2001, por lo cual en 2005 el gravamen al tabaco
oscuro y claro será ya de 120 por ciento.
Fox detalló que en el país cada 10 minutos
muere una persona por complicaciones directamente vinculadas con el cigarro,
lo que al año representa más de 53 mil decesos. Sostuvo que
ante el avance del consumo de tabaco entre la población adolescente
"no podemos permitir que su salud se haga humo".
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