La ejecutante croata participó en festival chiapaneco dedicado al instrumento

La marimba, madera que canta: Bilic

Interpretó adaptaciones de temas populares e impartió clase magistral sobre el xilófono

JAVIER MOLINA

Tuxtla Gutierrez, 26 de junio. Ivana Bilic (Croacia, 1970) pertenece a una familia de músicos. "Mis padres son músicos, mi padre es compositor. Empecé con el piano, pero después tomé clases de percusión".

También afirma que la marimba es como la madera que canta; "es un instrumento muy particular en el mundo de la percusión; se puede ejecutar como solista, sin ningún otro acompañamiento. En Croacia la marimba es puramente académica, no es popular como aquí, pero es interesante observar que en la música tradicional existe la tamburiza, un instrumento de cuerdas que produce el sonido con un movimiento rápido, parecido al temblor de la marimba, y el sonido del conjunto de las tamburizas es muy cercano al del conjunto de la marimba".

Durante su participación en el cuarto Festival Internacional de Marimbistas, Ivana tocó sus propias variaciones de temas folclóricos croatas para marimba. También impartió una clase magistral en la que habló de los puntos en común de la marimba tradicional y de la contemporánea, "lo que la primera nos puede enseñar, pero también las diferencias que tienen que respetarse (de técnicas, de interpretación). Por ejemplo el movimiento rápido (el trémolo) es muy particular de la marimba tradicional, la velocidad es siempre la misma; en la marimba contemporánea esta velocidad cambia, rápido o lento, siguiendo la expresión".

A partir de 1996, Bilic es primer timpanista de la Orquesta Sinfónica de la Radio Croata. También funge como colaboradora permanente de la Orquesta Filarmónica de Zagreb y enseña en la Academia Musical de Zagreb. A ella le gusta tocar mucho las transcripciones de Bach; "también todas las piezas que son influidas por la tradición popular de varios países, por ejemplo toda la música latinoamericana es muy rica de ritmo y de melodía".

Mención aparte le merece Keiko Abe: "ella es como la más grande figura de la marimba, como intérprete y como compositora. Los japoneses tienen esta tradición también: el xilófono, el teclado de madera. Me gusta tocar la música de Keiko porque me gusta, no hay una explicación racional, es algo emotivo. Si puedo identificarme emotivamente con una música, pues voy a tocarla".

Bogdam Bácanu (Austria, 1975) tocó antes el piano, "pero sentí que no era mi instrumento y busqué uno que tuviera mi pasión". Estudió primero percusión, pero no estaba satisfecho, "y cuando tenía 17 años recibí el primer cd de Keiko Abe, y después de unos minutos de escucharla comprendí que éste era mi instrumento". Fue decisiva.

Afirma que se identifica con ella ciento por ciento "por la naturaleza, la profundidad emocional. Están en los temas de sus composiciones: el viento en el bambú, donde hay algunos efectos tocando con la madera de la baqueta; el sonido del mar que va y viene en la arena".

Le gusta interpretar a Ney Rosaura, la música barroca, "todo lo que es buena música". Ha estudiado la música de Bach con directores chelistas, o que tocan el órgano, el clavecín.

Bogdam es profesor de marimba en la Universidad Bruckner de Linz, Austria y director artístico del Festival Marimbístico de Linz. Grabó su primer disco compacto titulado Marimba d'amore, en el que todas las composiciones son de Keiko Abe.

"Existen aspectos únicos en la manera de interpretar de Bácanu que lo apartan del resto -afirma Elizabeth Michot de Jowers, su agente en España-: es intenso, espiritual, fuerte; en ocasiones agresivo, y aun increíblemente romántico, sensible, sensual. Su acercamiento a la música viene desde dentro de él mismo: la música es su propia esencia, su razón para estar vivo".