México D.F. Jueves 3 de junio de 2004
López Obrador presidirá la inauguración
del mural del artista en el hotel Sheraton
José Villalobos explora el nexo entre pintura
y arquitectura
El espacio emblemático que acogió obras
de Rivera, Montenegro y Covarrubias, ahora recibe
su creación Lugar de rojo tezontle Ciudad
Universitaria es ejemplo de ese tipo de fusión, dice
MERRY MAC MASTERS
El mismo espacio emblemático que durante años
acogió obra artística de Diego Rivera, Roberto Montenegro
y Miguel Covarrubias, desplazada por los sismos de 1985, ahora da cabida
a un mural del pintor oaxaqueño José Villalobos.
Lugar de rojo tezontle, de 4.5 por 9 metros, pintado
al acrílico, que se alza sobre el lobby del nuevo hotel Sheraton
Centro Histórico -justo en el lugar donde antes estuvo el desaparecido
hotel del Prado-, será inaugurado hoy a las 19 horas con la presencia
de Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito
Federal; Enrique Semo, secretario de Cultura capitalino, la crítica
de arte Raquel Tibol y el pintor.
Subyugante ciudad enterrada
Villalobos comenzó su mural cuando todavía
faltaban los acabados del hotel. Encontró estimulante la posibilidad
de hacer una conexión entre pintura y arquitectura.
En
México, señala, existen grandes ejemplos de ''fusiones" de
ese tipo, a pesar de que ''en la actualidad hay una gran apuesta por la
arquitectura como una obra escultórica, aislada, sola".
Un ''gran ejemplo" de esa fusión es Ciudad Universitaria,
''con esos acentos escultóricos, esta relación con los murales,
con la escultura integrada a la propia arquitectura, los mismos espacios
definidos por muros que son escultóricos. Me apena que sea un concepto
hoy día casi en desuso".
Abunda: ''Justamente el centro de la ciudad de México
debe su riqueza a estas integraciones. Esto permite que esa zona sea caminable
en buena medida por las muchas cosas que se pueden ver desde el punto de
vista del peatón. Deberíamos regresar a estas apuestas a
la ciudad como más humanista, más en escala".
De índole más bien abstracta la pintura
de Villalobos carece de una ''temática".
Sin embargo, al hacer los preparativos del mural el pintor
leyó una nota periodística en la que se hablaba de las investigaciones
en el Centro Histórico de lo que es la ciudad indígena.
Saber que ''debajo de la urbe colonial hay una ciudad
indígena de la que, inclusive hoy día, no es posible identificar
bien a bien cuales son sus límites", lo perturbó.
La idea de una ciudad ''enterrada" le pareció ''subyugante"
a Villalobos. Otra imagen que incidió en el mural fue el rojo cinabrio,
''color que se usó mucho en la época prehispánica".
Y, luego, la del tezontle, ''material con el que se han
hecho muchos edificios tanto prehispánicos como coloniales".
Al jugar con esos conceptos ''salió esta idea de
fondo del mural", a la manera de un eco latente.
También hay manchas de azul como pedazos de cielo
que se asoman. ''En realidad -explica el entrevistado- mi paleta desde
hace muchos años es básicamente los colores que hay aquí:
un ocre contaminado por el negro, sucio, que mezclado con blanco da esos
grises verdosos y la gama de rojos muy apagados. No son colores puros,
sino cortados con un timbre muy bajo".
Desarrollo de atmósferas
En Lugar de rojo tezontle Villalobos desarrolla
''atmósferas" a partir de una serie de planos que se mueven ''hacia
atrás o hacia adelante".
Apunta: ''Tengo años de trabajar con la geometría,
con formas que cuando son cuadradas, se deforman al abrirse en un extremo
y pierden su rigidez. O estos triángulos que parecen flotar y que
en una arista pierden una parte al abrirse o cerrarse. Priva una idea de
la energía que pueda haber entre estos elementos, muchos de los
cuales son muy pesados, pero se siente que flotan en el ambiente.
''Me gusta que se desplacen de un lugar a otro, que se
muevan ya sea de arriba hacia abajo, o en el sentido horizontal a pesar
de ser pesadas como piedras. Me atrae un sentido de movimiento de cosas
desde piedras, fragmentos de hojas, de cualquier material, inclusive agentes
vivos.
''Me gusta pensar que hay una idea de éxodo detrás.
Que es algo que por cierta voluntad propia se desplaza de un lugar a otro.
Y, luego que una energía también del viento que mueve estas
cosas como una marejada, pero priva la idea de la acumulación de
fragmentos.
''Ver una barda hecha con sólo pequeñas
piedras arrimadas se me hace una construcción muy interesante.''
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