México D.F. Domingo 27 de junio de 2004
Hay grupos que buscan llevar agua a su molino:
defensora de los derechos humanos
La marcha de hoy, contaminada por las pugnas políticas:
ONG
La delincuencia, ligada a las condiciones sociales precarias;
aumentar penas no es la solución
Organizaciones defensoras de los derechos humanos afirmaron
que el fenómeno de la inseguridad y la delincuencia no es un problema
local, sino nacional, que afecta a todos los mexicanos, pues las condiciones
sociales de pobreza, desempleo y falta de acceso a la educación
forman parte de un sistema social inequitativo que "empuja a muchas personas
a buscar una forma de vida fuera de la legalidad".
Julio
Mata Montiel, secretario ejecutivo de la Asociación de Familiares
de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos
Humanos, consideró que si bien es alentador que la sociedad manifieste
su rechazo a políticas de seguridad pública "ineficientes
que han generado mayor impunidad y corrupción, sería lamentable
que estas acciones se usaran para reprimir a la ciudadanía o agredir
a determinados grupos políticos".
Al respecto, Reyna Vázquez, directora de la organización
Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura,
capítulo México, aseguró que la inseguridad no se
puede desligar del desempleo y la inestabilidad social, por lo que el endurecimiento
de las condenas o la aplicación de la pena de muerte "no son una
solución para frenar la violencia y la inseguridad".
Recrudecer los castigos, afirmó, no es una alternativa
viable cuando no se ha dado una solución a las demandas sociales.
Sin empleo ni salarios justos, no puede haber equidad social, insistió.
Agregó que de nada servirá contar con leyes más punitivas
"si no existe una cultura de la legalidad que obligue a las autoridades
a cumplir con lo que marca la ley".
La defensora de los derechos humanos calificó de
positiva la convocatoria para que la sociedad participe en la denuncia
de la inseguridad, aunque lamentó que grupos políticos se
aprovechen de una "demanda legítima de la sociedad para llevar agua
a su molino y deslegitimar una denuncia, evitando que se sume una parte
importante de la sociedad civil".
La realización de la marcha convocada para este
domingo, agregó, "se ha contaminado con el ambiente político
de confrontación entre el gobierno federal y las autoridades capitalinas,
lo que podría mermar una justa exigencia social a todos los niveles
de gobierno, tanto federal y estatal como municipal, para que asuman su
responsabilidad en la procuración de justicia y la seguridad pública".
Al respecto, la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos señaló que la inseguridad
pública en el país es producto de la ineficacia del sistema
de seguridad pública y la justicia, "que no ha logrado implementar
medidas de prevención para la atención de los delitos".
Esta situación, agregó en un comunicado,
ha generado elevados índices de impunidad, corrupción y falta
de profesionalización del trabajo de los operadores del sistema
judicial, con la consiguiente falta de credibilidad de la ciudadanía
hacia las instituciones.
Por ello, hizo un llamado a que se abra un debate sobre
la seguridad pública, en el cual se planteen soluciones eficaces
que contribuyan a fortalecer un sistema de seguridad público, democrático
y respetuoso de los derechos humanos.
Insistió en que el Estado está obligado
a procurar a la ciudadanía seguridad pública y a respaldar
en forma plena el ejercicio de los derechos humanos; asimismo, es una garantía
de los ciudadanos "impedir que el equilibrio entre ambos se pierda".
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