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Obituario   - NUEVO -

P O L I T I C A
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México D.F. Domingo 27 de junio de 2004

A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

A futura memoria

Si algo queda tras el retorno del caos

EN LA VORAGINE de escándalos a manera de caricatura dantesca del entorno infernal, presas del pánico por la impunidad rampante de secuestradores, asaltantes, violadores y vividores del envilecido ambiente tolerado o inducido por nuestras patéticas clases dirigentes, algunos amigos aferrados a la racionalidad y resueltos a no ceder a la desmemoria proponían organizar de inmediato una serie de encuentros, debates, mesas redondas, o lo que el ingenio mediático a la moda dicte, para retomar y repensar las palabras escritas por Leonardo Sciascia. No hay mejor guía para acompañarnos al topar en la selva oscura y a la mitad del camino de nuestra incierta vida política con el letrero de "abandonad toda esperanza..."

EN 1989, AL caer los muros y disolverse el poder soviético, se canceló la bipolaridad y quedó una sola potencia. Una, en el nuevo orden mundial: imperio de la verdad única ante el incierto multilateralismo paralizado por la guerra sin fin, el combate de los fundamentalismos que pretenden cancelar los derechos del hombre y dejar los derechos sociales para las calendas griegas. Ese año de 1989 murió Leonardo Sciascia, periodista y gran escritor, creador de géneros literarios, de cuentos policiacos y recuentos satíricos, en los que la doble moral y la innoble política se enfrentan, funden y confunden con la mafia. Frente a los asesinatos políticos de ese tiempo, concluiría Leonardo Sciascia: "O mafia o terrorismo. O mafia disfrazada de terrorismo que, inevitablemente y confortablemente, uno se obstina en considerar como mafia" (Corriere della Sera, 7 de enero de 1980).

APUNTABAN NUESTRAS DECADAS perdidas; surgía el narcotráfico como amenaza a la seguridad nacional. Necesitamos retomar el hilo conductor de nuestro proceso histórico. Saber y reconocer los crímenes cometidos al salir del laberinto angustioso sin más blasones que "la red llena de agujeros" que nos legó el encuentro fatal de la conquista y de las razas. Pero no con la visión maniquea de los de la obsesión fundacional, criaturas engendradas en cohabitación física y espiritual, fruto de resentimientos de vencedores y vencidos que se alternan en el campo de batalla y se ayuntan en la paz para asegurar la permanencia del antiguo régimen. En todos lados la política hace extraños compañeros de lecho. Entre nosotros, las victorias culturales son conyugales o morganáticas. Fruto incestuoso, se diría. Pero ambos mienten: todo cambia pero en la competitividad global, como en la antigua hacienda de peones acasillados, el patrón parte y reparte.

Y LOS DESEMPLEADOS de la economía informal se forman ante las tiendas de raya de la productividad para no pasar de clase media proletarizada a lumpen: pelados, decían nuestros antepasados, y hablaban de desnudez total. Por eso nos hace falta retomar al Nigromante, a Altamirano, a los Arriaga, a Vallarta y a Otero; a los Flores Magón, a Heriberto Jara, a Valentín Campa, a Revueltas. Y a Leonardo Sciascia, por los valores humanos y cívicos que expresa, que defiende. Porque la desmemoria nos condenaría a marchar como sonámbulos hacia el vacío. Hay que ver y saber del pasado, del devenir en presente continuo. Hay que rescatar la memoria. No debemos, no podemos ceder ante los nuevos demoledores de templos paganos erigidos por la razón y a favor de la conciencia individual que nos legó el siglo de las luces. Callaba la maestra milagrosa, pero a última hora expresó el SNTE su oposición a la poda irracional de los orígenes prehispánicos.

EN NOMBRE DE un Gómez Morín nos recuerdan que nacimos para callar y obedecer. šNo! Se rescatará la memoria y no se acatarán las instrucciones de ajustarla a caprichos fundamentalistas, teocráticos o tecnocráticos, que quisieran rehacer la historia para imponer la desmemoria y rendir culto al becerro de oro en el mítico rencuentro del capital, el mercado y la democracia. Hágase la voluntad eclesiástica y beatifíquese a Anacleto González Flores; sumen más decenas de mártires de la no tan distante Cristiada y multipliquen los altares en las nuevas catedrales de los Altos. Pero no les será dable mutilar la Historia de México. No es permisible emborronar el largo proceso de Independencia, Reforma y Revolución para celebrar un auto de fe y arrojar a la hoguera de sus vanidades el México prehispánico y el mestizaje cuya fuente y origen es ese mundo, tanto como el cristiano que vino desde Extremadura.

A FUTURA MEMORIA, lleva por título una de las obras de Leonardo Sciascia. A modo para esta hora nuestra de crimen organizado y el tejido social desgarrado a ciencia y paciencia de quienes hablan a todas horas del estado de derecho, sin respeto alguno para el imperio de la ley. Y menos todavía para las facultades que les da esa norma y les otorga el mandato de los ciudadanos, sus mandantes, tú y yo, nosotros. Ellos, los funcionarios, no tienen derechos, tienen facultades. Y no las ejercen. Se esconden para tirar la piedra al tejado vecino del pluralismo partidista. Piden reformas "estructurales", nuevas leyes que aumenten las penalidades dictadas en nuestros códigos. Y sus asesores hacen que el mismo Presidente de la República postule un régimen de orden y respeto en el que se fundan los delitos federales y del orden común.

