Fondo internacional aportará recursos para rescatar ese patrimonio histórico

Seis zonas arqueológicas de México se encuentran en grave deterioro

ANA MONICA RODRIGUEZ

Debido a condiciones climáticas adversas, vandalismo y prolongado abandono, seis zonas arqueológicas de México se encuentran en grave deterioro.

Para contrarrestar tal panorama, la organización internacional World Monuments Fund (WMF, por sus siglas en inglés) apoya con recursos financieros a proyectos bajo cuya protección se encuentran algunos de nuestros patrimonios históricos que por su relevancia y viabilidad requieren ser restaurados con urgencia y los integra a la lista mundial de los 100 sitios amenazados.

Entre los proyectos seleccionados para recibir esos apoyos figuran el del templo de Quetzalcóatl (al que se le han otorgado alrededor de 400 mil dólares) y el de la Unidad Habitacional de Tepantitla (con 180 mil dólares) ambos en la zona arqueológica de Teotihuacán.

También recibirán protección las pinturas rupestres de la cueva de Oxtotitlán, Guerrero (primero se destinaron 140 mil dólares y después 27 mil 500); el conjunto Huápoca, en Chihuahua (110 mil dólares); la zona arqueológica de Yaxchilán, Chiapas (400 mil dólares) y las Misiones en la Primería Alta de Sonora (110 mil dólares).

El templo de Quetzalcóatl, en Teotihuacán, es considerado uno de los edificios más sobresalientes por su simbolismo histórico y se encuentra ''colapsado" por la abundancia de humedad y sales.

En la edificación de la serpiente emplumada se conjuntan la arquitectura, la escultura y la pintura; así como diversos elementos marinos, además de una deidad todavía no identificada.

El restaurador Rogelio Rivero Chong explicó que para la restauración, cuyo proceso dio inicio en 2003, ''se ha realizado una etapa emergente con la aplicación de pastas de 'sacrificio' con base de cal, cuya finalidad es captar las sales que se adhieren a la piedra, para evitar parcialmente el desprendimiento, la arenización y la exfoliación de elementos escultóricos".

Además, el deterioro se acentúa debido a que ''la afluencia de agua en el subsuelo provoca que el edificio se convierta en una esponja que absorbe el líquido".

En esa misma área, el conjunto Habitacional Tepantitla, ubicado fuera de la zona teotihuacana, ha sido restaurado en su pintura mural y en la conservación de pisos. En la iconografía de esa estructura sobresalen dibujos que aluden a la muerte, la guerra, la vida y la vegetación.

En su segunda fase, a cargo de Gonzalo Fructuoso, se espera restituirlo con nuevas techumbres.

Sensibilizar a la sociedad

En Guerrero, el vandalismo y los grafiteros, además del abandono prolongado, dañaron las pinturas rupestres olmecas sometidas a un proceso de saneamiento por la restauradora Sandra Cruz, quien dijo que en un lapso de tres años se realizará la conservación total de la iconografía plasmada en más de 10 paredes de ese espacio ritual por excelencia.

En los límites con Guatemala, la zona arqueológica maya de Yaxchilán, rehabilita desde 2003, sus elementos escultóricos (dinteles, altares, estelas, tronos, esculturas adosadas) distribuidos en la Plaza Principal, la Acrópolis Norte y Sur y el edificio 33.

''El trabajo consistió en la limpieza, resane y consolidación de esos elementos dañados por el intemperismo -lluvia, sol y crecimiento de microorganismos- generados por el clima tropical-húmedo", explica Dulce María Grimaldi, subdirectora de Conservación Arqueológica y Acabados Arquitectónicos.

En el norte de México, el conjunto Huápoca de la cultura paquimé (Chihuahua) y las ocho Misiones en la Primería Alta de Sonora están en proceso de rehabilitación arquitectónica y mantenimiento general.

Cada dos años, la World Monuments Funds, que trabaja en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, integra al proyecto nuevas zonas arqueológicas en riesgo con la encomienda de sensibilizar a la sociedad y gestionar nuevos recursos que se destinarán a la preservación histórico-cultural.