México D.F. Miércoles 9 de junio de 2004
Presentará su nuevo disco Dicen que
el alma el próximo sábado en el Salón 21
México y Cuba, enamorados desde hace muchos
años, afirma Francisco Céspedes
JUAN JOSE OLIVARES
Como
en sus primeros años en México, a "guitarrazo limpio por
las noches en la capital, por bares y cantinas de un país que es
bohemio", el cantautor mexicano de origen cubano Francisco Céspedes
presentará toda su nostalgia, su bohemia y sus éxitos el
próximo 12 de junio a las 20:30 horas en el Salón 21, donde
dará a conocer su nuevo material discográfico Dicen que
el alma (editado por Warner), recopilatorio de sus canciones más
sonadas con sólo dos temas inéditos y dos piezas cantadas
a dúo con la española Ana Belén y con el brasileño
Milton Nascimento, respectivamente.
En una charla, el cantautor afirma que en los próximos
meses grabará y producirá un disco con dos de sus amigos,
también creadores e intérpretes de sus canciones: Amaury
Gutiérrez y David Torrens, para recordar esos tiempos cuando andaban
en "bares y cantinas. Es el cumplimiento de un sueño que tuvimos
desde que llegamos a este país, que ya es nuestro".
Céspedes se refería al tiempo en que compartía
con esos músicos la bohemia de lugares como el bar Los Intimos.
"Cuando llegué a México con David Torrens y Amaury Gutiérrez
andábamos a guitarrazo limpio ganándonos el amor de la gente,
en las madrugadas mexicanas en la década de los años 90.
Es el cierre de un ciclo maravilloso. Nos uniremos cantando los tres juntos
(seré el productor general del disco), es el cumplimiento de un
sueño, serán cosas que hacíamos anteriormente. Será
un disco de la historia de nosotros. Hay mucha gente enamorada en México,
gracias a Dios. México es un país que por tradición
es bohemio, y ojalá volvieran esa madrugadas bohemias a México,
perdidas no sólo por la música, sino por la inseguridad que
hay en las calles."
Céspedes es un enamorado de la bohemia y de la
sencillez, y aparenta mantener los pies en la tierra: "Hay gente que se
plantea esta carrera como aparecer en la televisión y ser famosa,
desgraciadamente. Ahora se trata de ser bonito por fuera, y lo bonito del
alma se ha quedado atrás. Quiero que me recuerden por mis canciones.
Disculpen la falsa modestia, pero son canciones (las del nuevo disco) bien
grabadas y bien hechas. La vanidad no sirve para nada".
Originario de Santa Clara, Cuba, supo desde joven que
tenía que abandonar su carrera de medicina para concentrarse en
la música.Durante varios años formó parte de agrupaciones
como la de Pucho López y la Orquesta Cubana de Música Moderna.
Céspedes llegó a México para quedarse y vivir de cantar
en bares y cantinas.
Respecto de su nuevo material, señaló: "Fue
una decisión de la disquera hacer una recopilación de los
números más conocidos. Son sólo dos temas inéditos.
No es que la creatividad se haya ido, ha sido un tiempo de sequedad, y
que, gracias a Dios, ya está pasando, porque he de confesar que
no tenía ganas de trabajar. Ahora tengo ganas y muchas. Soy un romántico
empedernido y para lograr las cosas hay que luchar por ellas. Es como mi
historia personal".
Abundó: "Más bien estoy en ese proyecto
que mencioné con mis dos amigos. Puedo decir que la inclusión
en el nuevo disco de gente como Ana Belén fue porque he sido su
fan desde hace tiempo; una vez la escuché en la Unión
Nacional Escritores y Artistas de Cuba, leyendo poemas de Nicolás
Guillén y me corté la venas por la suerte que tuve de compartir
con ella. La selección no le hice yo, sería injusto poner
unas canciones y no otras. Evidentemente, están las más populares."
Aunque habla poco de política, no se abstuvo de
comentar sobre las ríspidas relaciones diplomáticas entre
México y Cuba: "Las relaciones no están frías entre
México y Cuba, están más calientes. Estoy decepcionado
por el manejo diplomático. El pueblo cubano y el mexicano están
enamorados desde hace muchos años y un amor de siglos no lo puede
romper ningún dirigente ni ningún presidente; ese amor nadie
lo va a romper. Soy antimperialista y anticomunista, cuando haya democracia
viraré para cualquier lado. El sentimiento de denuncia de las personas
de Miami siempre ha sido como un muro, y la gente de allá empieza
a pensar diferente, comienzan a ser radicales. Es un sentimiento de revancha
y da lástima; algo pasa allá que la gente comienza a hacer
menos bohemia y hay una sensación de enfrentamiento de todo lo que
no sea estar en Miami.
Para Pancho Céspedes, el amor es un buen
bálsamo para que "el mundo esté con menos guerra, sin tantos
rompimientos diplomáticos tontos".
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