INFRAESTRUCTURA OBSTACULO AL CRECIMIENTO | 7 de junio de 2004 | |
México requerirá inversiones en infraestructura por 20 mil millones de dólares al año durante la próxima década, casi 3 por ciento del producto interno bruto (PIB), según estimaciones del Banco Mundial (BM). Sin embargo, en 2003 apenas se logró invertir 119 mil millones de pesos en torno a 8 mil 500 millones de dólares en infraestructura, según el tercer Informe de Gobierno de Vicente Fox. Esta cifra incluye inversiones en infraestructura carretera, ferroviaria, aeroportuaria y portuaria, así como en proyectos de Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Actualmente México es la décima economía en el mundo por el tamaño de su PIB, pero ocupa el lugar 45 en el Indice de Crecimiento en la Competitividad (ICC) que elabora el World Economic Forum (WEF), basado en variables que van desde la seguridad jurídica hasta la evaluación de la infraestructura física. Este índice evalúa la situación que mantienen puertos, aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, así como las telecomunicaciones y el sector energético. México no sale bien parado en muchos de estos aspectos. Carlos Tello Macías, titular de la cátedra de infraestructura para el crecimiento de la Facultad de Economía de la UNAM, resume: "En México tenemos una infraestructura insuficiente y la que tenemos es deficiente. Nos falta más capacidad energética, carreteras de alta velocidad, mejores sistemas de comunicación y un mejor uso y aprovechamiento del agua. Además, el sistema de puertos y aeropuertos es insuficiente". Ejemplo: 70 por ciento del costo de la madera en México corresponde al transporte por nuestros malos caminos y carreteras, según un reporte del Consejo Nacional Agropecuario. Por su parte, un cargamento de sorgo tarda 48 horas en llegar a Jalisco desde Texas si se hace por carretera, pero el tiempo se alarga si el transporte es ferrocarril. Infraestructura y crecimiento En países como México la infraestructura representa casi 20 por ciento de la formación de capital y entre 40 y 60 por ciento de la inversión pública. La ineficiencia en la operación de la infraestructura tiene consecuencias adversas en el crecimiento del país, pues repercute en la productividad y desalienta la inversión. Esta circunstancia ha sido expuesta por empresarios, inversionistas y por las mismas autoridades. Incluso, hace apenas unas semanas el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, advirtió que sin una infraestructura adecuada no se podrán lograr la meta de crecimiento de 3.1 por ciento para 2004. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), una infraestructura deficiente puede afectar negativamente hasta 5 por ciento en el crecimiento de una economía, y algunos sectores los puede dañar en un rango de 10 a 35 por ciento en su crecimiento. Carreteras La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reporta que 60 por ciento de las carreteras en México no incluye autopistas funcionan en condiciones buenas y en algunos casos hasta óptimas. Treinta por ciento presenta condiciones regulares en términos de capacidad y 10 por ciento están saturadas. En estos tramos se advierten problemas de congestionamiento, por lo que los costos de operación de los vehículos pueden ser muy elevados. En su Programa 2000-2006, la SCT menciona que el elemento más importante de la red carretera nacional lo constituyen 14 corredores (de una longitud de 19 mil 263 kilómetros) que dan acceso y comunicación permanente a las principales ciudades, fronteras y puertos marítimos. Al principio del sexenio de Vicente Fox estos caminos se encontraban en renovación total, con un avance de 60.8 por ciento, que equivale a 11 mil 714 kilómetros, por lo que falta modernizar 39.2 por ciento, es decir, 7 mil 549 kilómetros. Durante el sexenio se planea realizar obras en 111 tramos de la red, con una inversión de 72 mil 500 millones de pesos, lo que permitirá tener modernizado 89 por ciento de la longitud total de los 14 corredores. En materia de caminos rurales, el país cuenta con una red de 160 mil 185 kilómetros que comunican a 19 mil 000 comunidades, en las que habitan 14 millones de personas, que representan 60 por ciento de la población rural. La SCT reconoce que 62 por ciento de estos caminos están en malas condiciones. La situación es más grave si se consideran los daños ocasionados por las frecuentes lluvias, lo que implica altos costos de mantenimiento. En autopistas y carreteras de cuota actualmente se trabaja con Banobras en un mecanismo de financiamiento a fin de reactivar la inversión privada. No obstante, este mecanismo buscará evitar caer en los errores que causaron el rescate carretero. El BM estima que para recuperar el rezago en el sector se deben invertir unos 900 millones de dólares anuales durante los próximos 10 años. Por otra parte, en el país existen alrededor de mil 200 puentes dañados por el paso de vehículos pesados, los cuales requieren reforzamiento y reparación. La SCT estima una inversión necesaria de 2 mil 200 millones de pesos. Ferrocarriles El país cuenta con una red férrea de 26 mil 655 kilómetros que une a las poblaciones más importantes. Sin embargo, durante los últimos 25 años prácticamente no creció. La restructuración del sistema ferroviario inició en 1995, con