México D.F. Miércoles 9 de junio de 2004
Le envía un citatorio para que declare;
no menciona el delito que se le imputa
Lanza la PGR nuevo embate en contra de López
Obrador
Por la noche la dependencia filtró a medios de
comunicación que fue por desacato al TCA
ANGEL BOLAÑOS Y GUSTAVO CASTILLO
Sin
mencionar el delito que se le imputa, la Procuraduría General de
la República (PGR) citó al jefe de Gobierno del Distrito
Federal, Andrés Manuel López Obrador, para que declare en
una nueva averiguación previa, radicada en la Subdelegación
de Procedimientos Penales, Zona Oriente, adjunta al Reclusorio Oriente.
Hasta las 21 horas del martes, en el gobierno de la ciudad
se desconocía cuál era la acusación formal, pese a
que poco después de las 18 horas la PGR ya había dado a conocer
a medios de comunicación que López Obrador deberá
responder por desobediencia y resistencia de particulares, y contra la
administración de justicia, por desacato a un mandato del Tribunal
Federal de Conciliación y Arbitraje.
Inicialmente, la procuraduría ordenaba a López
Obrador que compareciera acompañado de un abogado a las instalaciones
de esa dependencia en el Reclusorio Oriente; sin embargo, por la noche
la PGR reculó y supuestamente ''se le informó que por tratarse
de un alto funcionario puede designar la forma, lugar y fecha para tomarle
su declaración en los términos que juzgue convenientes''.
Este es el texto del citatorio: ''Solicito a usted se
sirva comparecer ante esta unidad investigadora el próximo día
14 de junio del año en curso, a las 10 horas con la finalidad de
que, en su calidad de probable responsable, en donde esta unidad investigadora
le haga saber la imputación que obra en su contra y en su caso rinda
su declaración ministerial'', indica el oficio entregado ayer a
las 9:39 de la mañana en el edificio de gobierno del Antiguo Palacio
del Ayuntamiento.
Según la PGR, la citación al jefe de Gobierno
''fue con el objeto de darle a conocer los hechos materia de la denuncia
a fin de respetar sus garantías individuales'', aunque oficialmente
no se había notificado los delitos que se imputan a López
Obrador.
Fuentes de la PGR revelaron que se trata de una denuncia
que presentaron 38 ex trabajadores agremiados a la sección 17 del
Sindicato Unico de Trabajadores del GDF, radicada con número AP
567/RO/2004, que fueron despedidos en la pasada administración y
promovieron un juicio laboral por despido injustificado.
En octubre de 2002, la tercera sala del Tribunal Federal
de Conciliación y Arbitraje determinó la reinstalación
y el pago de salarios de los ex empleados, quienes se desempeñaban
como lecturistas, actividad que quedó sin materia de trabajo desde
hace varios años en el gobierno de la ciudad.
El GDF se inconformó e interpuso un recurso de
amparo, el cual le fue negado. Según los datos de la averiguación
previa de la procuraduría, la tercera sala en reiteradas ocasiones
ordenó que se diera cumplimiento al resolutivo del 9 de octubre
de 2002, sin que existiera respuesta positiva de parte del gobierno capitalino
y por eso se le está citando.
Ayer, el jefe de Gobierno recibió la orden de presentación
mientras terminaba de redactar un documento, dirigido a los habitantes
del Distrito Federal y a la opinión pública nacional, sobre
el caso El Encino.
Con el apoyo de los ciudadanos tienen que impedirse
afanes autoritarios: el mandatario
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
A como dé lugar, con el apoyo de los ciudadanos,
tienen que impedirse los afanes autoritarios del gobierno federal, señaló
ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López
Obrador, al concluir su seminario-taller denominado La manipulación
de la ley con propósitos políticos en el caso El Encino,
donde advirtió que se pretende cometer una injusticia en su contra
y violar sus libertades fundamentales.
Al hacer una síntesis de las cuatro sesiones anteriores,
el mandatario capitalino resumió: ''Se trata de una maniobra política;
están torciendo la ley porque les estorbamos para 2006''.
Si bien calificó de anticipado considerar la posibilidad
de recurrir a movilizaciones y a la demanda de juicio político contra
el procurador Rafael Macedo de la Concha ante la Cámara de Diputados,
así como a instancias internacionales de derechos humanos, no descartó
ninguna de ellas, pero afirmó de entrada que será con el
apoyo de los ciudadanos como impedirá que el país retroceda
con acciones autoritarias.
No nos adelantemos, pidió, al recordar que el proceso
de juicio de desafuero que solicitó la Procuraduría General
de la República (PGR) en su contra apenas se inició en la
Cámara de Diputados y una vez que responda a la notificación
comenzará un periodo de 30 días para la presentación
de pruebas; en caso de que así lo considere la sección instructora
pasará al pleno en el próximo periodo ordinario de sesiones,
que comenzará en septiembre. ''Vamonos despacio, poco a poco, pero
que quede claro: no vamos a permitir injusticias y vamos a luchar con firmeza
y serenidad''.
Advirtió que lo que realmente le interesa a sus
adversarios es inhabilitarlo: primero quitarlo del cargo; segundo, la inhabilitación,
y tercero enviarlo a la cárcel; pero ''hablando en plata'', lo principal
es lo segundo y lo demás es ''piocha'', como se dice en el sureste.
''Lo que me preocupa es que se cometa una injusticia,
que se actúe de manera autoritaria; es un asunto de las libertades
fundamentales; imagínense si nada más porque nos cae mal
o piensa distinto a nosotros, porque quiere que se modifique la política
económica o está a favor de ciertas causas, entonces ordenamos
descalificarlo; búsquenle ahí a ver cómo le hacen,
encuádrenle un delito y sáquenlo, elimínenlo políticamente.
¿Cómo es eso? Es un acto totalmente autoritario, de prepotencia;
yo no sé ustedes, pero a mí me enseñaron mis maestros
que uno no debe permitir ninguna injusticia''.
En cuatro puntos, López Obrador expuso una síntesis
de su seminario-taller sobre El Encino, para sacar conclusiones. En el
primero dejó en claro que existió una relación del
presunto propietario del predio con el entonces regente Carlos Hank González,
lo que le permitió acaparar hace más de dos decenios unas
35 hectáreas de terrenos que son patrimonio de la ciudad, recuperados
en esta administración, y que en los juicios de amparo y la averiguación
previa dio información falsa sobre la superficie real del predio.
En el segundo punto señaló que en El Encino
no hay el afán de hacer justicia, sino de perjudicarlo; en el tercer
punto reiteró que no se violó ninguna suspensión definitiva
de juicio de amparo y mucho menos ordenó el supuesto desacato.
Finalmente advirtió que la PGR pasó por
alto que la responsabilidad penal de una persona es intransferible y en
la hipótesis de la dependencia federal ''todos los servidores públicos,
incluyendo al Presidente de la República, seríamos culpables
de delitos presuntamente cometidos por funcionarios dependientes del superior
jerárquico. De modo que la acusación en mi contra no sólo
es un absurdo, sino una ofensa al sentido común. Un dato y una reflexión
final: la consejería jurídica del gobierno de la ciudad recibe
más de cien notificaciones cada día por juicios de amparo.
Es obvio que si el jefe de Gobierno tuviese que supervisar directamente
todos estos trámites y actuaciones, sencillamente no tendría
tiempo para realizar ninguna otra función''.
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