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México D.F. Jueves 1 de julio de 2004
Cuestiona el régimen carcelario: los
"adinerados" salen de prisión
Obtuso y retrógrado, plantear que se
aplique pena de muerte: Rosario Ibarra
BLANCHE PETRICH
Infaltable caminante en las manifestaciones históricas
del país en las pasadas tres décadas, la activista Rosario
Ibarra de Piedra optó por abstenerse de unir sus pasos a la marcha
contra el crimen del domingo pasado y prefirió ver el fenómeno
social por televisión. Una escena transmitida reforzó su
convicción de que esa convocatoria nada tenía que ver con
las causas por las que ha luchado toda su vida:
"Era
una mujer con una pancarta que pedía empleo, una cosa sencilla.
Uno de los organizadores destruyó la pancarta, algo vergonzoso.
Todos lo vimos desde las pantallas de nuestras casas".
Varias de las demandas y reclamos de esa multitud de blanco
-en especial las que han sido retomadas después por el procurador
general de la República, Rafael Macedo de la Concha, por algunos
sectores empresariales y por voceros de grupos conservadores-, como las
de "mano dura", la pena de muerte y la de dotar de armas a la población
para su "autodefensa", son calificadas por la presidenta del Comité
Eureka como "obtusas y retrógradas".
Lo que no significa, aclara, que le niegue legitimidad
a la movilización del pasado 27. "Lo que pasa es que esa convocatoria,
respaldada por una fuerte campaña de mercadotecnia, cayó
en terreno fértil, por la tremenda situación que estamos
viviendo en las calles de todo el país: la delincuencia, los asaltos,
los secuestros. De lo que dudo es de la intención de los convocantes
y del pensamiento que han demostrado tener: una idea de la justicia como
venganza, con un deprecio total por los derechos humanos, algo totalmente
contrario a lo que nosotras, las doñas del Comité
Eureka, como víctimas, hemos combatido a lo largo de nuestra lucha".
La doña rememora otras marchas multitudinarias,
tan importantes y numerosas como ésta, que no contaron con el respaldo
de los medios electrónicos ni fueron promovidas mediante costosas
campañas -"¡exageradas!", las llama-, sino que apenas fueron
anunciadas por un modesto cintillo pagado publicado en uno o dos diarios,
o por cartas, o de boca en boca. "Aquí hubo mucha mercadotecnia,
pero hay que ponerle atención a los contenidos", añade.
-¿Coincide con los que sostienen que hubo un intento
de desestabilizar al Gobierno del Distrito Federal?
-No quiero afirmar algo sobre lo que no tengo certeza.
Pero sí se notó una intención primaria de perjudicar
a Andrés Manuel López Obrador y también la pretensión
de Vicente Fox de aprovecharse de la situación. ¿Cómo
se le ocurre decir que apoya la marcha, si los reclamos también
son contra él por todas las fallas que ha tenido él y sus
servidores, como el propio Macedo de la Concha, en el combate al crimen?"
Rosario Ibarra trae a colación una frase de la
poeta chilena Gabriela Mistral que hacía alusión a José
Martí: "peleaba sin odio". Ese, insiste, es un postulado del Comité
Eureka. "Nosotros, que fuimos las primeras en sufrir el secuestro de nuestros
hijos, y peor aún, que fue el Estado quien nos los secuestró,
seguimos esperanzadas y luchando, pero sin odio, sin pedir que torturen
a los torturadores ni que les apliquen la pena de muerte a los responsables
de la desaparición forzada".
Puntualiza que muchos de los personajes que hoy aparecen
como convocantes de la marcha o como presuntos representantes de los que
se movilizaron el domingo pasado nunca movieron un dedo para protestar
contra la desaparición forzosa que el Ejército y la policía
aplicaron durante la guerra sucia. "Y eso que muchos de ellos ya
estaban creciditos. Los que nunca se quejaron ni reclamaron justicia por
las masacres del 68, del 71 o las más recientes: El Charco, Aguas
Blancas, Acteal, El Bosque y tantas otras; mucho menos cuando se trató
del asesinato en serie de perredistas en los años de Carlos Salinas
de Gortari; ni siquiera se inmutaron con los asesinatos de muchachas trabajadoras
de Ciudad Juárez. Históricamente hicieron caso omiso cuando
mataron indígenas y obreros, nunca apoyaron una huelga de hambre,
nunca pelearon por un preso político".
Ibarra de Piedra ahora reta: "La mayor parte de esa gente
nunca marchó contra el fraude en 1988, por la paz en 1994. Prefirieron
mantenerse de espaldas a la realidad. Ahora yo los invito a que este próximo
2 de octubre salgamos todos juntos. Por la justicia y contra la impunidad".
La dirigente advierte contra la resaca después
de la marcha, en la que han tomado vuelo en el debate temas como la pena
de muerte y el endurecimiento de otras medidas punitivas: "Eso sería
retroceder. La pena de muerte nunca ha logrado abatir al crimen y, por
el contrario, ha permitido que se mate a inocentes por errores del sistema
judicial".
En cuanto al régimen carcelario, señala
que son los adinerados, los que pueden pagar fianzas, los que salen de
prisión o costean prerrogativas y privilegios en las prisiones:
"Como Miguel Nazar Haro (juzgado por la desaparición de su hijo
Jesús Piedra Ibarra, en Monterrey) ¿Dónde está
preso? Le han permitido estar en un hospital, pero no sabemos en cuál.
¡Nunca vi a un preso con tantos privilegios, y eso que me he pasado
media vida conociendo cárceles! Esa es una prerrogativa que no se
le concedió en otros tiempos a un muchacho, preso político,
que perdió un brazo en la cárcel porque Nazar lo había
colgado hasta causarle gangrena durante la tortura".
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