Antonio Gershenson

Pemex: también se le quita su riqueza humana

En los intentos por entregar el petróleo al extranjero, y ante las dificultades de hacerlo directamente, se han estado entregando sus funciones; se ha privado a Petróleos Mexicanos (Pemex) de cada vez más equipos; y, en diferentes momentos, pero ahora con especial amplitud y profundidad, se le priva de sus recursos humanos. Mientras más lisiada se deje a la paraestatal, más "argumentos" se tienen para entregar, ya no sólo actividades, sino amplias zonas de la República, a empresas extranjeras.

Los recientes despidos de trabajadores y, en especial, de técnicos y profesionistas, tienen una doble intención: se quiere quebrar el proceso de participación colectiva de petroleros hacia una orientación más sana de la industria, se quieren romper proyectos que se han ido desarrollando y consensuando durante años, se quiere acabar de destruir sus derechos laborales. Al mismo tiempo, se quiere privar a Pemex de trabajadores experimentados, de técnicos y profesionistas, para luego alegar que se entregan, mediante los llamados contratos de servicios múltiples, por 20 o 25 años según el caso, amplias extensiones de nuestro país. Se quiere justificar la entrega a empresas del exterior de un millón de metros cuadrados, ubicados tanto en la franja fronteriza de 100 kilómetros como en la franja marítima de 50 en las que hay prohibición constitucional, de nuestras aguas territoriales, en concesión a 30 años. Y así sucesivamente.

Creo necesario referir en rasgos generales el proceso que se ha vivido en Pemex. Hace más de un cuarto de siglo se formó la Asociación de Técnicos y Profesionistas de Pemex. En la defensa, no sólo del interés colectivo de sus miembros, sino de Pemex mismo, fueron coincidiendo con otros trabajadores y otras fuerzas. En un momento dado, se integraron, como Sección de Técnicos y Profesionistas, al sindicato petrolero.

Cuando el llamado quinazo, a principios de 1989, los técnicos y profesionistas fueron declarados como "trabajadores de confianza" y dejados fuera del sindicato. Esto, sin embargo, no impidió que se fueran dando, en ése y en otros sectores de los petroleros, procesos de lucha y al mismo tiempo de elaboración de alternativas. Un momento importante de la lucha fue la oposición a la privatización de la petroquímica de Pemex, medida que finalmente no se pudo consumar.

En cuanto al proceso de formación de un programa y de alternativas propias, fue permitiendo la gradual unificación de un buen número de grupos, corrientes y en general agrupamientos de petroleros, tanto sindicalizados como los que fueron privados de sus derechos sindicales, "jubilados" a la brava, despedidos, etcétera. De las reuniones se fue pasando a foros de mayor alcance, incluso en la Cámara de Diputados, con niveles de mayor calidad en las alternativas formuladas y con mayores niveles de unidad.

En un pasado reciente, varias de las principales organizaciones de técnicos y profesionistas llegaron al punto de solicitar el registro como agrupaciones sindicales, ya con miles de afiliados a pesar de amenazas y represiones. Y entonces, al despido masivo de personal calificado para mutilar a Pemex y "contratar" a recomendados o familiares en su lugar, se suma el despido selectivo de representantes legales de las citadas organizaciones, y otras que persiguen objetivos análogos. Entre las organizaciones afectadas están la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera de México (UNTCIPM), la Organización Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera, la Agrupación de Profesionistas de Refinerías y la Asociación Nacional de Médicos Petroleros.

Por una parte, se quiere mutilar a Pemex, ahora por el lado de los recursos humanos. Por otra, quienes se proclaman muy demócratas niegan a los trabajadores el derecho elemental a la organización, y en especial a la elaboración de alternativas para sacar adelante a la industria.

Se convocó, para ayer sábado, y hoy posiblemente ya se publique información al respecto, a una manifestación en Villahermosa, Tabasco, centro de actividades petroleras importantes, con la participación de petroleros de regiones vecinas y de otros lugares, así como contingentes solidarios.

Es muy importante que estos petroleros mantengan la cohesión y la comunicación. Independientemente de si fueron despedidos, jubilados o en cualquier forma separados de su trabajo, tarde o temprano llegará el momento de revitalizar nuevamente a Pemex, y todos ellos serán necesarios para lograrlo.