México D.F. Jueves 3 de junio de 2004
Señalan expertos
"Intentona" de aprobar al vapor reforma laboral
PATRICIA MUÑOZ RIOS'
Existe el riesgo de una posible "intentona" para aprobar repentinamente la reforma laboral de Carlos Abascal, e incluso se han soltado rumores de que 90 por ciento del documento ya fue aceptado por los partidos, lo cual es falso, y funcionarios de la Secretaría del Trabajo están promoviendo que se apruebe en lo general el proyecto y en el pleno que se discuta su aprobación.
En la presentación del libro La reforma laboral que necesitamos, de los autores Arturo Alcalde y Néstor de Buen y otros investigadores, catedráticos y expertos en la materia, se advirtió que existe la intención gubernamental de aprobar presurosamente esta reforma, lo cual no debe permitirse por ningún motivo ya que "son grotescos" los cambios que plantea.
Alcalde planteó que en la comisión interparlamentaria que analiza la reforma laboral se registra una situación sumamente grave, ya que se pretende "sobrevender la idea de la urgencia de esta reforma" y se están generando confusiones a propósito sobre el proyecto, para que los legisladores aprueben sin conocer a fondo las consecuencias de esta reforma, en la que, según se señala, el gobierno busca reducir la protección laboral a toda costa.
A su vez, Néstor de Buen planteó que el riesgo que significa la reforma laboral de Abascal es enorme, porque en ella se busca acabar con los derechos fundamentales de los trabajadores y favorecer a los dueños del capital. "Da miedo" la pretensión gubernamental, afirmó, e instó a los partidos políticos a encabezar una lucha por una reforma equilibrada y justa, ya que no sólo en México sino en el mundo los sectores económicamente débiles "están aburridos de la explotación".
Participaron en la presentación, el senador priísta Manuel Bartlett y los diputados Manuel Camacho Solís, del PRD, y Manuel Pérez Cárdenas, del PAN. Todos ellos coincidieron en que es necesaria la reforma laboral, pero discreparon en el cómo. Bartlett llamó a atender la dimensión social de la reforma, mientras que Camacho Solís dijo que "no tiene sentido sacar una reforma sólo por sacarla", pues aprobar un proyecto menor sería perder la perspectiva y el terreno para hacer un cambio profundo.
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