la privatización de más de 80 por ciento de la red principal por la que transita casi toda la carga. Sin embargo, la OCDE reporta que en México menos de 10 por ciento de la carga doméstica se transporta por tren. En la actualidad operan seis empresas ferroviarias que entre 1997 y 2000 invirtieron 3 mil 787 millones de pesos en infraestructura. Los operadores se han comprometido a invertir más de 4 mil 700 millones de pesos durante el presente sexenio. En su reporte de competitividad 2002, el WEF asigna a México una calificación de 2.7 por su infraestructura ferroviaria (la máxima es 7) y lo ubica en el sitio 49 mundial. En cuanto a las tarifas ferroviarias, éstas son 140 por ciento más caras que en Estados Unidos y 40 por ciento mayores que en Brasil, según el reporte el WEF. Energía La reforma eléctrica, que por donde quiera que se le vea implica mayor participación del sector privado, es otro pendiente de la administración foxista. La CFE reconoce que se requieren inversiones del orden de 65 mil millones de dólares para los próximos cinco años. Sin embargo, el debate en el Congreso no ha alentado dicha reforma, lo que ha llevado a que varios proyectos de inversión estén frenados. Por ejemplo, Electricité de France ha dejado de invertir 3 mil 500 millones de dólares en México. El megaproyecto más ambicioso del gobierno de Vicente Fox es la hidroeléctrica El Cajón, en Nayarit. Este proyecto es ejecutado por Ingenieros Civiles Asociados (ICA), con un presupuesto autorizado por 812 millones de dólares. Sin embargo, en este momento está en riesgo como consecuencia de los altos costos del acero. Esto ha elevado el precio de la obra en aproximadamente 60 millones de dólares, informó ICA.
Telecomunicaciones México tiene menos líneas telefónicas por persona que la mayoría de los países de América Latina. Brasil, que privatizó hace apenas cuatro años tiene más líneas por persona que México, aunque en el caso de la telefonía móvil el crecimiento ha sido muy rápido en este momento existen 25.5 celulares por cada 100 habitantes, señalan estadísticas del BM. Según los analistas del sector, la telefonía celular ahora con nuevas tecnologías como la GSM resulta más barata, pues basta tener una antena para acceder al servicio. Agua y alcantarillado Estadísticas de la Conagua indican que en México existen 12 millones de personas sin servicio de agua y 24 millones carecen de alcantarillado. En Estados Unidos y Canadá la cobertura es total, mientras que en Guatemala 8 por ciento de la población no tiene agua potable y 19 por ciento carece de alcantarillado. En México, 68 por ciento del agua se encuentra en el sureste, donde sólo vive 23 por ciento de la población, y representa 14 por ciento del PIB nacional. Para Tello Macías, en México existe un mal aprovechamiento del las presas y distritos de riego. "No se han conservado adecuadamente; la mayoría de las presas se hicieron entre 1945 y 1970 y no se les ha dado el mantenimiento adecuado, pues muchas están azolvadas". La Conagua reconoce que en este momento existen problemas en 25 de las principales presas del país en materia de competencia entre estados. Por ejemplo, la cuenca Lerma-Chapala que abarca 204 municipios en seis entidades con una concentración en Jalisco y Guanajuato. Además, el mal mantenimiento de los sistemas de agua ocasiona que actualmente se desperdicie hasta 40 por ciento del recurso. En este sentido, el BM advierte que "México está al borde de una crisis hidráulica. Por ello, debe haber una revisión en las tarifas del agua que se consideran bajas para comenzar a fijar cuotas que expresen las condiciones de escasez". Para ello se deberá contar con la colaboración en los tres niveles de gobierno. Inversión La inversión nacional en infraestructura se ha visto afectada con los programas de austeridad de los últimos años. La inversión total pública y privada en este rubro se redujo de 10 por ciento del PIB a principios de los años 80 a un rango de entre 1 y 2 por ciento en los últimos años. El sector privado no cuenta con los incentivos adecuados para participar en este campo. En un estudio reciente, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, se advierte sobre el rezago institucional en el país, elemento que también ha contribuido a minar la inversión. Lo cierto es que la brecha de infraestructura cada vez es mayor y se seguirá ampliando mientras no se concreten las reformas estructurales que se requieren. "Lamentablemente tenemos casi una década de estancamiento en la toma de decisiones e instrumentación de reformas vitales para contar con mejores condiciones para la competitividad, el desarrollo y la equidad", dice Guillermo Zepeda, del Centro de Investigación para el Desarrollo. Las reformas hacendiaria, laboral, energética y judicial deben lograr abrirse paso, pues en la actual legislatura no ha habido capacidad de lograr acuerdos, advierte Zepeda. Mientras tanto, el BM señala que hay cuestiones en las que se puede avanzar en lo inmediato. Se le debe asignar nueva función a los bancos de desarrollo, en particular a Banobras, como facilitadores de financiamiento privado. Banobras podría ayudar a los gobiernos a aumentar su solvencia a fin de acceder al financiamiento privado de largo plazo como primer paso para ampliar la infraestructura en el país § |