Cercano, un arreglo con el Irapuato, aunque quiere 7 mdd

Querétaro, candidato a desaparecer; batalla con la fianza, señala Herrerías

MIGUEL ANGEL RAMIREZ

En esta semana quedará definida la compra de la franquicia del Irapuato, mientras al club Querétaro ya le encontraron en la Federación Mexicana de Futbol la manera de desaparecerlo: no cuenta con un capital fuerte y está batallando con la fianza de cinco millones de dólares, según Rafael Herrerías, propietario del Veracruz.

Para los dueños de clubes de primera división "lo mejor" es la reducción a 18 equipos. En su reunión del domingo, Herrerías dijo que lo discutieron y acordaron hacer "un esfuerzo" para lograrlo desde la próxima temporada. Inclusive recibieron un informe sobre las pretensiones del Irapuato, aunque sólo aceptaron que "hablaron de dinero nada más".

-ƑEs cierto que quieren más de 5 millones de dólares?

-Pues sí hablaron más de eso.

-ƑDe cuánto más o menos?

-No sé, hablaron de seis, siete. No te sé decir.

-ƑCon eso cederían su
franquicia?

-Parece que así es.

Una fuente de la FMF confió que Irapuato está pidiendo 7 millones de dólares (dos más de lo ofrecido por la federación), pero que están muy cerca de llegar a un acuerdo. Hoy se tiene contemplado otra reunión con Kléber Mayer, dueño de los freseros, y piensan que todo se resolverá máximo en "dos o tres días".

Aunque una de las alternativas era jugar con 19 equipos y aguantar un año para llegar a la cifra deseada de 18, el domingo regresaron a la idea de lograrlo ya. Ahora, encontraron que el Querétaro no cuenta con un sólido capital y "están batallando para la fianza" de 5 millones de dólares. Esta garantía se las exigió la federación antes de que concluyera el anterior torneo, para poder reconocerlos como afiliados.

Herrerías dijo que pusieron en la mira a equipos que tienen "menos proyección hacia el futuro".

Por otro lado, en la FMF hubo ayer una falsa amenaza de bomba. La responsable de seguridad de la institución, Rosa María Alvarez, indicó que fueron dos llamadas telefónicas las que recibieron. La primera fue a las 12:10; la segunda, cinco minutos más tarde, "porque no vieron" que abandonaran el edificio.

A los empleados de la FMF les indicaron tomar distancia cuando menos una calle, pero a nadie se le ocurrió, por lo menos, ir a avisar a la escuela que tienen a un lado. Lo que más les preocupó a algunos directivos fue que el chofer de la federación sacara sus automóviles del estacionamiento.

Cuando llegaron las autoridades para la revisión, no podían creer que hubieran hecho eso. Hasta el lugar arribaron también policías encubiertos, que fácilmente quedaron al descubierto, cuando detuvieron a "un sospechoso". Un colega hasta tuvo que aconsejarles a los oficiales que verificaran en el teléfono celular del señor, si no había hecho una llamada a la federación.