CON TOMAS MORO como santo patrón, el reino de Dios en la Tierra. Una policía nacional y un sistema de justicia en el que previsión, procuración, investigación, procesos judiciales, sentencias y encarcelamiento de los culpables corran a cargo de un cuerpo monolítico y arcangélico. Adiós al ogro filantrópico: el miedo venció a la democracia sin adjetivos y ante la pesadilla gemela de terror y mafia invocan a Joseph de Maistre, "el fiero absolutista, el furioso teócrata, el intransigente legitimista, apóstol de una monstruosa trinidad compuesta de papa, rey y verdugo". Sin Hobbes. Sin Kant. Sin John Stuart Mill. Sin Adam Smith. Sin Tom Paine. Sin Voltaire. Sin Mirabeau. Sin Rousseau.

HAN VUELTO A encapuchar las estatuas de Juárez. Ni hablar de Saint Simon. De Hegel. De Marx. En la era del espectáculo les inquieta que se hable de Norberto Bobbio: por aquello de izquierda y derecha descritas y definidas, opuestas más allá de lo topográfico. Sobre todo, inquieta a los poderes mediático-espectaculares la paradoja del Bobbio liberal, demócrata y socialista, capaz de mostrarnos la imagen del poder y sus máscaras, la persistencia del poder invisible de los arcana imperii, que (le) ha hecho repetir varias veces un dicho de (Elías) Canetti: "El secreto está en el núcleo más íntimo del poder". El futuro de la democracia, nos dice en De senectute, "reside hoy más que nunca en la democratización del sistema internacional". Pero desde la potencia única, George W. Bush tiende el velo del terrorismo y revela el libre mercado de las mafias.

HOY MARCHAN MILES por las calles de la capital. La función primordial, fundamental, del Estado es proporcionar seguridad a los ciudadanos en sus personas y en sus bienes. Nuestra transición a la democracia se ha empantanado en la incompetencia y el cinismo de inmovilistas que aplauden el juego de birlibirloque detrás del espejo: las palabras quieren decir lo que yo diga que quieren decir. Y ya no hay quien pueda rehacer el tejido social desgarrado, contener el diluvio de lodo que amenaza ahogarnos mientras los asesores y los encuestadores preguntan si es por obra de las mafias o de los terroristas, del signo que fueren, ajenos o no al choque de fundamentalismos cuyo impacto desquicia talentos como el de Huntington.

NADA ALTERA EL optimismo foxiano. Nada altera la desmesura tropical de López Obrador. La confrontación pone en riesgo el pacto federal y ya hay juicio de procedencia en marcha. La firme, consistente, constante marcha que describe Barbara W. Tuchman. Martí Batres es el colaborador del titular del Gobierno del Distrito Federal empeñado en empañar la figura de su jefe, en opacar toda opción que tuviere de aspirar a la candidatura a la Presidencia de la República. A futura memoria. Si queda algo de ella tras el vuelco dado y el caos que se hace presente. Hoy marchan miles en la ciudad de México, y en Tijuana se recrudece el combate armado; el editor del semanario Zeta es asesinado por sicarios en presencia de sus pequeños hijos. Narco disfrazado de terrorismo; o terrorismo que terca, inalterablemente, nos obstinamos en considerar "crimen organizado".

ABUNDAN LOS TEMAS políticos: las inminentes elecciones de gobernador en Chihuahua; la elección interna de candidato del PRI a gobernador de Tamaulipas; la fatal despedida de Luis Felipe Bravo Mena y la epidemia de humildad entre panistas que rechazan ser sucesores del restaurador y conducir la campaña electoral de 2006. Les queda el consuelo de dejar el báculo en manos endurecidas en El Yunque. Mientras no se decidan los de Felipillo santo a pugnar por uno propio; mientras no deje de soñar Pancho Barrio con la silla en la que se sentó Pancho Villa cuando se tomó la famosa fotografía al lado de Emiliano Zapata en Palacio Nacional.

ABUNDAN LOS TEMAS políticos, además del de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública que se hizo asistencia privada. En un medio en el que los actores dan media vuelta y dicen que dieron un giro de 180 grados, no debiera extrañar que sumen más de 100 por ciento los bienes contabilizados y auditados. Eso es filantropía y no acto populista de ogros difuntos.

PERO AMAGA LA mafia, o el terrorismo, o el narco, o el secuestro. Impera la impunidad y los de las estadísticas hacen malabares con las cifras para decir que se reducen los delitos y la violencia, mientras la terca realidad ensangrienta las calles y no hay seguridad en los hogares. Apenas 2 por ciento de todos los delitos cometidos y conocidos en nuestra pobre República concluye en sentencia de un juez. Y nuestras fronteras son campo de batalla y camposanto para nuestros emigrantes. Terrorismo que nos obstinamos en considerar mafia, crimen organizado, culpa del adversario político, de la democracia y de los derechos humanos que protegen al delincuente. La estulticia no tiene límite. La paciencia de los pueblos, sí.

INVOCO A SCIASCIA, a futura memoria. Acudo a Bobbio, porque la memoria ha de tener un futuro: "... una sociedad democrática puede soportar la violencia criminal, si bien dentro de ciertos límites, y queda bien claro que fenómenos como la magia los superan. No puede soportar la violencia política. Y no puede soportarla porque, como he dicho, el objetivo principal de las reglas que caracterizan a los regímenes democráticos y los diferencian de todos los demás estriba en proponer todos los remedios posibles a la solución violenta de los conflictos sociales".

VIOLENCIA CRIMINAL O violencia política que nos empeñamos en llamar violencia criminal. ƑAnte cuál estamos? Digo, para futura memoria.

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