El rector entrega informe de gestión financiera a la Cámara de Diputados

De la Fuente: indispensable para el país, reconsiderar el valor de la ciencia

ROBERTO GARDUÑO

En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no se puede imaginar el futuro promisorio del país sin una base científica y tecnológica "más sólida que la que tenemos", manifestó Juan Ramón de la Fuente, rector de esa institución. Al acudir a la Cámara de Diputados para entregar el informe de gestión financiera presupuestal del ejercicio 2003, consideró indispensable para el desarrollo nacional seguir preparando con mejores herramientas profesionales a los alumnos de nivel superior.

Por cuarto año consecutivo las autoridades universitarias presentaron por iniciativa propia su cuenta anual a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, con el propósito de que sea analizada y, en su caso, avalada por la Auditoría Superior de la Federación.

Tras recibir el documento, el presidente de ese órgano legislativo, Salvador Sánchez Vázquez, ponderó el esfuerzo del Patronato Universitario y de la rectoría: "Este es un hecho relevante que da continuidad a una práctica en la que la UNAM ha sido pionera, al mostrar una total disposición a la revisión de cuentas. Su autonomía le garantiza capacidad para autogobernarse, para defender la libertad de cátedra e investigación al mostrar con transparencia su patrimonio. Con este acto, la universidad no sólo sigue manifestando su autoridad moral hacia la sociedad, sino también legitima en la práctica la validez de los principios de transparencia y de apertura a la información, y robustece la cultura de la rendición de cuentas, por lo cual es un claro reflejo de principios y valores de que dispone la comunidad universitaria".

De la Fuente informó que 60 por ciento del presupuesto se destina a las tareas educativas y académicas, 25 por ciento a la investigación, 8 por ciento a la difusión y extensión universitaria, y el 7 por ciento restante a las tareas administrativas. Sostuvo que el aparato institucional es pequeño en proporción a la magnitud de las tareas de la casa de estudios.

El rector consideró indispensable reconsiderar a fondo el valor de la ciencia y la tecnología en México, porque "si queremos ser más competitivos, si queremos fortalecer nuestra soberanía, tenemos que reconocer que esto será factible si contamos con ciencia propia y una mayor capacidad de la que tenemos hasta ahora para generar núcleos de innovación tecnológica, tanto en el sector público como en el privado".

Al comentar la etapa actual de la docencia en México, el rector consideró indispensable fortalecer la educación superior. "Si queremos realmente tener en el curso de los próximos años una sociedad más educada, mejor formada, más comprometida, la educación tiene que verse no nada más desde la perspectiva estrecha de formar profesionistas en tal o cual disciplina, sino todo lo que implica para un joven poder acceder a una formación universitaria. Queremos ver un mejor país, pero sabemos que para que esto ocurra se necesitará redoblar el esfuerzo educativo. Todavía tenemos enormes rezagos. Doy una cifra: entre los jóvenes mexicanos de 19 a 24 años, solamente 22 por ciento tiene acceso a la educación superior. En los países más avanzados este porcentaje llega a ser de 70 a 80 por ciento, y en los países de desarrollo mediano, pero superior al nuestro, la cifra oscila en alrededor de 50 por ciento", puntualizó.

"ƑDe qué sirve tener más profesionistas si escasean las fuentes de empleo?", se preguntó. "Pensar que porque estamos en bache desde el punto de vista de la generación de empleos debemos ya no formar profesionistas, creo que sería un error gravísimo; creo que tenemos que seguir formando más y mejores profesionistas. El sector educativo y el sector laboral son dos esquemas que tienen que impulsarse de manera más coordinada. Necesitamos establecer mejores mecanismos de coordinación, pero sería muy grave pensar que porque no hay suficientes empleos vamos a disminuir la matrícula o no abrir nuevas universidades".