La coalición permanecerá en el país árabe hasta que la nueva administración quiera

Resolución de la ONU legitima al nuevo gobierno impuesto en Irak

EU se compromete a cooperar con la autoridad iraquí en "operaciones militares delicadas"

Naciones Unidas coordinará la ayuda humanitaria y asistirá en la convocatoria a elecciones

AFP, DPA Y EFE

Nueva York, 8 de junio. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy por unanimidad la resolución 1546 que respalda la transferencia de la soberanía a Irak a partir del próximo día 30, y ofrece el apoyo internacional así como la eventual formación de una fuerza multinacional a Bagdad. Establece además que las fuerzas militares estadunidenses presentes "a solicitud del gobierno interino iraquí, tendrán autoridad para tomar toda medida necesaria para contribuir al mantenimiento de la seguridad y la estabilidad" en la nación petrolera.

El presidente estadunidense, George W. Bush, cuyo país junto con Gran Bretaña presentó la resolución, calificó la aprobación de "gran victoria para el pueblo iraquí", y destacó que "la comunidad internacional demostró que respalda al pueblo iraquí".

A su vez, el primer ministro iraquí, Iyad Allawi, declaró a la televisión estadunidense que un gobierno soberano iraquí tendrá más capacidad para solucionar los problemas de seguridad, aminorando la carga sobre la fuerza multinacional liderada por Estados Unidos, que permanecerá en la nación invadida hasta que el propio gobierno iraquí lo decida.

La resolución, que señala que se dará por concluida la ocupación el 30 de junio, busca ordenar el traspaso de poder a los iraquíes al definir las etapas que conducirán a la realización de elecciones de aquí a enero de 2005 y las condiciones en las que permanecerán en el país las tropas de la coalición.

Luego de varias semanas de negociaciones, Washington y Londres superaron anoche la reticencia de varios estados miembros del Consejo de Seguridad, al aceptar un agregado sobre las relaciones entre el gobierno iraquí y la fuerza multinacional, que era la principal discrepancia.

Se incluyó entonces que Estados Unidos e Irak se comprometen a establecer una cooperación sobre "operaciones militares delicadas", frase que ayudó a lograr la aprobación de Francia y Alemania.

Dos de los más fuertes opositores en el Consejo de Seguridad que cuestionaron enérgicamente la guerra en Irak, iniciada el 20 de marzo de 2003 sin autorización de Naciones Unidas.

El documento, en todo caso, no incluyó demandas de París y Berlín en cuanto a dar al gobierno de transición iraquí el poder de veto sobre las decisiones de líderes militares estadunidenses.

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, John D. Negroponte, calificó el acuerdo de los 15 miembros de ese mecanismo, alcanzado tras semanas de negociaciones, como "una vívida demostración del amplio apoyo internacional" para alcanzar "un Irak federal, democrático, pluralista y unificado en el cual hay respeto total a los derechos humanos y políticos.

"Con la votación de este día logramos un importante hito", dijo ante el Consejo de Seguridad. Y añadió que "esta resolución deja claro que la soberanía de Irak será sólida".

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, al llegar a la isla Sea, en Georgia, para participar en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) dijo que la nueva resolución constituye "una etapa importante para el nuevo Irak. Tenemos ahora a un mundo unido hablando con una sola voz", afirmó, en clara alusión a las discrepancias del año pasado entre partidarios y adversarios de la ocupación.

Cuatro miembros del G-8 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Japón) apoyaron entonces la operación contra el régimen de Saddam Hussein, mientras los otros cuatro que se opusieron fueron Francia, Alemania, Rusia y Canadá.

También en la isla Sea el presidente ruso, Vladimir Putin, que se sumó a las objeciones planteadas inicialmente por Francia y Alemania, valoró la resolución como "un gran paso adelante" que permitirá "aportes de toda la comunidad internacional".

El canciller francés, Michel Barnier, saludó el acuerdo, al afirmar que por primera vez hubo "diálogo real" entre París y Washington sobre Bagdad, luego de meses de frustrados intentos por limar sus diferencias.

"Espero que ahora venga, por fin, una estabilización en la seguridad de Irak", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, antes de votar en favor de la resolución, que otorga a Irak control sobre las fuerzas de seguridad del país y especifica que más de 100 mil efectivos estadunidenses permanecerán luego del 30 de junio, solamente a solicitud del gobierno iraquí.

Antes de que se aprobara el texto, Bush expresó su deseo de "una votación unánime, y dijo al mundo que los miembros del Consejo de Seguridad están interesados en trabajar juntos para asegurar que Irak sea libre, pacífico y democrático".

El embajador de Argelia, Abdalá Baali, el único miembro árabe de los 15 del Consejo, se congratuló de la voluntad de compromiso angloestadunidense. "Los patrocinantes fueron muy receptivos y la mayoría de nuestras preocupaciones fueron tomadas en cuenta".

La resolución aprobada legitima al nuevo gobierno iraquí, impuesto por la coalición, declara el fin de la ocupación militar el 30 de junio y autoriza el mantenimiento de una fuerza internacional bajo mando de Estados Unidos.

Comicios, en enero de 2005

Asimismo, establece un acuerdo de "coordinación" en materia de seguridad entre la fuerza multinacional y el gobierno interino, y se otorga poder a este Ejecutivo para que pueda pedir la retirada de las tropas extranjeras cuando lo crea conveniente. Además, respalda el calendario político para Irak, que prevé la convocatoria de una conferencia nacional a mediados de julio y elecciones a más tardar en enero de 2005 para elegir una Asamblea Nacional Transitoria.

De esta asamblea saldrá un gobierno de transición que elaborará la Constitución y que conducirá el país hacia la elección de un gobierno constitucional el 31 de diciembre de 2005.

Respecto de la soberanía, afirma que el nuevo gobierno interino se hará cargo de todos los recursos naturales y financieros, entre ellos los ingresos por petróleo, y que coordinará la asistencia internacional.

El papel de la ONU se centrará en el proceso político y consistirá principalmente en asistir al gobierno y a la comisión electoral en la convocatoria de comicios, y la coordinación de la ayuda humanitaria y la reconstrucción.